Mayor exigencia con los filtros solares
Nuestro objetivo es ayudar a los consumidores a escoger una crema solar tan eficaz, como segura.
Un año más, en vísperas del verano, en OCU estamos preparando nuestro análisis de cremas solares. Esta nueva temporada son muchos los fabricantes que han lanzado al mercado nuevos productos, renovando su composición. Por eso estamos aún utimando su análisis y la valoración no solo de su eficacia protectora, sino también de su calidad, seguridad e impacto medioambiental.
Cambios en la formulación de cremas solares
En los últimos años los protectores solares de las principales marcas han ido ajustando sus formulaciones, evitando los ingredientes más preocupantes, tanto desde el punto de vista de la salud, como de la sostenibilidad. Así, comprobamos que se han limitado las fragancias alergénicas y se ha revisado el uso de determinados filtros. Pero claro, también presumen de ello profusamente: en el etiquetado de las cremas aparecen afirmaciones como "fórmula biodegradable", "coral friendly" u "ocean friendly", los envases llevan menos plástico o más plástico reciclado, anuncian que no usan algunos filtros...
Rastreamos y valoramos los filtros
Este año, como es habitual, revisamos la lista de ingredientes de cada producto para detectar la presencia de sustancias cuya inocuidad no está clara, como algunos conservantes, fragancias o filtros UV. En concreto, a la luz de las últimas evidencias científicas, estamos rastreando el uso de dos filtros químicos, homosalate y octocrylene.
El homosalate es un filtro ultravioleta (UV) del que se sospecha que sea un disruptor endocrino. Legalmente el homosalate puede utilizarse en una concentración de hasta el 10%. Sin embargo el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea (SCCS) ha determinado recientemente que el uso de este filtro se restrinja a productos faciales sin propelente, y a la concentración máxima de 7,34% a partir de 2025. Aunque las pruebas científicas no son concluyentes, algunos estudios sugieren que el homosalate puede interferir en la funcionamiento normal del sistema endocrino.
El octocrylene, es otro filtro solar químico ya cuestionado en el pasado por su potencial alergénico. El Comité Científico para la Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea considera que su uso es seguro cuando se encuentra en concentraciones inferiores al 10%. Sin embargo, en un reciente estudio se ha descubierto que octocrylene puede degradarse hasta convertirse en benzofenona, una sustancia potencialmente disruptora del sistema endocrino, cancerígena y mutagénica. El reglamento ha introducido las nuevas restricciones para el octocrylene: empleo a concentraciones no superiores al 10%, al 9% si son con propelente y mantener la sustancia benzofenona a nivel de trazas. Esto es aplicable desde enero 2023 para los productos en el mercado, y para los productos nuevos desde el 28 de julio de 2023.
Aunque, como decimos, es legal en esas condiciones, fundamentamos nuestra recomendación de evitarlo en que actualmente se encuentra en diferentes investigaciones tanto de entidades europeas como de otros organismos científicos.
Ante todo, precaución
En uno y otro caso y existiendo alternativas disponibles, en OCU aplicamos el principio de precaución y “penalizaremos” los fotoprotectores que incluyan estos ingredientes, que no podrán ser considerados de buena calidad. No queremos ser alarmistas ni fomentar quimiofobias, pero sí recordar que lo primero es la salud.
Distintos tipos de filtros
Los filtros UV se han dividido tradicionalmente en filtros químicos y físicos en función de su mecanismo de acción:
- Los filtros solares químicos, filtros orgánicos, absorben los rayos UV, captan la energía y la emiten de nuevo como radiación térmica.
- Los filtros físicos. filtros inorgánicos o minerales, actúan reflejando o dispersando la radiación UV. Son el óxido de zinc o el dióxido de titanio, en sus versiones normales o nano.
Los consumidores están cada vez más concienciados en términos de salud e impacto medioambiental, lo que se traduce en una preocupación creciente por el uso de filtros químicos, sobre todo en bebes y niños. Los filtros minerales, en principio menos problemáticos, apenas se usan: se utilizan sobre todo en cremas solares de marcas de cosmética natural, aún bastante residuales en el mercado. Algunos estudios muestran que los filtros fisicos no suelen bastar para garantizar una protección alta o muy alta y de amplio espectro, y además los productos que usan estos filtros suelen gustar menos a los usuarios por su dificultad para extenderse y dejar rastro blanco..
Nuestro análisis se centra en cremas de gran distribución, de venta en supermercados, perfumería, farmacia y parafarmacia y solo hay un producto que contenga únicamente filtros físicos, mientras que los demás recurren a filtros químicos, o combinaciones de ambos.
Usa y abusa del protector solar
En cualquier caso, para asegurar esa salud, es muy importante utilizar siempre protección solar.
Los beneficios de usar protector solar superan con creces los posibles daños que a la larga pudieran causar algunas sustancias en el entorno o en nuestro organismo: los efectos de la radiación solar sin protección son mucho más graves.
Por tanto, este verano, en cualquier parte, en la playa, en la piscina, en el jardín o incluso en un simple paseo al aire libre, sea cual sea tu tipo de piel, asegúrate de que te aplicas protector solar. Hacerlo es una de las medidas imprescindibles para prevenir los daños derivados de la exposición a los rayos ultravioleta (UV), el envejecimiento prematuro de la piel y el desarrollo de varios tipos de cáncer.
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