Guía de compra de ordenadores
Hace tiempo que los ordenadores de sobremesa dejaron paso a los portátiles, y éstos a nuevos dispositivos, como ultrabooks o tabletas. Si necesitas un ordenador, valora qué uso vas a darle y cómprate el indicado. No gastes dinero de más en un dispositivo que no necesitas.
Son multitud las opciones que actualmente tenemos a la hora de comprar un ordenador. Los PC de sobremesa dejaron paso a los portátiles y éstos a un sinfín de nuevos dispositivos. Si necesitas uno, valora qué uso vas a darle y elige. Al margen del tipo de ordenador que escojamos, debemos fijarnos en los componentes que influyen en el rendimiento del aparato.
Procesadores y usuarios
Está formado por diferentes núcleos, de ahí su nombre: dual core, quad core u octa core. Hay dos principales fabricantes, Intel y AMD. Al escoger, debes tener en cuenta tu perfil de usuario.
Si utilizas el ordenador para gestionar pequeños documentos, enviar emails y navegar por Internet, eres un usuario básico. Con Intel puedes optar por una de las series Atom, Celerom o Pentium. En AMD, debes escoger entre el E2 o el A4.
En el caso de trabajar con textos largos, hojas de cálculo complejas o edición de fotografías, eres un usuario intermedio. Mejor inclínate por un procesador Intel Core i3 o i5 o un AMD A6 o A8.
Si utilizas programas con demasiada complejidad gráfica, como editores de vídeo, o juegos muy pesados, eres un usuario avanzado. Para este tipo de usuarios, lo mejor son procesadores Intel i7 o AMD A10 o FX.
Memoria RAM y tarjeta gráfica
Para un uso normal, 4GB de RAM son suficientes. Muchos ordenadores y tabletas tienen tarjetas gráficas de memoria compartida; es decir, que comparten la memoria RAM con el sistema, y son perfectamente capaces de ejecutar las tareas del día a día.
Para programas más complejos gráficamente, como los editores de vídeo o los juegos muy pesados, se debe optar por 8 GB o 16 GB de RAM y por una tarjeta gráfica con memoria dedicada, que tiene la ventaja de poder ser sustituida fácilmente en los ordenadores de sobremesa.
Disco duro
La elección del disco duro dependerá de la cantidad de ficheros que se pretendan guardar. Si es música, fotos o vídeos largos, opta por un disco con al menos 1TB, que son 1.024 GB. Otra buena opción puede ser elegir un disco duro con menos memoria e invertir en la compra de un disco duro externo, muy útil para copias de seguridad (backups).
También se puede combinar un disco duro con un disco SSD, que es más rápido. Mejora el funcionamiento del sistema de acceso a los ficheros ahí almacenados y también la velocidad de arranque.
Son multitud las opciones que actualmente tenemos a la hora de comprar un ordenador. Los PC de sobremesa dejaron paso a los portátiles y éstos a un sinfín de nuevos dispositivos. Si necesitas uno, valora qué uso vas a darle y elige. Al margen del tipo de ordenador que escojamos, debemos fijarnos en los componentes que influyen en el rendimiento del aparato.
Procesadores y usuarios
Está formado por diferentes núcleos, de ahí su nombre: dual core, quad core u octa core. Hay dos principales fabricantes, Intel y AMD. Al escoger, debes tener en cuenta tu perfil de usuario.
Si utilizas el ordenador para gestionar pequeños documentos, enviar emails y navegar por Internet, eres un usuario básico. Con Intel puedes optar por una de las series Atom, Celerom o Pentium. En AMD, debes escoger entre el E2 o el A4.
En el caso de trabajar con textos largos, hojas de cálculo complejas o edición de fotografías, eres un usuario intermedio. Mejor inclínate por un procesador Intel Core i3 o i5 o un AMD A6 o A8.
Si utilizas programas con demasiada complejidad gráfica, como editores de vídeo, o juegos muy pesados, eres un usuario avanzado. Para este tipo de usuarios, lo mejor son procesadores Intel i7 o AMD A10 o FX.
Memoria RAM y tarjeta gráfica
Para un uso normal, 4GB de RAM son suficientes. Muchos ordenadores y tabletas tienen tarjetas gráficas de memoria compartida; es decir, que comparten la memoria RAM con el sistema, y son perfectamente capaces de ejecutar las tareas del día a día.
Para programas más complejos gráficamente, como los editores de vídeo o los juegos muy pesados, se debe optar por 8 GB o 16 GB de RAM y por una tarjeta gráfica con memoria dedicada, que tiene la ventaja de poder ser sustituida fácilmente en los ordenadores de sobremesa.
Disco duro
La elección del disco duro dependerá de la cantidad de ficheros que se pretendan guardar. Si es música, fotos o vídeos largos, opta por un disco con al menos 1TB, que son 1.024 GB. Otra buena opción puede ser elegir un disco duro con menos memoria e invertir en la compra de un disco duro externo, muy útil para copias de seguridad (backups).
También se puede combinar un disco duro con un disco SSD, que es más rápido. Mejora el funcionamiento del sistema de acceso a los ficheros ahí almacenados y también la velocidad de arranque.
Conocidos como desktop computers, en inglés, u ordenadores de sobremesa o simplemente PC, en español, se trata de máquinas potentes con un precio relativamente asequible, sobre todo desde que se impusieron los dispositivos portátiles, aunque, aun así, siguen siendo más caros que éstos.
Este tipo de ordenadores funciona muy bien tanto con programas simples (editores de texto, hojas de cálculo o presentaciones) como con otros más exigentes. Es la mejor opción para quienes trabajan con editores de vídeo o quienes disfrutan con juegos muy pesados.
Otra ventaja de los PC es que se pueden cambiar y añadir componentes para personalizarlos por completo y adaptarlos a nuestras necesidades. Si quieres ahorrarte algún dinero, puedes sustituir la torre, o sólo algunas partes de la torre, manteniendo el monitor.
A la hora de elegir ordenador, comprueba si tiene puertos USB en el frontal y a los lados, porque son las conexiones más accesibles. Podemos encontrar ordenadores de este tipo desde unos 350 euros.
Estos ordenadores son una buena opción si no se dispone de espacio para un PC de sobremesa. Todo el sistema está dentro de la caja del monitor, por lo que no existe torre. Basta añadirle el ratón y el teclado, incluidos en la compra de muchos modelos.
Su limitación viene porque sus reducidas dimensiones complican su actualización en lo que se refiere a hardware. Por eso, se debe prestar especial atención al elegir el procesador y la memoria RAM. Para trabajos domésticos y para navegar por Internet bastará con 4 GB, pero para un uso más exigente, como juegos pesados o programas de edición de imagen o sonido, se deben escoger de 8 a 16 GB de RAM y una placa base con buena memoria.
Al valorar las opciones disponibles en el mercado, es mejor optar por un ordenador con salida de vídeo analógica (VGA) y otra digital (HDMI o DVI). Así se dispone de mayor compatibilidad con otros dispositivos, como los televisores. Pueden comprarse desde unos 600 euros.
Son una buena opción para quienes necesitan un ordenador portátil para trabajar, pero tienen un presupuesto limitado. Un portátil básico debe ser una buena herramienta para edición de textos, hojas de cálculo, navegar por Internet y enviar emails.
La autonomía de la batería de este tipo de dispositivos varía entre 4 y 6 horas y su peso suele oscilar entre los 2 y los 4 kilos, dependiendo del modelo. Por regla general, los monitores de estos ordenadores ofrecen una calidad media y suelen tener 14 o 15 pulgadas. Tienen una buena relación calidad-precio-autonomía.
La memoria de estos modelos está equipada con tarjetas gráficas de memoria compartida, pero eso no afecta a su capacidad de ejecutar las tareas del día a día. Ya es posible encontrar ordenadores de este tipo por menos de 500 euros.
Los portátiles multimedia cuentan con pantallas de entre 15 y 17 pulgadas y ofrecen un mayor rendimiento que los portátiles básicos, porque disponen de más memoria RAM y tarjetas gráficas con memoria dedicada. Los altavoces integrados también ofrecen una calidad superior.
Los ordenadores 'transportables' tienen características similares y pantallas a partir de 17 pulgadas, aunque habitualmente pesan demasiado y no resultan tan prácticos. Estos aparatos resultan muy útiles en oficinas, en lugar de un ordenador de tipo desktop o PC. La gran diferencia es que pueden ser transportados puntualmente.
En cuanto a la pantalla, se puede optar por acabados mate, que reducen los reflejos de la luz; o brillante, que da colores más realistas y un mayor nivel de contraste. Están a la venta desde unos 600 euros.
Son la clase más sofisticada de los portátiles y además arrancan muy rápidamente porque casi siempre incorporan un disco SSD.
Se trata de ordenadores fácilmente transportables que ofrecen un elevado rendimiento. La autonomía de la batería oscila entre 6 y 10 horas. Pesan menos de 2 kilos y ejecutan sin problemas la mayoría de programas, ya sean simples o pesados.
Normalmente los ultrabooks no disponen de unidades de CD o DVD, y sustituyen esta posibilidad por el almacenamiento en la nube o bien en memoria USB.
Los precios de estos dispositivos oscilan entre 600 y 1.000 euros. Si te interesa un portátil de estas características, conoce la mayoría de opciones disponibles en el mercado con ayuda de nuestro Comparador.
Estos ordenadores unen lo mejor de dos mundos, puesto que son ultrabooks que se transforman en tabletas. Utilizan Windows 8 por lo que permiten instalar los programas clásicos para PC.
Se puede ocultar el teclado detrás de la pantalla o simplemente quitarlo y, como la pantalla es táctil, se puede interaccionar con las aplicaciones o redactar pequeños textos, como si de una tableta se tratara. Pero no se deben confundir con las tabletas con teclados, pues las funcionalidades son muy distintas.
Podemos encontrarlos en las tiendas a partir de 1.000 euros.
Las tabletas son ideales para tareas simples, como acceder a aplicaciones, navegar por Internet, usar el correo electrónico o jugar.
Son finas, ligeras y disponen de una buena autonomía, puesto que su batería dura hasta 10 horas. Se transportan fácilmente a cualquier lugar y todas las operaciones se realizan con un toque, aunque también tenemos la posibilidad de usar un teclado externo.
Las tabletas disponen de un sistema operativo con una arquitectura diferente a la de los demás ordenadores, por eso únicamente funcionan en ellas las aplicaciones desarrolladas en origen para este tipo de soporte.
Están a la venta desde unos 100 euros, dependiendo sobre todo del tamaño de su pantalla. Si vas a optar por comprarte una tableta, conoce las características y precios de la mayoría de ellas en nuestro Comparador de Tabletas.