Menos IVA para los productos de higiene femenina
El IVA de compresas y tampones pasará por fin al 4%, una buena noticia que responde a una antigua reivindicación de OCU. Esperamos que afecte a todas las opciones, incluidas copas y bragas menstruales.
Compresas, tampones, copas y bragas menstruales son productos básicos, de primera necesidad, cuyo uso es imprescindible. En OCU llevamos años solicitando que su IVA se reduzca al mínimo. Su uso, a lo largo de los años, supone un coste nada desdeñable, pues puede superar con creces los 2.000 euros en los años que dura la vida fértil de una mujer.
IVA superreducido: una reivindicación de OCU
Por fin se ha producido el anuncio del Gobierno de rebajar el IVA de los productos de higiene femenina del 10%, reducido, al superreducido 4%, una medida que ya se aprobó en los presupuestos de 2019 pero aún no se había hecho efectiva, y que desde OCU llevábamos años pidiendo.
Las compresas y tampones, así como otras alternativas, como bragas y copas menstruales, son productos esenciales para la higiene femenina, deben ser considerados productos de primera necesidad: esperamos que la reducción afecte a todos ellos.
Más de 50 euros al año
El coste de los productos de higiene es elevado, que nuestros estudios han cifrado en unos 59 euros al año durante los años fértiles de la mujer, que pueden ser unos 40... al final supone más de 2.200 euros.
No todas las mujeres gastan lo mismo, depende del flujo de cada una, y también del tipo de producto que utilicen. Compresas y tampones siguen siendo las opciones más utilizadas, y también las más caras. Alternativas como la copa menstrual no solo son más sostenibles, al evitar los residuos de las opciones desechables, sino también más económicas.
Una buena medida
Lo incuestionable es que durante unos 40 años, las mujeres necesitan contar con alguno de estos métodos para su higiene básica. No son lujos, sino productos imprescindibles para su salud, higiene y dignidad, y como tales deben ser accesibles.
Desde OCU nos alegramos de este anuncio, que ayudará a combatir la pobreza menstrual, pero insistimos en la necesidad de que estos bienes de primera necesidad estén al alcance de todas las mujeres, por lo que debe completarse con programas de ayudas para mujeres sin recursos.