¿Es mejor un colchón duro o uno blando?

Dormir bien es imprescindible para reponer fuerzas. Por eso, es importante dar con el colchón adecuado y elegir una buena almohada para descansar bien. La firmeza del colchón es un aspecto clave, es necesario que el colchón aguante el peso de nuestro cuerpo sin que nos hundamos, pero ¿cómo sabemos si un colchón es demasiado duro o blando?

Escalas para medir la firmeza del colchón

Aunque existe una escala técnica de firmeza que va del 0 al 10, siendo 0 la máxima dureza y 10 muy blando, esta escala no define dónde está el límite entre un colchón duro, medio o blando y la realidad es que los fabricantes interpretan la escala a su modo. Por ejemplo, mientras que unos fabricantes utilizan una escala de firmeza que va desde el H1 (más blando), hasta el H5 (más duro), otros fabricantes emplean una escala numérica de 1 a 10, donde 1 es el más blando y 10 el más duro, con franjas intermedias regulares y otros tantos simplemente indican las franjas: blando, medio, medio-duro, duro, etc.

Por lógica, un mismo fabricante mantiene su escala relativa y, por lo tanto, los colchones que cataloga como firmes son más duros que los que ese mismo fabricante considera blandos. Ahora bien, estas denominaciones no tienen por qué coincidir con las utilizadas por otros fabricantes, lo que hace difícil comparar la dureza de dos colchones de fabricantes distintos. Salvo si disponemos del valor de firmeza medido en la escala técnica, como es el caso de nuestro análisis. 

Un colchón es duro según para quién

De todas maneras, no debes fiarte ciegamente de todo lo que cuentan los fabricantes. Nuestros análisis demuestran que lo que anuncian respecto a la firmeza de sus colchones no siempre suele corresponderse con las medidas técnicas de firmeza de los laboratorios que se dedican a analizarlos (escala técnica). Tampoco la escala técnica es la misma que la percepción subjetiva del usuario, que además tiende a diferenciar entre duro o blando, sin tener en cuenta una zona media (apreciación del consumidor). Por ejemplo, hay fabricantes que anuncian sus colchones como firmes cuando sus medidas técnicas de firmeza realmente los incluirían en el rango de blandos. O lo que un usuario percibe como duro, en realidad se sitúa en el centro de la escala técnica y equivale a un colchón de firmeza media tal y como puedes ver en el siguiente gráfico.

Colchones duros

Ventajas

• Un colchón firme sostendrá tu cuerpo y ayudará a mantener la forma de tu columna vertebral.
• Será más duradero, ya que los colchones tienden a perder firmeza con el paso del tiempo.
• La superficie de contacto con el cuerpo es menor, esto mejora la ventilación y facilita darse la vuelta en la cama. 

Inconvenientes

• Si el colchón es demasiado duro la presión se concentrará en los hombros y en las caderas en lugar de repartirse de forma uniforme, lo que es molesto.
• Si el colchón es muy duro, tendrás que comprar un topper para dormir mejor, pero no esperes maravillas.
• Un colchón duro puede resultar demasiado fresco en invierno para personas frioleras. 

Colchones blandos

Ventajas

• Un colchón blando ejerce menos presión en zonas como los hombros y las caderas por lo que resulta más cómodo si duermes de lado.
• Resultan más cómodos para las personas que pesan poco, por ejemplo los niños.
• Lo habitual es encontrar en tienda un colchón medio-blando porque en realidad los colchones son más blandos de lo que anuncian los propios fabricantes. 

Inconvenientes

• Si el colchón es demasiado blando puedes llegar a hundirte en él, lo que impide que la espalda se mantenga bien alineada.
• Es más difícil moverse y cambiar de postura durante la noche. Esto también puede ocurrir en colchones con capa viscoelástica.
• La superficie de contacto con el colchón es mayor por lo que puede ser más caluroso. No obstante, la sensación térmica también depende del tapizado. 

¿Te conviene un colchón duro o blando?

La percepción personal influye bastante a la hora de determinar la firmeza de un colchón. A veces, lo que una persona nota como duro puede ser blando para otra y viceversa. Tanto el peso como el morfotipo (la forma del cuerpo) son aspectos importantes que determinan la percepción personal. La mejor manera de acertar es probando varios colchones para encontrar el que mejor se adapta a ti. Nuestro análisis te ayudará a hacer la selección de modelos, pero la decisión final es tuya.

En general, los colchones duros convienen más a las personas que son corpulentas y pesadas, y los colchones blandos a las personas más delgadas. Pero, aun así, ten en cuenta que los fabricantes pueden establecer distintas zonas en el colchón de diferente firmeza para conseguir un soporte adecuado.

La postura para dormir también influye, las personas que duermen de lado necesitan un colchón que se hunda más bajo el hombro. Por eso, un colchón medio-blando se considera en general un buen equilibrio. Por su parte, un colchón duro puede ser adecuado para que aquellos que duerman bocabajo se hundan menos. Sea como sea, lo importante es que la adaptabilidad del colchón sea buena y que en cuestión de firmeza nos sintamos a gusto.

 

¡Compara y acierta!

En definitiva, podríamos decir que no existe una correlación entre calidad y dureza. Y esto ocurre tanto en los colchones baratos como en los que tienen un precio elevado.

En OCU sabemos que es muy importante descansar bien. Por eso, y si estás interesado en comprarte un colchón nuevo, te recomendamos que consultes nuestro comparador de colchones para acertar en tu elección.

Puedes clasificar los colchones según su dureza utilizando el filtro Firmeza medida  y seleccionar cualquiera de las 4 opciones (muy blando, blando, medio y duro) fáciles de identificar por el consumidor. Aclarar que está clasificación de firmeza se corresponde con los resultados de nuestro análisis y no con lo anunciado por los fabricantes. También puedes consultar nuestro Asesor personalizado de compra, donde unas sencillas preguntas te guiarán en la recomendación que mejor se adapta a tus características y preferencias.