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Resistencias a los antibióticos: preguntas y respuestas

17 noviembre 2023
Resistencia de las bacterias a los antibióticos

Los antibióticos se están volviendo inútiles frente a las bacterias resistentes. Y por eso, muchas infecciones, hasta hace un tiempo fácilmente curables, están dejando de serlo. Pero ¿qué sabes sobre este problema? ¿Hay alguna forma de frenar su avance?

Las bacterias se están haciendo fuertes

El 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, una iniciativa alentada por la Comisión Europea que OCU apoya desde sus inicios. Su objetivo es animar a un uso responsable de estos fármacos e informar sobre los riesgos que entraña su utilización masiva e inadecuada. Aprovechamos esta conmemoración para recordar la principal amenaza derivada de ese mal uso: la aparición de las temidas resistencias bacterianas.

Una emergencia sanitaria mundial

El fenómeno está alcanzando tales proporciones que empieza a ser una gran preocupación en todo el planeta. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera como uno de los diez mayores problemas de salud pública a los que se enfrenta la humanidad. La Comisión Europea señalaba, en 2022, que era una de las tres grandes amenazas para la salud. 

El avance de la resistencia antibiótica está imposibilitando la lucha contra las infecciones bacterianas, infecciones que hasta no hace mucho eran fácilmente curables, como las del tracto urinario, la sangre, las que se transmiten por las vías respiratorias o por vía sexual (como la gonorrea), entre otras. En Europa, según el Centro Europeo para el control y prevención de enfermedades (ECDC), el número de infecciones por bacterias resistentes y el número de muertes que producen son equivalentes a las que producen el VIH/SIDA, la tuberculosis y la gripe juntos.

Resistencia de las bacterias a los antibióticos

10 preguntas con respuesta

Este problema requieren acciones coordinadas y a todos los niveles. Tú, como paciente, también puedes poner tu granito de arena, de entrada, informándote un poco más sobre las resistencias.

  1. ¿Qué es la resistencia a los antibióticos?
  2. ¿Cómo se hace resistente una bacteria?
  3. ¿Cómo llegan esas resistencias hasta los seres humanos?
  4. ¿Cuántas personas mueren cada año por este problema?
  5. ¿Cuánto dinero nos cuesta?
  6. ¿Cuál es la solución a este problema?
  7. ¿Cuál es el consumo de antibióticos en España?
  8. ¿Se investiga lo suficiente para desarrollar nuevos antibióticos?
  9. ¿Qué plantea la UE para incentivar la investigación?
  10. ¿Hay otras alternativas?

1. ¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

Los expertos hablan de “resistencia antibiótica” o “resistencia bacteriana a los antibióticos”. Se trata de un proceso alarmante: las bacterias se están volviendo inmunes a los medicamentos antibacterianos, más conocidos por todos como antibióticos

Existe un término más amplio, “resistencia antimicrobiana”, que engloba no solo a las bacterias, sino también a otros organismos microscópicos (virus, hongos o parásitos).  El resultado siempre es el mismo: los medicamentos se vuelven ineficaces frente a las infecciones que desencadenan esos seres vivos.  

2. ¿Cómo se hace resistente una bacteria?

La clave son unos cambios pequeños o mutaciones que tienen lugar en el material genético de las bacterias. Suceden, de forma natural, cada vez que estos microorganismos se dividen para reproducirse. Algunos de esos cambios, fruto del azar, les ayudan a protegerse de la acción de los antibióticos y a sobrevivir. 

  • Los genes que les hacen resistentes se transmiten a la descendencia y pueden ser transferidos a las bacterias colindantes, con lo que se pasa de un único individuo resistente a toda una población.
  • Es un proceso natural que puede llevar años, pero en ocasiones bastan unos meses. 
  • Y lo que es más importante: este proceso natural se ve acelerado e incentivado por la presencia de los antibióticos

Es decir, que el uso inapropiado o masivo de los antibióticos no hace más que agravar la situación. Acaban apareciendo bacterias multirresistentes o superbacterias.

Resistencia de las bacterias a los antibióticos

3. ¿Cómo llegan esas resistencias hasta los seres humanos?

La propagación a los seres humanos se produce a través de los alimentos, las heces, el agua, la cercanía o el contacto con personas, animales, objetos o superficies contaminadas. Es un problema global, que no conoce fronteras.

En los hospitales y centros sociosanitarios, donde se convive durante largos periodos, como las residencias de mayores, la propagación de las resistencias es muy alta. Alrededor del 70 % de las infecciones que se adquieren en estas instalaciones son causadas por bacterias resistentes. 

4. ¿Cuántas personas mueren cada año por este problema?

Se estima que en 2019  fueron 1,27 millones de fallecidos en todo el mundo: 38.710, en la UE y unos 3.000, en España. Son personas con infecciones que habrían sobrevivido si los antibióticos no hubieran fallado.

5. ¿Cuánto dinero cuesta la resistencia de los antibióticos?

El gasto sanitario anual en la Unión Europea como consecuencia de las resistencias bacterianas asciende, según los cálculos, a 1.500 millones de euros. Esto se debe a que son infecciones que acaban complicándose, muy difíciles de tratar y muy graves (e incluso mortales). Eso supone estancias hospitalarias más largas y tener que echar mano de los antibióticos de reserva, que generalmente son más caros y pueden producir efectos adversos más graves. Por otro lado, cuando las infecciones no responden a los antibióticos se ponen en riesgo muchos procedimientos hospitalarios: los trasplantes, las quimioterapias, las cirugías... La resistencia bacteriana afecta a la economía global, pero también a la individual y familiar.

6. ¿Cuál es la solución a este problema?

Pues claramente usar menos y usar mejor los antibióticos. Esto es algo que sabemos: de hecho, en el reciente  Eurobarómetro de la UE un 86 % de la población española contestó que el uso innecesario de los antibióticos los hace ineficaces. Sin embargo, ese mismo sondeo revela que aún hay ideas erróneas muy comunes: 

  • Un 46 % de los españoles piensa que los antibióticos matan a los virus. 
  • Un 36 % cree que son eficaces contra los resfriados.

Grábalo en tu memoria: los antibióticos son fármacos que solo sirven para combatir las infecciones causadas por bacterias. Frente a los virus, como los de la gripe o los resfriados, son ineficaces. También muchos problemas comunes suelen ser de origen vírico: dolores de garganta, otitis media o sinusitis aguda, tos, fiebre alta... No insistas a tu médico que te los recete en esos casos. Descubre qué más puedes hacer para no contribuir a las resistencias bacterianas:

Cómo usar bien los antibióticos en casa

Antibióticos

Por la propia naturaleza de las bacterias y sus mutaciones, cualquier antibiótico, viejo o nuevo, está abocado a dejar de funcionar algún día. Por eso, España ya está aplicando en el ámbito sanitario las medidas que propone la OMS:

  • Algunos antibióticos apenas se deben de usar y se deben dejar en "reserva", como último recurso para tratar las infecciones más complicadas, las causadas por  bacterias multirresistentes.
  • Hay que usar lo menos posible los antibióticos que sirven contra un amplio abanico de bacterias (se dice que son de "amplio espectro") y dar preferencia a los más selectivos, que solo atacan a bacterias concretas (los de "espectro reducido").

El problema con el que se enfrentan a veces los médicos es que existen pocos test rápidos fiables para diagnosticar cuál es la causa de la infección. Eso explica que, en la UE en 2020, los antibióticos de amplio espectro se usaran el triple que los de espectro reducido.

7. ¿Cuál es el consumo de antibióticos en España y en la UE?

España ocupa la 7ª posición en el ránkin de países europeos que más antibióticos de uso humano consumen, detrás de Rumanía, Chipre, Bulgaria, Grecia, Francia y Polonia. Estamos peor que Italia o Portugal y lejos de las cifras de Suecia o Países Bajos. La buena noticia es que en nuestro país la tendencia es a la baja.

Ahora mismo en la Unión Europea el consumo de antibióticos es mayor en los seres humanos que en los animales productores de alimentos, gracias a las actuaciones que se han llevado a cabo por parte de las autoridades responsables de agricultura. Antes no era así, pero actuaciones como la campaña de OCU contra el uso indiscriminado de antibióticos en animales, en 2017, han dado resultado.

8. ¿Se investiga lo suficiente para desarrollar nuevos antibióticos?

Es urgente desarrollar nuevos antibióticos para tratar las infecciones por bacterias resistentes. El problema es que apenas se investiga en este campo. Desde 2017, según la OMS, solo han entrado en el mercado 12 nuevos antibióticos. En 2021 solo había 27 nuevos antibióticos "potenciales", en fase de I+D, de los que solo 2 serían eficaces contra una de las resistencias bacterianas considerada crítica.

El problema es que sacar adelante este tipo de productos no es un gran negocio para la industria farmacéutica, que de antemano sabe que las ventas van a estar muy restringidas y limitadas.

Investigación en nuevos tratamientos

9. ¿Qué plantea la UE para incentivar la investigación?

La Comisión Europea está considerando una propuesta muy controvertida que ha partido de la industria: los denominados bonos o cupones de transferencia. Consiste en incentivar a la compañía que desarrolla un nuevo antibiótico con un bono, que serviría para extender el periodo de comercialización exclusiva de un medicamento cualquiera que ya esté comercializado. También se está planteando la posibilidad de venta de esos bonos de unas empresas a otras.

El riesgo que vemos en estos cupones es que se usen para prologar la comercialización exclusiva de los medicamentos más caros y con más ventas, retrasando la comercialización de las versiones genéricas, con todos los beneficios individuales y colectivos que eso genera para los sistemas públicos de salud. Por eso OCU se ha dirigido al Ministerio de Sanidad para manifestarle su preocupación por esta propuesta.  

OCU a favor de la I+D, pero sin bonos

10. ¿Hay otras alternativas?

Está todo por desarrollar: nuevas vacunas, tratamientos con anticuerpos o con virus que atacan a las bacterias (bacteriófagos), nuevas formas de aprovechar el potencial de nuestra propia microbiota, test diagnósticos... Queda mucho por hacer y, a día de hoy, más allá de minimizar el uso de los antibióticos, no hay soluciones a la vista.