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Aliviar el dolor de espalda

13 enero 2020
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El dolor de espalda es una de las dolencias más comunes. Una adecuada higiene postural puede ser un elemento esencial para evitar los problemas de espalda. El reposo, el fortalecimiento de los músculos y el uso de analgésicos son medidas eficaces que el médico o el fisioterapeuta nos pueden recomendar.

En la actualidad, se estima que hasta el 84 % de la población sufrirá de lumbalgia en algún momento de su vida.

Lumbalgia: qué es, síntomas y diagnóstico

Cuando hablamos de lumbalgia, nos referimos al dolor que se localiza en la parte baja de la espalda (zona lumbar), la cual se extiende desde las últimas costillas hasta el hueso sacro. En el caso de que el dolor se irradie hacia una nalga, el muslo o por debajo de la rodilla, estaríamos hablando de lumbociática.

En función de su duración, se habla de lumbalgia aguda (que no se extiende más allá de 4-6 semanas) y crónica (que se prolonga más). 

En cualquier caso, los episodios de dolor pueden ir alternando con otros momentos en los que apenas haya molestias.

Factores de riesgo para la lumbalgia

Entre los factores de riesgo asociados al dolor lumbar, se encuentran:

  • Circunstancias personales (edad, sobrepeso, sexo…)
  • Llevar a cabo tareas que requieran de un gran esfuerzo físico
  • Malos hábitos posturales
  • Pérdida del tono muscular abdominal
  • Aspectos psicológicos que conduzcan a somatizar el estrés, como la insatisfacción laboral

Evidentemente, los profesionales con trabajos duros, que cargan peso, con posturas prolongadas de pie o sentados, con actividades repetitivas y exposición a las vibraciones son los candidatos ideales para presentar problemas y dolores de espalda. Éste sería el caso de los trabajadores de la construcción, los fisioterapeutas, los cajeros, los conductores profesionales, los peluqueros, etc.

dolor de espalda

Causas de la lumbalgia

En la mayoría de los casos, la lumbalgia es de origen inespecífico, que no se relaciona de forma clara con ningún problema que exija intervenciones médicas especiales. 

No obstante, hay un pequeño porcentaje de casos en lo que sí hay una causa que desencadena el dolor de espalda y que debe ser abordada de forma específica (un traumatismo, una hernia de disco, un estrechamiento del canal espinal, una metástasis, etc.). Una buena historia clínica y una valoración física detallada servirán para identificar estas condiciones. 

También, puede suceder que la lumbalgia sea un síntoma reflejo de un problema en otra parte del cuerpo (cálculos en el riñón, pancreatitis, etc.).

Diagnóstico del dolor de espalda

El diagnóstico de la lumbalgia se basa en una buena exploración física y una detallada historia clínica por parte del médico.

No se recomienda hacer pruebas de imagen para el diagnóstico (radiografía, TACresonancia magnética…) a no ser que el examen médico y la historia clínica orienten hacia un problema de base como los mencionados anteriormente. En este sentido, los principales signos de alarma son: 

  • Dolor de espalda claramente vinculado a un traumatismo
  • Pérdida de peso inexplicada
  • Historia previa de cáncer
  • Dolor de espalda que se presenta por la noche o, incluso, que nos despierta
  • Abuso de sustancias
  • Fiebre
  • Antecedente reciente de anestesia epidural o raquídea
  • Dificultad para orinar, incontinencia epidural o fecal
  • Déficit neurológico (pérdida de fuerza, pérdida de sensibilidad)
  • Uso crónico de corticoides (que aumenta el riesgo de fracturas vertebrales)

¿Cómo aliviar el dolor de espalda?

Generalmente, el tratamiento se dirige a aliviar el dolor, a recuperar la funcionalidad y a prevenir nuevos episodios.

Para ello, se recomienda el uso de analgésicos (paracetamol, ibuprofeno, etc.) durante breves periodos de tiempo. En aquellos casos que el dolor no remita con este tipo de analgésicos, habrá que recurrir a otro tipo de medicamentos.

Con relación al reposo en cama, éste no es muy recomendable, ya que los pacientes se recuperan peor y suelen tener más dolor. Resulta una mejor opción realizar algún tipo de actividad para ir recuperando paulatinamente la normalidad.

Ejercicios para el dolor de espalda

Existen ejercicios que pueden ser positivos para el dolor de espalda, en general, y la lumbalgia, en particular. Éstos se centran en el fortalecimiento de los grupos musculares del tronco y de la espalda, así como en la movilidad de la columna. Asimismo, son recomendables desde el punto de vista de la prevención. Todo ellos deberán adaptarse a la capacidad y disposición de cada individuo. 

En cualquier caso, y para prevenir el dolor de espalda y la lumbalgia, es recomendable una higiene postural adecuada

Algunos consejos de higiene postural

  • En casa: cuando pase el aspirador, mantenga la espalda recta. Y antes de planchar, regule la tabla a la altura de la cintura
  • A la hora de dormir: acuéstese de lado con las piernas flexionadas y juntas. Use una almohada de la altura adecuada.
  • En la oficina: ajuste la altura de la silla a la mesa de trabajo o viceversa y mantenga la espalda recta. 
  • Levantando pesos: separe las piernas y coloque los pies alrededor del objeto. Haga fuerzas con las piernas y no con la espalda, que debe estar recta.
  • En el coche: apoye la espalda en el respaldo y ajuste el reposacabezas para que la nuca quede bien apoyada. Adapte el asiento a la curvatura natural de la columna.