Elegir una caldera

Encuentra la caldera que mejor se adapte a tus necesidades

Es un aparato imprescindible en nuestros hogares. Contar con una buena caldera no solo es la garantía de disfrutar e una buena calefacción, sino también es un elemento básico para el confort y la seguridad de nuestro hogar... pero normalmente solo nos acordamos de la caldera cuando empieza a dar problemas y toca cambiarla. ¿Es tu caso? Te contamos en qué debes fijarte

Guia de compra

Cómo escoger una caldera buena y eficiente

Generalmente el cambio de la caldera no nos lo planteamos igual que el cambio de una televisión o de un ordenador. Es imprescindible, un elemento básico para el confort y seguridad de nuestro hogar... pero normalmente solo nos acordarnos de ella cuando da problemas.

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¿Tu caldera tiene más de 15 años? Piensa en cambiar

A lo mejor te estás preguntando cuándo hace falta cambiar la caldera, si es conveniente hacerlo pasado un tiempo o es mejor que tiere hasta que no tenga arreglo. Pues bien, si tu caldera ya tiene algún tiempo es probable que sea un aparato poco eficiente. Aunque aún no haya empezado a darte problemas, si la caldera tiene ya más de 15 años puede ser interesante que te lo plantees para poder planificarlo y no tener que cambiarlo a toda prisa cuando de repente se estropee y deje de funcionar.

Para ayudarte a elegir una buena caldera, debes tener en cuenta distintos aspectos: desde la tecnología, que determina la instalación, al coste y eficiencia y el precio.

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¿Cómo funcionan las calderas de gas?

Las calderas queman un combustible (que suele ser gas natural, pero también butano, propano, hidrógeno o gasoil) cuya combustión produce calor.  Este calor se transfiere a un fluido, generalmente agua, que se hace circular a través de diferentes elementos (radiadores, suelo radiante, etc.) para que transmita su calor al ambiente y así caldear las estancias.

Componentes de una caldera de gas

  • Quemador: Es donde se produce la llama de combustión. Por un lado entra el gas y por otro el aire, la mezcla que facilita que se queme el combustible.
  • Grupo de combustión: La “zona de intercambio”. Donde se liberan los gases para ser facilitados al intercambiador.
  • Intercambiador: Es un conducto largo en forma de zigzag que está en contacto con los gases de la combustión que están a alta temperatura. El agua entra fría y, al circular por ese conducto, va aumentando su temperatura, es decir, en este serpentín se produce el “calentamiento”. La temperatura deseada del agua se regula con los termostatos. Ese agua caliente es la que se distribuye a los grifos de agua caliente y a los radiadores de tu casa.
  • Circuito de humos: recoge todos los humos y los expulsa al exterior a través de la chimenea.
  • Retorno de agua: la tubería de retorno para el agua de los radiadores o la calefacción.
  • Salida de agua: Tubería por donde entra el agua.
  • Circuito de agua: Tubería que envía el agua a la instalación.

Así funcionan una caldera

Los dos elementos que intervienen de forma más directa en el funcionamiento de la caldera son el intercambiador y el quemador. El resto, como la salida, entrada y retorno de agua o el circuito de humos ayudan dando soporte a las tareas de combustión.

La caldera introduce el gas a través de una tubería de gas, una vez que el gas se encuentra dentro se produce la combustión gracias al quemador, que elevará la temperatura de la caldera para que pueda calentar el agua que circula por la misma. El agua caliente se transmite posteriormente a través del conducto para poder proporcionar agua caliente o calefacción.

En el caso de las calderas de condensación se fuerza que los gases de combustión condensen y, de esta forma, se aproveche la energía del vapor de agua para convertirla en calor. El gas se quema a menor temperatura, con mayor aprovechamiento energético del calor, ahorrando gas (hasta un 18%). Además, se reducen considerablemente las pérdidas por humos a través del sistema de salida de gases procedentes de la combustión, expulsando humos de bajo NOx.

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¿Cómo instalar calderas de gas?

El coste de la instalación para un piso oscilaría entre 200 y 400 euros.

¿Dónde se debe instalar una caldera?

  • En un lugar ventilado y protegido de la humedad para que la combustión tenga lugar de manera correcta y segura.
  • Además, deben estar ubicadas cerca de la fuente de combustible y de los puntos de consumo de calor, para minimizar la longitud de las tuberías y reducir las pérdidas de energía.
  • El lugar donde se instale debe tener una superficie mínima de 3 metros cuadrados en edificios existentes, y 4 en nueva construcción
  • Las calderas de condensación necesitan contar con un desagüe para eliminar el agua generada por los condesados. En el caso de no contar con un desagüe cercano habrá que instalar una bomba para condensados, que impulsará el agua a través de un fino tubo de plástico hasta el desagüe. 
  • En cuanto a la salida de humos, en viviendas unifamiliares, ya sea en fachada o en la cubierta, deben estar ubicadas a una distancia mínima de 3 metros de la vivienda del vecino. En el caso de edificios de viviendas, cualquier nueva instalación debe ser aprobada por la comunidad de vecinos.
  • La instalación de la caldera siempre debe hacerla un técnico autorizado, que disponga de un carné profesional de instalaciones térmicas en edificios, y pertenecer a una empresa legalmente establecida. 
  • Cuando termine su trabajo, tiene obligación de entregarle un certificado de instalación en un impreso oficial expedido por la Delegación de Industria de su comunidad autónoma.
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Tipos de caldera

Existes diferentes maneras de clasificar las calderas: según su combustible, sistema de combustión, instalación…, aunque quizá su clasificación más conocida es según su salida de humos. A continuación, te contamos cuales son las diferencias entre unas y otras:

Calderas no estancas/atmosféricas

Captan el oxígeno para la combustión de la misma habitación donde se encuentran instaladas, con lo que existe intercambio de gases con la estancia. Los gases de la combustión se expulsan al exterior por una salida de humos. Se trata de una categoría ya en desuso, ya que desde el 2010 están prohibidas y no se pueden instalar en viviendas, aunque si tienes una instalada que todavía funciona, no hace falta que la cambies. En términos de seguridad y rendimiento estas calderas han sido superadas por otras tecnologías. 

Dentro del grupo de calderas atmosféricas, se distinguen dos subtipos: tiro natural y tiro forzado. En las primeras la salida de humos se realiza por convección natural y la segunda incorporan un ventilador que ayuda a expulsar los gases.

Calderas estancas

En estas calderas la combustión se realiza en una cámara cerrada herméticamente y la evacuación mediante ventilador. Este tipo de calderas ha evolucionado en los últimos años y se han desarrollado tecnologías que mejoran su eficiencia y las emisiones contaminantes. De esta forma, en orden cronológico de aparición en el mercado se tienen los siguientes tipos:

Calderas estancas sin condensación

Están permitidas, pero, desde el 2015 su uso se limita solamente a viviendas unifamiliares aisladas y en bloques de pisos si la extracción se hace por tejado. Estas restricciones, junto con sus limitaciones de rendimiento (90-95%) hacen que no sea la opción más atractiva.

Calderas de bajo NOx

Se trata de una caldera similar a las anteriores, pero incluye una tecnología que controla la combustión y hace que se queme menos combustible y las emisiones de contaminantes se reduzcan. De igual manera, no llegan a los rendimientos de las calderas de condensación. Las restricciones de este tipo de calderas es que en bloques de edificios se deben instalar en fachada. Necesitan desagüe al igual que las de condensación.

Calderas de condensación

Desde el año 2015, solamente se fabrican calderas de condensación, como establece el Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE y, para nuevas construcciones, solo se permite instalar calderas de condensación.

Su tecnología recupera gran parte del calor de los humos evacuados tras la combustión, lo que disminuye el consumo de energía al reaprovechar el calor generado y, además, enfría los humos de salida, lo que reduce las emisiones de contaminantes hasta un 70% respecto a otras tecnologías.

Las calderas de condensación pueden tener un rendimiento superior al 100%. Aunque parezca imposible, no es ningún error puesto que, al recuperar el calor generado, realmente estamos aprovechando todo el calor real que es capaz de generar el combustible, y de ahí que sus rendimientos superen el 100%.

El punto negativo es que necesitan un desagüe cercano para verter el agua condensada, por lo que además su instalación es más compleja.      

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En qué fijarse para elegir caldera

Una vez que tienes claro el tipo de caldera que quieres, debes pensar en donde instalarla. Hay dos modalidades, que dependen del espacio que tengas y de la potencia de la caldera:

  • Calderas de pie o suelo: por lo general, tienen más potencia y están indicadas para viviendas unifamiliares o grandes superficies a calentar.
  • Calderas murales: se colocan a media altura, soportadas en la pared. Son las más extendidas, ya que necesitan mucho menos espacio y suelen ser suficientes para calentar apartamentos. 
  • Las calderas de condensación, al tratarse de las más actuales, pueden tener algún tipo de funcionalidad adicional en la que puedes fijarte a la hora de hacer tu compra. Quizá no son elementos esenciales, pero pueden ayudar a que incrementes el confort en tu hogar y en tu día a día.
  • Calderas con acumulación/microacumulación: incluyen depósitos donde acumulan el agua caliente, como hace un termo eléctrico convencional. La disponibilidad de agua caliente es inmediata y no tendrás que derrochar agua hasta que sale caliente. Lo negativo es suelen tener menor rendimiento que las calderas de condensación convencionales sin acumulación. Por ello, es muy común que la acumulación de agua sea en pequeñas cantidades (microacumulación), para lograr un compromiso entre un buen rendimiento y posibilidad de acumular agua.
  • Calderas modulables: permiten regular la potencia de la caldera en función de la temperatura ambiente o la temperatura exterior. Así, el consumo de gas se ajusta mucho a la necesidad y se consume el mínimo posible.
  • Termostatos exteriores: es una variable importante a considerar. El termostato exterior mejora la eficiencia energética de la vivienda, ya que hará que esté siempre la temperatura que quieras, evitando que suba innecesariamente si la temperatura fuera es alta, con un ahorro nada despreciable en tu factura del gas. Existen incluso modernos termostatos inteligentes para controlar la temperatura de tu vivienda desde cualquier lugar mediante una app.
  • Pantallas digitales: ayuda a consultar y controlar el estado de la caldera fácilmente, y, en muchos casos, de forma remota, vía WiFi o mediante una app que permita monitorizar y realizar cambios en la configuración de tu equipo. De esta manera ganarás en comodidad y seguridad con tu caldera.
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¿Qué potencia debe tener mi caldera?

Las calderas mixtas deben ofrecer una potencia suficiente para soportar el ACS y la calefacción de tu hogar. Escoger la potencia correcta depende del tamaño de la vivienda, del número de personas que habitan en ella y de los hábitos diarios. En la práctica, el instalador se ocupará de dimensionar la instalación y escogerá una caldera de potencia suficiente para satisfacer tus necesidades diarias, teniendo en cuenta estos factores:

  • Superficie a calentar: en general los expertos recomiendan una media de potencia de 150 W por cada metro cuadrado de superficie a calentar. Así pues, para una vivienda de 120 m2 deberías seleccionar un modelo de mínimo 18 kW para estar seguro de que la calefacción llega a todos los puntos de la casa, eso, sin contar necesidades de ACS.
  • Zona geográfica y aislamiento de la vivienda: las necesidades de calefacción en invierno dependerán de dónde se ubique tu casa y del aislamiento que tenga. Si tienes una vivienda mal aislada, las necesidades de calefacción se incrementan y necesitarás un equipo de mayor potencia. En OCU te enseñamos cómo mejorar el aislamiento de tu vivienda.
  • Uso del agua caliente: la distribución del uso del agua caliente varía mucho de un hogar a otro, en función del número de personas que la habiten y sus rutinas. Si necesitáis usar el agua caliente varia personas al mismo tiempo, necesitarás una caldera de mayor potencia.

A continuación, te dejamos una tabla orientativa del rango de potencias que debería tener tu caldera según la superficie de tu vivienda:

Potencia de la caldera según superficie de la vivienda
Menos de 80 m2 80-120 m2 120-180 m2 Más de 180 m2
20-24 kW 24-26 kW 26-30 kW Desde 32 kW


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Precios muy variables

El precio de una caldera doméstica de condensación oscila entre los 800 y los 2.500 euros, pero puede variar bastante dependiendo del establecimiento donde la compres. Si lo eliges bien, puedes obtener grandes ahorros.

Si compras a un distribuidor o tienda física, el precio suele ser algo más elevado que en una página web especializada. La ventaja de hacerlo en un establecimiento físico es que la mayoría de las veces el precio va a incluir una instalación autorizada y un asesoramiento que a través de internet no tendrás. Esto justifica dicha diferencia de precios. Si compras la caldera sin instalación, debes tener en cuenta que te pueden cobrar 400 euros o más por ponerla.

Aprovecha las ayudas para cambiar tu caldera

Por tanto, no te limites a visitar una sola tienda. Y si puedes, espera a que tu Comunidad Autónoma ponga en marcha un Plan Renove de Calderas, ya que las bonificaciones oscilan entre los 255 y los 400 euros. Existen diferentes ayudas para cambiar tu caldera por una nueva o por otro sistema de calefacción más eficiente. Las ayudas a las que se puede optar son tanto autonómicas como municipales.

  • Autonómicas: de momento, solo en Asturias, Castilla y León, Castilla La-Mancha, Extremadura y Galicia. Se espera que se incorporen la totalidad de las comunidades a estas ayudas, así que si resides en una comunidad donde no existen ayudas de momento, lo mejor es que estés atento a si se lanza un programa de estas características.
  • Municipales: Puede que existan programas de ayuda específicos de tu localidad. Consulta la página web del ayuntamiento para obtener información al respecto.

Para más información, puedes consultar Cómo conseguir una ayuda para cambiar de caldera..

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Cómo comprar la mejor caldera

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, te animamos a buscar una caldera eficiente y de buena calidad. Nuestra recomendación es que consultes nuestro comparador, donde pasamos revista a los últimos modelos del mercado, analizando sus características, prestaciones y precio.
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¿Cómo usar una caldera de gas de forma eficiente?

Las temperaturas de consigna más habituales en una instalación individual son:

  • Temperatura de caldera o de calefacción: En instalaciones con calderas u radiadores convencionales 70ºC sería lo más adecuado:
  • Menor consumo al reducir las pérdidas de energía.
  • Los radiadores serán focos de calor más tenues, proporcionando mayor confort.
  • Las manchas en la pared serán menores.

En instalaciones con suelo radiante, la temperatura deberá estar en torno a los 50ºC.

En instalaciones con calderas de condensación, lo ideal es que estas puedan trabajar con una temperatura variable, reduciendo el consumo al reducir las pérdidas. La temperatura de retorno a la caldera será inferior, por lo que las calderas tendrán mejor rendimiento.

  • Temperatura de ambiente: entre 19 y 21ºC cuando estemos en casa. Cada grado de más supone un 7% más de consumo de combustible.
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Preguntas Frecuentes

¿Es mejor una caldera estanca o una caldera de condensación?

La principal ventaja de una caldera de condensación es su mayor eficiencia. Y,sin ser una energía renovable, también son más respetuosas con el medio ambiente, pues según el estudio conjunto existía una diferencia del 21 % en cuanto al impacto ambiental con respecto a las calderas sin condensación. Por eso, en la actualidad, ya no prácticamente no se fabrican calderas que no sean de condensación.

¿Cuál es el mejor tipo de caldera?

Hoy en día hay muchas soluciones diferentes para climatizar una vivienda más eficientes y responsables con el medio ambiente. No obstante, como ya se ha señalado antes la alta eficiencia y seguridad de las calderas de condensación hacen que estas sean las candidatas idóneas para aquellos que cuenten con sistema de gas canalizado.

¿Cómo calcular el tamaño de la caldera que necesito?

El tamaño de la caldera es lo que se llama la potencia de la caldera, que dependerá del espacio que se vaya a calentar, las personas que vayan a estar en el mismo, y el lugar geográfico donde se encuentre (ver “¿Qué potencia debe tener mi caldera?”)

¿Cuánto cuesta poner una caldera?

El coste de la instalación para un piso puede suponer desde 400 euros para sustituir una caldera anterior, sin modificar chimeneas ni desagües, hasta los 3.700 euros que puede costar instalar un sistema de calefacción con radiadores

¿Qué se debe tener en cuenta para la instalación de una de condensación?

En la salida del circuito de humos debe incluirse un colector de material apropiado para recogerlos y evacuarlos al exterior de manera continua. El sifón debe estar permanentemente lleno de agua. Son más adecuados sifones con alta capacidad de agua y con menos posibilidad de vaciado durante los periodos prolongados de paro de la instalación. El conducto de evacuación desde la caldera hasta el entronque con el desagüe debe mantener una pendiente constante durante toda su longitud de cara a asegurar la evacuación en todo momento y un ángulo de inclinación igual o mayor al 3% es adecuado.

¿Quién debe realizar la instalación? ¿Qué es el carnet de instalador?

De acuerdo a lo establecido en el Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y sus Instrucciones Técnicas, el montaje y mantenimiento de este tipo de instalaciones sólo puede ser realizado por aquellos profesionales que dispongan de un carné profesional de instalaciones térmicas en edificios, emitido por el órgano competente de la Comunidad Autónoma, aunque tendrá validez en toda España. No obstante, estar en posesión del carné profesional no es suficiente, además debe de pertenecer a una empresa legalmente establecida. 

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