¿Fregar a mano o en lavavajillas? Esa es la cuestión

Con el lavavajillas se invierte menos tiempo y trabajo en la limpieza del menaje, al tiempo que se consigue una mayor higiene. ¿Pero qué ocurre con el agua y, sobre todo, con la energía? Descubre cómo tus hábitos diarios influyen en tus gastos diarios y en el impacto en el medio ambiente.

Costes de lavar a mano o con el lavavajillas

El lavado de la vajilla requiere agua caliente y detergente en ambos casos. Además, en el caso del lavado a mano necesitaremos un estropajo o un cepillo y en el del lavavajillas, electricidad para hacerlo funcionar. Estos son los elementos en base a los cuales hemos comparado el coste de usar el lavavajillas y lavar los platos a mano.

Consumo de agua por lavado

El lavavajillas utiliza el agua de manera mucho más eficiente que las personas al lavar los platos a mano, con un ahorro de entre el 80 y el 85 % de agua fregando a máquina. Claro que el gasto al lavar a mano puede ser muy diferente según como lo hagas:  a lo mejor dejas el grifo abierto todo el tiempo o, al revés, llenas el fregadero una vez y te apañas con eso. De acuerdo con el estudio tarifas del agua en España que OCU ha publicado recientemente, el precio medio de un litro de agua se sitúa en 0,001748 euros.

Estos son los datos en nuestras pruebas:

• Lavavajillas: De 10 a 15 litros de agua por ciclo. Equivale a 0,01749 euros.
• A mano: En torno a 60 litros de agua para dos fregaderos llenos. Equivale a 0,10491 euros.

Consumo de energía por lavado

Calentar el agua se lleva la mayor parte del consumo de energía. Al tener un consumo de agua mucho más pequeño, el gasto del lavavajillas también es más bajo, entre un 50 y un 70% menos de energía que lavar los platos a mano. Estos son los datos de nuestra prueba.

En kilovatios hora (kWh)

• Lavavajillas: El consumo medio de energía de un lavavajillas está entre 0,7 y 1 kWh, según el programa.
• A mano: 60 litros de agua a 40°C consumirán entre 2 y 2,5 kWh de electricidad y algo más, unos 2,8 kWh, si se calientan con gas.

En euros

Teniendo en cuenta un precio de la electricidad de 0,15 euros/kWh (PVPC medio de julio 2023), y un precio de gas de 0,06 euros/kWh, según los consumos anteriores tendríamos estos costes:

• En el lavavajillas: 1 kWh x 0,15= 0,15 euros de electricidad
• A mano con termo eléctrico: 2,5 kWh x 0,15 = 0,375 euros de electricidad
• A mano con calentador de gas: 2,8 kWh x 0,06 = 0,168 euros de gas natural

Como ves, si lavas los platos a mano y tu agua se calienta con gas natural, lavar con el lavavajillas en el programa eco te sale más barato, pero el ahorro es pequeño. Pero cuidado, porque si utilizas el programa principal del lavavajillas, el ahorro se puede esfumar y salirte hasta un 60% más caro.

¿Lavas los platos a mano y el agua se calienta con un calentador de agua eléctrico? En este caso, el programa eco del lavavajillas es un 65% menos costoso en términos de energía y te ahorraría mucho dinero.

Productos para lavar platos

Aparte del agua, para lavar los platos necesitas detergentes y otros productos de lavado. ¿Cuál es la opción más barata aquí? También hicimos los cálculos.

Detergente para lavavajillas

El lavavajillas necesita 3 productos para funcionar correctamente: sal, detergente y abrillantador. Una tableta todo en uno puede realizar las tres funciones. La mejor tableta de nuestra prueba cuesta 31 céntimos y podemos encontrar pastillas todo en uno de calidad por solo 9 céntimos.

Consulta nuestro comparador de detergentes para lavavajillas, en formato líquido o en formato pastillas:

Comparar detergentes para el lavavajillas

Detergente para lavar los platos a mano

Con el mejor producto de nuestro comparador te costaría 1,43 € lavar 1.000 platos y con nuestra Compra Maestra solo 0,37 €. Si quieres saber cuáles son los jabones lavaplatos galardonados, consulta el comparador:

Jabones para lavar vajillas

Estropajos y cepillos

También hay que añadir el precio de los estropajos y cepillos, unos 6 euros. Si calculamos que pueden durar unos 300 lavados, te gastarías unos 2 céntimos por lavado.

¿Y cuánto me cuesta el lavavajillas?

El precio de compra de un lavavajillas de tamaño estándar, de libre instalación y 60 cm de ancho es de unos 450 euros, aunque puede variar dependiendo de si su acabado es en blanco o en inox, en cuyo caso se incrementaría a más de 500 euros. Un modelo encastrable estará generalmente por encima de los 600 euros.

Las Compras Maestras de los lavavajillas de libre instalación de nuestros análisis están todas alrededor de los 400 euros de precio medio. En el comparador puedes ver los modelos galardonados. Si tenemos en cuenta que la duración media de estos aparatos es de 12 años y que puedes lavar con ellos al menos 3.000 platos, la amortización del precio de compra equivale a unos 14 céntimos por ciclo.

Comparar lavavajillas

Fregar con el lavavajillas es más barato

Entonces ¿qué sale más barato, el lavavajillas o fregar a mano los cacharros?

• En consumo y gasto de agua: gana el lavavajillas por goleada, puedes gastar cinco veces menos agua. El ahorro exacto dependerá del precio del agua en la localidad en la que vivas, ya que puede variar bastante.
• En consumo y gasto de energía: el consumo de energía con el lavavajillas es más o menos la mitad. ¿En cuánto ahorro se traduce esto? Pues el ahorro depende de si calientas el agua para fregar a mano con gas, en cuyo caso el coste es muy similar al del lavavajillas, o con termo eléctrico, que cada lavado te cuesta más del doble. Además, buena parte de la energía eléctrica que usamos es de origen renovable, mientras que el gas es un combustible fósil. 

Teniendo en cuenta el precio medio del agua y de la electricidad en España en el verano de 2023, y considerando que cuando friegas a mano lavas unas 20 piezas (en el lavavajillas te caben más) con el detergente más económico, hemos hecho una aproximación de los costes por cada lavado:

Tus ahorros en términos anuales dependerán de cuántos platos tengas para fregar y la frecuencia con la que pongas el lavavajillas: cuánto mayor sea la cantidad de vajila, más notarás el ahorro.

Con lavavajillas: más higiene y menos trabajo

Otra ventaja del lavavajillas es que el lavado resulta más higiénico que hacerlo a mano. Con la elevada temperatura que se alcanza en el interior del lavavajillas, se eliminan las bacterias que pueden generar los restos de comida. Además, la presión que alcanza un chorro impulsado a máquina es mayor que con el lavado a mano. 

Esto no quiere decir que el lavado a mano no sea higiénico: la espuma del detergente es suficiente para arrastar la suciedad y los posibles microorganismos patógenos de la vajilla, pero no se alcanza la misma temperatura. 

Ahorras tiempo, ganas comodidad

Si comparas el tiempo que te puedes pasar fregando y secando platos (unos 15 o 20 minutos tres veces al día) con los 5 minutos que se tarda en meter los platos en el lavavajillas, te darás cuenta de que el lavavajillas ahorra tiempo y discusiones. 

No es necesario que enjuagues los platos y cacharros antes de meterlos en el lavavajillas. Es suficiente con que retires bien los restos de comida con unos cubiertos o una servilleta de papel usada. Si están bien colocados, quedarán limpios y así no perderás el beneficio del ahorro de agua y tiempo. Para ello, debes utilizar un buen detergente para lavavajillas.

Solo si crees que vas a tardar mucho en ponerlo a lavar, conviene que uses el programa rápido de aclarado para que no se peguen los restos y evitar olores.

El lavavajillas también te ayuda a mantener la cocina en orden. Un fregadero lleno de platos sucios es una visión bastante desagradable, pero si están dentro del lavavajillas, los cacharros sin fregar no quedan visibles. 

Cuidado de la vajilla

Existe el mito de que los lavavajillas estropean la vajilla, pero no es cierto. Al lavar a mano corremos más riesgo de que se rompa al resbalarse durante el lavado y de que se raye al usar un estropajo. 

Los lavavajillas cuentan con funciones y programas especiales que evitan la rotura del cristal al evitar choques de temperaturas y que varían la presión del agua según el programa seleccionado con el objetivo de mimar nuestra vajilla. 

No obstante, hay algunos tipos de objetos y menaje que es preferible no lavar en lavavajillas.

Las manos sufren menos

Fregando a mano, la piel sufre más por la exposición a grandes cantidades de agua y la agresividad de los detergentes, a pesar de lo que diga su publicidad. Para quitarnos este problema y evitar los incómodos guantes, puedes meter la mayoría de tus cacharros en el lavavajillas.

Si necesitas fregar a mano alguna cosa, usa siempre guantes y presta atención a las advertencias de riesgos, pues tienen obligación de indicar si la fórmula es irritante para la piel o puede generar una reacción alérgica. En ese caso, busca otro producto menos agresivo y con buena eficacia que, desde luego, existen. 

Elige el mejor lavavajillas

Si ya estás convencido de que es buena idea tener un lavavajillas, puedes encontrar en el comparador el modelo que más te interese:

Cómo ahorrar agua fregando los platos a mano

Aún así, si no tienes espacio para instalar un lavavajillas, también puedes ahorrar fregando a mano. Un estudio de lavado de platos realizado en 2020 por la Universidad de Michigan calculó que la forma más eficiente de lavar los platos a mano es el método de los dos lavados:

1. Quita los restos de comida de la vajilla.
2. Llena el fregadero con agua caliente jabonosa. Por cada 5 litros de agua, añade 5 ml de detergente, el equivalente a una cucharilla de café.
3. Si tienes un fregadero con doble seno, llena el otro con agua caliente o fría. Si no dispones de doble seno, utliza un barreño de plástico.
4. Deja los platos sucios un rato en remojo en el agua caliente y después frótalos con un estropajo. Empieza por la vajilla menos sucia y limpia al final las ollas y sartenes. Para evitar que te cortes, friega los cuchillos de manera independiente sin sumergirlos en el agua jabonosa donde te será difícil verlos.
5. Pasa la vajilla al otro seno y enjuágala en el agua limpia, cambiando el agua si es necesario.
6. Coloca la vajilla enjuagada sobre una rejilla de secado.