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Prestaciones médicas de los seguros de salud

¿Estás pensando en contratar un seguro de salud? Más allá de su coste y sus detalles de contratación, debes tener en cuenta otras cuestiones relacionadas directamente con la cobertura médica, las exclusiones y las prestaciones cubiertas... que, al fin y al cabo, es por lo que contratamos un seguro de este tipo.

03 mayo 2023
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¿Te interesa un seguro de salud privado?

En España contamos con un Sistema Nacional de Salud robusto y una cobertura sanitaria pública satisfactoria, especialmente cuando hablamos de problemas de salud graves o que requieren una atención compleja (tratamientos de cáncer, terapias hematológicas avanzadas, necesidad de trasplante de órganos). Pero no podemos ignorar otros aspectos más negativos de la atención sanitaria, como las largass listas de espera en algunas especialidades, pruebas o intervenciones quirúrgicas... e incluso hoy día a la hora de consultar con el médico de familia, o las insuficiencias asistenciales en algunas áreas, como la psicoterapia o la rehabilitación de lesiones musculares o esqueléticas.

De ahí que muchas personas consideren oportuno disponer, además, de un seguro de salud privado. ¿Estás pensando en contratar un seguro privado?

Comparar seguros de salud

A la hora de decidirse por el mejor seguro de salud entran en juego muchos factores: entre ellos hay algunos que no son puramente sanitarios, como la modalidad de seguro elegido (con o sin copagos, por ejemplo), las condiciones jurídicas o el coste de las primas... todos estos son aspectos muy importantes, que se deben considerar, pero a veces nos llevan a perder de vista el mayor valor de un seguro de salud: sus prestaciones sanitarias.

¿Estás perdido y no sabes en qué fijarte en ese sentido? Hay algunos aspectos que debes valorar para analizar las pólizas desde el punto de vista asistencial y sanitario.

Cómo elegir un seguro de salud según sus prestaciones sanitarias

Antes de profundizar en las coberturas propiamente médicas, no conviene olvidar aspectos más puramente funcionales de infraestructura de servicios, que en un momento determinado pueden marcar la diferencia:

Infraestructura y servicios con los que el seguro cuenta en el área de residencia. Es importante valorar si el cuadro médico disponible en la localidad y las posibilidades de hospitalización, en caso de ser necesaria, se ajusta a las necesidades.

Existencia de prestaciones a domicilio explícitas, tanto de urgencia como asistenciales, algo que hay que valorar en situaciones en las que los desplazamientos resultan dificultosos.

Cobertura de los desplazamientos en ambulancia, y posible existencia de límites geográficos al desplazamiento.

Condiciones físicas de hospitalización. En la mayoría de los casos estará cubierta en habitación individual y con cama de acompañante (en lo que es uno de los grandes atractivos de los seguros de salud), pero hay que valorar el tiempo, el tipo de enfermedad que cubren...

10 cuestiones sobre coberturas médicas

El aspecto crucial que debes valorar para acertar al elegir un seguro sanitario privado son sus coberturas médicas. Estos son 10 puntos a tener en cuenta:

  1. El detalle de las prestaciones sanitarias cubiertas en las pólizas y documentos. Hay compañías que ofrecen documentos muy genéricos, frente a otras mucho más precisas. Es posible que la compañía no se niegue a cubrir una prestación no señalada expresamente en la póliza, pero a falta de detalles, quedarás a expensas de lo que quieras concederle. Fíjate en que no existan contradicciones entre lo señalado en una sección u otra de los documentos (el listado de servicios admitidos y el listado de circunstancias excluidas, por ejemplo).
  2. El tipo de prestaciones en función de tu situación personal o familiar. Quizá la contratación de un seguro de salud va asociada al proyecto de ser padres con la idea de poder elegir al obstetra que atienda el embarazo y el parto o que la clínica tenga habitación individual... Pero hay coberturas muy concretas que pueden marcar la diferencia en situaciones no siempre previstas, por ejemplo, hay pólizas que cubren la hemodiálisis en caso de insuficiencia renal crónica, indicador de una buena predisposición hacia los pacientes crónicos.
  3. Periodos de carencia. Casi todas las pólizas los incluyen, pero son variables: cerciórate de si pueden afectar a la calidad de la prestación. 
  4. Cobertura de prótesis e implantes. Hay pólizas que excluyen prótesis muy importantes, como las esqueléticas y cardiovasculares. Casi todas cubren la implantación de marcapasos, pero muchas excluyen la de desfibriladores automáticos implantables, por ejemplo. Tenlo en cuenta.
  5. Prestaciones oncológicas. La inmensa mayoría de las pólizas excluyen modalidades de quimioterapia específicas (como la intraperitoneal o la intratecal) o tratamientos avanzados con fármacos biológicos o terapia personalizada. Tampoco suelen incluir modalidades específicas de radioterapia (como el haz de protones) o trasplantes de médula ósea heterólogos.
  6. Prestaciones oftalmológicas. La cirugía refractiva (de miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia...) está excluida de la inmensa mayoría de las pólizas. También suelen estar excluidos tratamientos que pueden llegar a ser importantes, como el de la degeneración macular asociada a la edad.
  7. Límites de sesiones. En algunas prestaciones específicas (como la podología y la psicología) suele fijarse un número máximo de sesiones por año y asegurado, que puede varias entre unas pólizas y otras.
  8. Gastos farmacéuticos. Casi ninguna póliza cubre gastos farmacéuticos más allá de los administrados durante una hospitalización, pero hay pólizas que, por ejemplo, cubren un porcentaje de gasto de medicamentos genéricos en farmacias hasta un cierto límite por asegurado y anualidad. Otras incluyen, por ejemplo, cobertura de audífonos e implante coclear en niños, algo nada habitual en este tipo de servicios.
  9. Valora las exclusiones: algunas son comunes a todas las pólizas (lesiones por catástrofes naturales, epidemias declarados oficialmente, lesiones autoinfligidas, etc.) pero otras que no lo son. Hay seguros, por ejemplo, que excluyen la cobertura de la patología relacionada con VIH/sida.
  10. Franquicias. Valora hasta qué punto algunas resultan excesivas. Por ejemplo, hay pólizas que incluyen una franquicia muy elevada para la cirugía robótica, una de cuyas aplicaciones más extendidas hoy día es el tratamiento del cáncer de próstata. En otras pólizas esta prestación queda cubierta.

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¿Realmente necesitas un seguro de salud?

Con subidas o sin ellas, e incluso teniendo en cuenta  diferentes modalidades que reducen el importe de la cuota, lo cierto es que los seguros de salud pueden ser costosos, y eso se debe valorar. Si prevés un uso esporádico y estás cubierto por la sanidad pública, quizá podría interesarte más pagar por cada acto médico: una consulta con un médico especialista puede costar entre 30 y 100 euros, mientras que una resonancia magnética (una de las pruebas médicas más costosas) puede oscilar entre los 100 y los 250 euros. 

Comparar seguros de salud

¿Y las pólizas dentales?

Las pólizas dentales cubren un aspecto de la atención que la sanidad pública deja al descubierto (salvo algunos procedimientos básicos).

  • Aunque normalmente hay que abonar una parte del coste de los servicios, las tarifas son más bajas que acudiendo al dentista como particular. Estos seguros se pueden contratar junto con una póliza 
  • Si el estado de tu dentadura es óptimo y simplemente le interesa hacerse las revisiones y limpiezas anuales, quizá no merezca la pena. Pero a partir de un uso moderado puede resultar una opción ventajosa, especialmente si tu dentista su confianza está concertado.

¿Viajes cubiertos?

Si lo que quieres es tener cubierta la asistencia sanitaria durante los viajes, ten en cuenta que estas pólizas están realmente pensadas para cubrir la asistencia médica en el país en el que se contratan y aunque incluyan un seguro de asistencia en viaje pueden ser insuficientes en caso de verdadera necesidad: en esos casos, es mejor contratar un buen seguro de viaje.