Golpe de calor: un peligro real
En estos días en que estamos expuestos a una intensa ola de calor, se suceden las noticias que tienen como protagonistas a personas que han sido víctimas de un golpe de calor. Las consecuencias pueden ser fatales, y no solo para las personas más vulnerables. Hay que tomárselo en serio: te contamos en qué consiste, cuáles son los síntomas y cómo actuar en caso de sufrir un golpe de calor.
Tras una exposición prolongada al sol, cuando las temperaturas son muy elevadas en el exterior o en interiores, o cuando se ha estado desarrollando una actividad física intensa en un ambiente muy caluroso... el organismo puede tener dificultades para regular su temperatura corporal a través de mecanismos naturales como la sudoración o el aumento del ritmo respiratorio.
El resultado es que esa temperatura corporal se eleva de forma anormal, provocando una hipertermia, lo que llamamos un “golpe de calor”.
Precaución con las altas temperaturas
Los golpes de calor ocurren más habitualmente durante una primera ola de calor, cuando el organismo aún no está acostumbrado a las altas temperaturas. También se producen si, como está sucediendo ahora, las temperaturas se mantienen elevadas durante varios días (y sus noches).
En OCU recordamos cada verano las precauciones que se deben adoptar para hacer frente al calor extremo. En esa misma línea, el Ministerio de Sanidad lanza una campaña que recoge las recomendaciones generales frente a las peligrosas olas de calor e incluye también un mapa diario de riesgo por altas temperaturas, donde se pueden localizar las previsiones y el riesgo por provincia: es buena idea consultarlo.
Ministerio de Sanidad: Mapa de riesgo
Síntomas de un golpe de calor
- Sensación de calor extremo.
- Sequedad y enrojecimiento en la piel.
- Pulso débil y acelerado.
- Dolor de cabeza y malestar.
Quien está sufriendo un golpe de calor siente primero confusión y acaba por perder el conocimiento. Se trata de una situación muy grave, que puede tener fatales consecuencias.
Por suerte, no todas las molestias físicas asociadas a las altas temperaturas son tan dramáticas como el golpe de calor propiamente dicho. En los días de intenso calor es frecuente la sensación de agotamiento o debilidad, y que las personas más predispuestas sufran bajadas de tensión y mareos.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
Ante la sospecha de un golpe de calor avisa al 112 y solicita atención médica urgente. Mientras tanto, el afectado:
- Debe esperar a la asistencia en un lugar lo más fresco y oscuro posible.
- Beber agua y enfríar si es posible el cuerpo dándose una ducha o un baño o cubriéndose con toallas empapadas en agua fría.
- Aunque la temperatura corporal esté elevada, la hipertermia no tiene que ver con la fiebre por tanto no hay que tomar antitérmicos.
Estos consejos son validos también en caso de decaimiento, maros, bajadas de tensión…
Lo mejor, prevenir
Lo mejor, en cualquier caso, es evitar esta grave situación, por o que te recordamos nuestros consejos básicos de prevención si hace mucho calor.
- Bebés y niños pequeños, las personas mayores, las personas con discapacidad física o intelectual y los enfermos crónicos (en especial quienes padecen enfermedades del corazón, respiratorias e insuficiencia renal) son grupos de riesgo que requieren especial atención cuando hace calor.
- Una buena hidratación es fundamental. Bebe agua y líquidos muy a menudo. Evita el alcohol, que acelera la deshidratación y aumenta, de hecho, el riesgo de golpe de calor.
- Elige platos ligeros que también contribuyan a mantenerte hidratado. Ensaladas, fruta, sopas frías como el gazpacho, deben ocupar un lugar preminente en tus menús veraniegos.
- Evita exponerte a los rigores caniculares cuando no sea necesario. Procura permanecer en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
- Si tienes que salir, protege tu cabeza y cuerpo con sombrero y ropa ligera y holgada, preferiblemente de algodón o de otra tela transpirable.
- Cuidado con la actividad física: cuando hace mucho calor hay que reducir la actividad física al aire libre durante las horas centrales del día.
- Atención con los coches: en pocos minutos pueden alcanzar unas temperaturas muy altas. No dejes en ellos sin supervisión a niños, mayores o personas con dificultades de movilidad (¡tampoco a las mascotas!).
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