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Discos de almacenamiento en red, tu propia nube

19 marzo 2014

Un disco de almacenamiento en red permite tener un servidor o una nube personal en casa y acceder a contenidos en cualquier lugar a través de la Red. Teniendo en cuenta que el número de aparatos conectados a la red doméstica es cada vez mayor, puede ser una buena solución.

La información que generamos crece a un ritmo imparable y es esencial que tengamos la posibilidad de acceder a ella en cualquier lugar y a todas horas. Podemos lograrlo gracias a los discos de almacenamiento en red, unos dispositivos también conocidos como Network Attached Storage (NAS), que permiten tanto almacenar como compartir la información guardada.

Los discos de almacenamiento en red centralizan la información en un mismo emplazamiento y se conectan con las redes domésticas. Permiten acceder, editar y compartir ficheros en todos los equipos conectados a él. Los discos de red tienen una elevada capacidad de almacenamiento (más de 1.000 GB) y son ideales para música, fotos y vídeo. Podemos definirlos como nubes personales y, a diferencia de la solución cloud habitual, el disco NAS es controlado por el usuario doméstico, que lo tiene siempre disponible en su red de casa.

Una buena elección desde 91 euros.

Discos de red contra servicios cloud

Los discos de almacenamiento en red conllevan una inversión de al menos 100 euros. Las ventajas son innegables; incluso sin conexión a Internet, la información siempre es accesible desde casa y la velocidad de transferencia es muy superior a la de los servicios cloud tradicionales.

Para usuarios más preocupados por la seguridad y la privacidad, saber dónde está almacenada la información es otro aliciente. El usuario dirige las operaciones y la tranferencia de información no se procesa a través de Internet, únicamente dentro de la red doméstica.

A cambio, muchos servicios cloud clásicos, como Dropbox o Google Drive, por ejemplo, dan la posibilidad de almacenar datos de manera gratuita y garantizan que la información está segura, pero su capacidad de almacenamiento gratuita será siempre inferior a la de un disco de red. Además, en el caso de servicios que necesitan de un software que sincroniza carpetas del ordenador con la nube, la información se mantiene duplicada en el ordenador y en el servidor de la empresa de almacenamiento online.

Cómo conectar

Para conectar un disco NAS a una red doméstica hay varias posibilidades:

  • Conexión Ethernet. El cable de red ofrece una mayor velocidad de transferencia.
  • Conexión USB. Es más versátil, porque es compatible con todos los dispositivos.
  • Conexión wifi. Es más cómoda. No necesita tener un disco puerto de router.

Cuando accedemos al NAS a través de un PC, el disco es identificado como un dispositivo de almacenamiento externo. 

Otra posibilidad de almacenamiento es la tecnología DLNA, que es compatible con videoconsolas y smart TV, además de serlo con ordenadores y smartphones.