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Condiciones de almacenamiento online: ¿vives en las nubes?

07 marzo 2017
Almacenamiento nubes condiciones

Los servicios en la nube o cloud computing nos permiten almacenar online contenidos e información personal. Pero, ¿tienes claro los derechos y obligaciones entre las partes que conllevan estos contratos aunque sean gratuitos?  Para que Vivas Un Internet Seguro, analizamos las condiciones generales de los principales servicios. 

Gracias al almacenamiento en la nube puedes disponer de los archivos en cualquier dispositivo conectado a Internet y compartirlos fácilmente con amigos y familiares. Como habitualmente muchos de estos servicios se ofrecen de forma gratuita en un primer momento (aunque también tienen a disposición del usuario versiones de pago), en la mayoría de las ocasiones los consumidores no tienen claro que se trata de un contrato de adhesión con condiciones generales que establecen una serie de derechos y obligaciones entre las partes con independencia de que sea gratuito.

Para que no te adhieras sin saber y sin haber leído de forma completa sus condiciones normalmente largas y farragosas, analizamos los contratos de los principales servicios de almacenamiento en la nube: Amazon Cloud Drive, Dropbox, Google Drive, iCloud, Mega, Onedrive y 4Shared.

El usuario es propietario de los ficheros almacenados

Los contratos suelen identificar al prestador del servicio y su ubicación, describen en qué consiste el servicio en cuestión y si es gratuito o de pago. Además, indican qué tratamiento se dará a los datos personales, qué medidas de seguridad se tomarán para protegerlos (uso de contraseñas, sistemas de verificación reforzada, cifrado de datos...) y qué ocurrirá si esas medidas son violentadas. También aclara que los ficheros almacenados no serán cedidos a terceros y lo que ocurrirá con ellos cuando el servicio deje de prestarse.

Sin embargo, si ocurre algún problema que provoca que se dañen o pierdan los contenidos, por lo general, las empresas pretenden eximirse de toda responsabilidad en caso de que los contenidos sufran daños. ICloud, por ejemplo, aclara que no responde en caso de pérdida, retirada o corrupción de los ficheros, al igual que Mega, que también se lava las manos por los problemas en la navegación, en el sitio web o en el servicio. Las pocas que mencionan indemnizaciones hablan de cantidades mínimas, de como mucho el importe de los servicios abonados, caso de Amazon Drive y de Dropbox.

OCU recuerda que el usuario sigue siendo propietario de los contenidos que sube a la nube, la mayoría de las empresas reconoce esta propiedad y la custodia que ejercen sobre los contenidos no supone ninguna cesión por parte del consumidor. Con la excepción de Google Drive que impone una condición excesiva a juicio de OCU ya que permite “usar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, …” que permitan que el contenido funcione mejor en sus servicios. Una excusa pequeña para una condición tan amplia.

¿Qué es el derecho al olvido?

El consumidor puede cancelar su cuenta en la nube siempre que quiera.  En algunos casos también lo puede hacer el proveedor del servicio (uso ilegitimo o inactividad). OCU cree que, al acabar la relación, las empresas deberían devolver los datos que custodian o bien que los destruyera mediante métodos de borrado seguro y definitivo si ese es el deseo del cliente.

El nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos, que se aplicará plenamente en 2018, reconoce estas posibilidades a través del derecho a la supresión, popularmente llamado “derecho al olvido” y del derecho a la portabilidad de los datos, que obliga a la empresa a facilitar el trasvase con éxito a otra nube diferente y en todo caso su devolución al cliente. El “derecho al olvido” ya se encuentra acogido tras la Sentencia del TJUE de 13 de mayo de 2014 y proveedores como Google lo aplican.

Recomendaciones para almacenar de forma segura

  • Recuerda que no se debe confiar en la nube ciegamente. Nuestro consejo es que almacenes en otro soporte copias de seguridad de tus contenidos, especialmente si te importan mucho.
  • Comparte los contenidos con personas de confianza ya que ellas podrán a su vez compartirlos con terceros fuera de tu control.
  • No subas a la nube información delicada, como un documento que recoja las claves de acceso a las cuentas bancarias. La nube no es inexpugnable (en septiembre del año pasado, sin ir más lejos, Dropbox fue objeto de un robo masivo de contraseñas).
  • Si sincronizas tus dispositivos, lo que hagas en cada uno de ellos se replicará en los demás (por ejemplo, si borras un fichero usando la aplicación de la nube que te has descargado en el móvil, no esperes poder acceder a él entrando en la web de la nube desde una tableta).
  • Si deseas abandonar la nube, exige que los datos te sean devueltos o que se te facilite su portabilidad a otra nube, si ese es tu deseo.
  • Sigue las precauciones generales de uso seguro de Internet: elije bien y memoriza tus contraseñas, no te conectes desde ordenadores públicos, actualiza tu antivirus, etc. Si quieres aprender más, te contamos los secretos para que navegues seguro en:

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