Cloud Computing: vivir en la Nube
El cloud computing o computación en la Nube es lo último en tecnología web. A partir de ahora, Internet será tu disco duro. Correo, música, almacenamiento... Todo está online. Aprende a volar.
Ya has oído hablar de ello, pero quizás te preguntes en qué consiste exactamente. Se llama cloud computing y solo si vives en las nubes podrás ignorarlo. Lo más probable es que, aunque no lo sepas, ya lo estés usando.
La dichosa "Nube" no es otra cosa que Internet. Cloud computing es trabajar con programas online que no hace falta descargar para usar. A menudo, ni siquiera es necesario instalarlos. Vivir en la Nube es manejar aplicaciones que están en la Red, sin consumir recursos de nuestro propio ordenador.
Podemos encontrar todo tipo de programas. Se acabó el ir a la tienda, comprar una caja con el software y volver a casa para instalarlo. Ahora está en la Nube y es gratis, aunque algunos servicios se pagan (premium). Lo que antes estaba en el disco duro, ahora está en el ciberespacio.
Ya has oído hablar de ello, pero quizás te preguntes en qué consiste exactamente. Se llama cloud computing y solo si vives en las nubes podrás ignorarlo. Lo más probable es que, aunque no lo sepas, ya lo estés usando.
La dichosa "Nube" no es otra cosa que Internet. Cloud computing es trabajar con programas online que no hace falta descargar para usar. A menudo, ni siquiera es necesario instalarlos. Vivir en la Nube es manejar aplicaciones que están en la Red, sin consumir recursos de nuestro propio ordenador.
Podemos encontrar todo tipo de programas. Se acabó el ir a la tienda, comprar una caja con el software y volver a casa para instalarlo. Ahora está en la Nube y es gratis, aunque algunos servicios se pagan (premium). Lo que antes estaba en el disco duro, ahora está en el ciberespacio.
Las ventajas del cloud computing son evidentes:
- Olvídate del viejo pánico por dañar o perder tus documentos y programas. Todo se conserva en la Red.
- Puedes acceder a tus ficheros desde cualquier lugar del mundo, solo necesitas un ordenador (no tiene por qué ser el tuyo) y una conexión a Internet.
- Es más fácil compartir información con otros: trabajar en documentos comunes, compartir música y fotos...
- No te preocupes por actualizar las aplicaciones: cada vez que las uses se pondrán al día automáticamente.
Pero no hay cara sin cruz ni sol sin sombra. Estar en la Nube plantea algunos problemas:
- Todo se guarda en la Red, de acuerdo, pero ¿qué ocurre si por algún fallo mis documentos e informaciones se pierden o sufren daños? ¿Recibiré alguna indemnización? ¿De qué tipo? ¿A quién podré reclamar? Las condiciones de servicio de la mayoría de estos programas incluyen cláusulas de renuncia de garantías y limitación de responsabilidad que dejan desprotegido al usuario.
- Olvídate de trabajar sin conexión a Internet: su disponibilidad y calidad se convierten en algo indispensable.
- Los piratas informáticos ya no tienen que buscar una aguja en un pajar: les basta concentrarse en determinados servidores para intentar robar los datos personales de multitud de usuarios.
Lugares desde los que gestionar muchas tareas a la vez. Con una sola cuenta de usuario podremos usar:
- Correo electrónico: Sin instalar ningún programa, revisaremos nuestra bandeja de entrada desde cualquier ordenador que tenga acceso a Internet. Es gratis, tiene capacidad de almacenamiento ilimitada y cuenta con un chat para conversar con otros amigos que estén conectados en ese momento.
- Herramientas online: Si estamos trabajando en un documento, ya no hace falta enviar el fichero a nuestro correo para así poder modificarlo desde varios equipos. Las herramientas online permiten crear y editar documentos sin instalar nada en el ordenador. Y acceder a esos documentos desde cualquier equipo. Son un espacio en el que almacenar datos que podremos compartir con quien queramos.
Abriéndonos una cuenta de usuario con Google, tendremos acceso a una amplia Nube:
- Gmail: Excelente aplicación de correo electrónico, muy personalizable (permite instalar muchas aplicaciones extra) y con la que podrás gestionar eficazmente tus correos aunque recibas un gran volumen de emails. Por contra, no es de uso intuitivo: no recomendado para novatos.
- Google Docs: Para crear, editar, almacenar y compartir documentos. Tiene 1GB de memoria gratuita (ampliable si pagas). Podrás crear texto, hojas de cálculo, presentaciones, formularios y dibujos. También permite subir documentos, imágenes y vídeos que hayas creado en tu ordenador. Herramienta muy potente que destaca por su función de colaboración en tiempo real: si estás trabajando con otra persona en un documento, podrás ver los cambios al instante (y utilizar el chat para comentarlos). Por contra, no es intuitivo y es difícil gestionar los documentos.
- Picasa: Para almacenar, editar y compartir fotos. Tiene 1GB de memoria gratis (ampliable si pagas). Podrás etiquetar tus fotos y comentar las de otros. Como defecto, no permite clasificar los álbumes y no siempre es sencillo encontrar las fotos que otros han compartido contigo.
- YouTube: Fundamentalmente para ver y compartir vídeos. También permite almacenarlos, aunque no resulta tan cómodo.
Microsoft Windows
Una sola cuenta te basta y te sobra para acceder a:
- Hotmail: Correo electrónico con 5GB para almacenamiento y el famoso chat integrado de Messenger. Intuitivo y fácil de usar, recomendado para novatos. Pero no puede personalizarse en absoluto y mejor evitarlo si manejamos un gran volumen de emails, ya que ofrece escasas posibilidades de almacenamiento y gestión.
No filtra bien el spam. - Skydrive Documentos: Permite crear documentos en Word, Excel, Power Point y One Note. Ofrece 5GB de espacio. Sencillo e intuitivo, con una fantástica edición de ficheros, como si estuviésemos trabajando con el Office de Windows. Por contra, no tiene la función de colaboración en línea: si una persona tiene abierto un fichero, otra persona no podrá editarlo.
- Skydrive Fotos: 5GB para guardar y compartir fotos. Permite etiquetar y comentar, aunque es algo confuso saber con quién estamos compartiendo cada álbum.
Prácticamente todas las canciones que te vengan a la cabeza están en la Nube. Las aplicaciones de reproducción online han revolucionado la manera que tienen los usarios de escuchar música:
Spotify
Ofrece un amplio repertorio de canciones "oficiales": existe un convenio entre Spotify y las distribuidoras de música. La calidad de las grabaciones es generalmente buena. Requiere instalar un pequeño programa en el ordenador y está disponible para todos los sistemas operativos (excepto algunas distribuciones de Linux).
Muy bien integrado con Facebook, pudiendo escuchar las canciones favoritas de tus amigos. También permite compartir mediante Twitter y Messenger.
La versión gratuita tiene funciones limitadas y molestos anuncios (como los de la radio) cada 3 o 4 canciones. Solo permite escuchar 10 horas de música al mes y un máximo de 5 veces la misma canción. Si te quedas con ganas de más, tendrás que pagar.
La versión premium cuesta 9,99 euros al mes. Permite el uso ilimitado, no tiene anuncios y dispone de aplicación para móviles.
Existe una versión intermedia, llamada Unlimited: cuesta 4,99 euros al mes y no incluye servicios para móviles, aunque permite uso inlimitado y no tiene publicidad.
Cuenta con un servicio de compra directa de canciones: al igual que iTunes Store o Amazon, puedes pagar por descargarte en formato mp3 las canciones que más te gusten. No hace falta pasar por otras páginas web: las canciones se descargan directamente en una carpeta de tu ordenador. Sin embargo, el precio por canción es excesivo (aunque incluye bonos de canciones: a más canciones, menor coste por cada una de ellas).
Grooveshark
Esta aplicación permite a los usuarios buscar y subir música a la Red de forma gratuita. Funciona en el propio navegador web, así que no hace falta instalar nada en el ordenador. A diferencia de la mayoría de servicios de cloud computing (Spotify incluido), no es necesario abrirse una cuenta para escuchar música (aunque tendrás que hacerlo si quieres compartirla).
Su catálogo es muy amplio, ya que echa mano de las canciones que suben los propios usuarios. Por este mismo motivo, algunas de las grabaciones son de baja calidad.
Permite compartir en la mayoría de redes sociales (Facebook, Twitter, StumbleUpon...) e incluso crear un widget para tu blog con un enlace directo a una canción determinada.
Si lo que te interesa es comprar canciones, te resultará incómodo: redirige constantemente a otras páginas como iTunes y Amazon.
La velocidad con la que reproduce cada canción depende de tu conexión a Internet. Por lo general, es más lento que Spotify.
La versión gratuita tiene publicidad visual en los laterales de la página. Para librarse de ella existe una versión Plus (4 euros al mes) y otra llamada Anywhere (6 euros al mes), que permite escuchar música en el móvil (aunque no para iPhone).
Dropbox
Es necesario instalar un programa en el ordenador. Crearemos así en nuestro disco duro una carpeta llamada "Dropbox", en la que guardaremos los archivos que queramos. Esta carpeta será accesible desde cualquier ordenador del mundo tras acceder a la página web de Dropbox.
Dispone de 2GB de espacio gratis (ampliables si pagas) y permite compartir algunas carpetas, manteniendo otras privadas. Ofrece una útil aplicación para móviles. Muy recomendable si lo que buscas es un disco duro online. Sin embargo, no es lo ideal para compartir archivos, ya que en ese caso el límite de almacenamiento se supera rápidamente. Además, es necesario que el otro usuario también tenga cuenta en Dropbox.
Para usar los servicios de cloud computing sin sustos, te conviene respetar algunas reglas:
- No te fíes: la Nube no es intocable ni eterna. Por más que todo pueda estar online, te recomendamos que hagas una copia de seguridad de tus documentos más importantes.
- Si todo funciona bien, tus contenidos solo podrán verlos quien tú quieras. Pero cualquier contenido de la Nube es susceptible de ser visto y utilizado por extraños. Sé prudente con lo que cuelgas, protege con contraseña cuando sea posible y dedica un tiempo a aprender cómo funcionan los diferentes permisos y configuraciones de privacidad de cada aplicación.
- Prácticamente todos estos programas tienen una versión gratuita: prueba varios antes de decidir cuál de ellos te convence más (y en cuál merece la pena pagar por la versión premium).
- Respeta en todo momento los derechos de propiedad: si subes contenidos a la Nube (fotos, películas, libros...) puedes estar vulnerando el copyright y exponerte a que se te cancele la cuenta y otras consecuencias aún más desagradables.