Si comparamos el consumo eléctrico de un frigorífico con el del resto de electrodomésticos que tenemos en una casa, veremos que el gasto energético de este aparato puede suponer alrededor del 30 % del total del gasto energético de los aparatos. Esto se debe a una razón bien sencilla: una nevera está siempre encendida.

¿Cuánto gasta al día un frigorífico? Su consumo va desde los 500 Wh/24h hasta los 1.100 Wh/24h para los modelos más grandes, lo que supone una diferencia de hasta unos 30 euros al año entre unos y otros. Por eso es normal que se algo que tener en cuenta si te planteas cómo ahorrar luz.

Pásate a la eficiencia energética

Sabiendo esto, y teniendo en cuenta que el precio de la luz está registrando niveles máximos este año, posiblemente ha llegado el momento de optar por una nevera más eficiente energéticamente si estamos pensando en cambiar la que tenemos ahora porque es muy antigua o ya no funciona bien.

Hoy en día, resulta más fácil identificar los electrodomésticos eficientes gracias a las etiquetas energéticas que llevan.

Por eso, a la hora de comprar tu frigo nuevo, fíjate en que tenga una buena calificación de eficiencia energética.

¿Qué significa eficiencia energética clase A?

Ya no hay frigoríficos (ni lavadoras, ni lavavajillas...) de categorías A++ o A+++. Desde marzo de 2021, las etiquetas energéticas de los frigoríficos han recuperado la escala que va desde la A (la clase más eficiente) a la G. En estos momentos, todavía no se le ha asignado la clase A a ningún modelo, para dejar margen a la mejora de la eficiencia. 

Procura elegir un frigorífico con una etiqueta cercana a la A, porque será más eficiente. Si compras un aparato con buena clase energética, no solo conseguirás ahorrarte unos euros en la factura de la luz, sino que también contribuirás a un menor impacto medioambiental.

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En OCU hemos analizado las principales características de más de 100 frigoríficos. Para ello, los hemos llevado a un laboratorio independiente y los hemos sometido a un test para valorar las dimensiones, la velocidad de enfriamiento y congelación, el ruido, la estabilidad de la temperatura, el aislamiento del congelador y si es adecuada la temperatura sugerida por los fabricantes.

La vida media de una nevera suele rondar los 15 años y, por este motivo, es importante que aciertes al 100 % con tu compra. Nuestro comparador de frigos no solo te ayudará a elegir la nevera que mejor conservará tus alimentos y que supondrá un mayor ahorro energético, sino que también podrás consultar qué tiendas ofrecen los precios más competitivos. ¡Anímate y visita nuestro comparador de frigoríficos!

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Consejos para ahorrar energía con tu frigorífico

Si ahora no es un buen momento para cambiar de nevera, no te preocupes porque aquí te dejamos unos consejos que te ayudarán a reducir el consumo energético de tu frigo además de ahorrar luz:

• Instálalo en un lugar adecuado. Vigila que que no esté cerca de una fuente de calor o en un lugar soleado y no lo coloques pegado a la pared, deja unos centímetros de espacio libre para que circule suficiente aire.

• Mantén limpia la parte de atrás del frigo, pasa el aspirador para quitarle el polvo y que la nevera pueda hacer correctamente el intercambio de calor con el ambiente.

• Regula bien la temperatura del frigorífico para que se mantenga entre 3 y 5 grados, y programa el congelador entre -20 y -18 grados.

• No te dejes la puerta del frigo abierta innecesariamente. Para ello, te recomendamos que ordenes bien los alimentos en el interior de la nevera. De este modo, te resultará más fácil encontrarlos, tendrás la puerta abierta durante menos tiempo y gastarás menos electricidad.

• Descongela y limpia el frigorífico al menos 2 veces al año, o bien cuando veas que se forma hielo. Si notas que la formación de escarcha es muy habitual, quizás el problema sea que la puerta ya no cierra herméticamente.

• Limpia y desenchufa el frigo si vas a pasar una larga temporada fuera de casa. Recuerda dejar la puerta un poco abierta para evitar malos olores. 

• Evita meter comida caliente, espera a que esté a temperatura ambiente. Siempre que puedas intenta descongelar los alimentos dentro de la nevera, de esa manera aprovecharás la energía utilizada.