Qué es el ciberacoso y cómo evitarlo
Internet puede llegar a ser un lugar peligroso, sobre todo para los más jóvenes, debido a lo que se conoce como ciberacoso: el uso de las tecnologías de la comunicación con el propósito de dañar a alguien de manera repetida y deliberada.
Se conoce como ciberacoso al uso de las tecnologías de la comunicación (mensajes de texto, correos electrónicos, páginas web, redes sociales...) con el propósito de dañar a alguien de manera repetida y deliberada.
Las formas en las que este daño se puede infligir son muy diversas: revelar información personal, propagar rumores, suplantar o directamente robar la identidad digital, amenazar, insultar u ofender, acosar sexualmente...
En nuestra última encuesta sobre el acoso escolar y laboral hemos querido conocer hasta qué punto este fenómeno está extendido entre la población adulta. Para ello hemos preguntado a personas con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años si habían sufrido alguna situación que podría catalogarse como de ciberacoso en los últimos doce meses.
El 7% admitió que había sufrido ciberacoso de manera repetida, ya que no contabilizamos los casos en los que estas situaciones se produjeron de manera puntual.
Se conoce como ciberacoso al uso de las tecnologías de la comunicación (mensajes de texto, correos electrónicos, páginas web, redes sociales...) con el propósito de dañar a alguien de manera repetida y deliberada.
Las formas en las que este daño se puede infligir son muy diversas: revelar información personal, propagar rumores, suplantar o directamente robar la identidad digital, amenazar, insultar u ofender, acosar sexualmente...
En nuestra última encuesta sobre el acoso escolar y laboral hemos querido conocer hasta qué punto este fenómeno está extendido entre la población adulta. Para ello hemos preguntado a personas con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años si habían sufrido alguna situación que podría catalogarse como de ciberacoso en los últimos doce meses.
El 7% admitió que había sufrido ciberacoso de manera repetida, ya que no contabilizamos los casos en los que estas situaciones se produjeron de manera puntual.
Al tratarse de una encuesta internacional, realizada en Italia, Portugal, Bélgica y Brasil, además de en España, pudimos comprobar que estamos bastante por encima del resto de países europeos sondeados, pero por debajo de los brasileños.
En la mayoría de los casos el agresor era una persona desconocida, como se muestra en el gráfico.
- Más de la mitad de los encuestados respondieron al ciberacoso bloqueando al agresor de su cuenta/página o creando un nuevo usuario o perfil.
- Casi uno de cada cuatro no hizo nada al respecto.
- Únicamente el 2% informó a la Policía de este tipo de comportamiento.
También quisimos saber si nuestros encuestados habían adoptado el rol de ciberacosadores en alguna ocasión, y casi nadie admitió haberlo hecho.
- El 4% reconoció haber publicado alguna entrada en alguna red social o blog para reírse de alguien o hacerle enfadar.
- El 3% declaro haber enviado un email o SMS por las mismas razones, pero de manera muy puntual.
- Uno de cada cuatro admitió, no obstante, que mintió sobre su edad y otros datos personales en Internet en los últimos seis meses.
La prevalencia del ciberacoso disminuye a medida que aumenta la edad de los encuestados, lógicamente, ya que los más jóvenes son quienes más utilizan las nuevas tecnologías.
Nuestra encuesta no recogía datos sobre menores, pero hay diversos estudios que han tratado de medir la incidencia del fenómeno. Uno de los más relevantes es el estudio internacional Las conductas relacionadas con la salud y el desarrollo de los adolescentes, realizado entre estudiantes de 11 a 18 años y coordinado en España a través del Ministerio de Sanidad.
Este estudio detalla que en los últimos dos meses, el 8% de los escolares ha sido acosado o maltratado a través del ordenador (con correos electrónicos y/o imágenes) y al 7% le ha ocurrido lo mismo a través del teléfono móvil.
El estudio muestra que la prevalencia del ciberacoso es ligeramente mayor entre los chicos que entre las chicas. En relación a la edad, los que más sufren este tipo de prácticas son los que tienen edades comprendidas entre los 13 y los 16 años.
En cuanto a qué pueden hacer los padres para prevenir y proteger a los menores del ciberacoso, existen varias posibilidades, como utilizar un software específico: programas de control parental o navegadores para niños
Protégeles y Fundación Alia2 son dos páginas web que ofrecen información y apoyo y funcionan también como plataforma de denuncia de contenidos inadecuados en la Red.
La comunicación con los hijos es importante para poder prevenir el ciberacoso y actuar en caso de que ya se haya producido. Es habitual que nuestros hijos no nos digan en un primer momento que están sufriendo este tipo de comportamientos.
Se debe prestar atención a los cambios repentinos de humor de los hijos o a modificaciones en su uso de Internet, porque podrían ser indicios de ciberacoso. Si tenemos la confirmación de que ha sido ciberacosado, debemos hablar con confianza, sin regañar o reprimir y mostrarle nuestro apoyo incondicional.
En muchas ocasiones los padres carecen de conocimientos sobre redes sociales o Internet, lo cual supone una importante barrera a la hora de comprender qué está ocurriendo.
Los padres deben informarse sobre estos temas e intentar aprender cuáles son los contenidos más populares entre los adolescentes en la Red (Tuenti, Facebook, Twitter...).
Una buena opción es navegar por Internet con nuestros hijos. Se puede colocar el ordenador en una zona común de la casa y no en la habitación, así se puede supervisar mejor lo que hacen los hijos en la Red.
Los padres deben dar a sus hijos algunas normas básicas de comportamiento en Internet, por ejemplo que no se debe dar información personal a desconocidos o compartir imágenes.
En definitiva, el sentido común funciona en la Internet igual que en la calle.