Las mejores vaporetas

Los limpiadores a vapor o vaporetas limpian y desinfectan usando solo agua caliente, sin detergentes ni limpiadores. Con esto consigues un buen ahorro en productos de limpieza (te puedes gastar unos 11 euros al año en detergente para suelos) y también ayudas al medioambiente al no verter sustancias químicas dañinas, aunque consumirás algo de energía eléctrica para calentar el agua (unos 12,5 euros al año de luz si tienes tarifa regulada).

¿Qué son y para qué sirven las vaporetas?

Los limpiadores a vapor consisten en un calderín que se rellena de agua y una resistencia que la calienta hasta convertirla en vapor que se propulsa a presión hacia una boquilla. Existen modelos tipo trineo (miden alrededor de 40 x 25 x 25 cm), y escoba y también hay pequeños limpiadores de mano. Si tienes dudas sobre qué tipo elegir, consulta nuestros consejos de compra de vaporetas. 

Siempre sobre superficies impermeables

Las vaporetas limpian azulejos, metal, vidrio, marcos de ventanas y, en general, cualquier superficie que resista al agua. También la puedes usar para desinfectar colchones, tapicerías y alfombras. En cambio, antes de atreverte con madera, tarima o vinilos, tendrías que comprobar si el modelo o la superficie están preparados consultando el manual de su fabricante.

Y no uses nunca un limpiador a vapor sobre un electrodoméstico enchufado. Son muy útiles para quitar la grasa del horno o del frigo, pero desenchúfalos siempre antes de aplicar el vapor y déjalos secar antes de reconectarlos.

Accesorios para vaporetas

Fíjate también en los accesorios: cepillos para suelos, tapicerías, azulejos o juntas, boquillas para concentrar el vapor, raspadores para retirar suciedad difícil o grasa en superficies duras, mopas que recogen el polvo y la suciedad, la lanza de vapor para zonas amplias y algunas hasta traen una plancha o un limpiador de mano.

Un equipamiento útil es el regulador de vapor para controlar el flujo. Procura usar la vaporeta en el ajuste más bajo que sea eficaz y no lances directamente el chorro de vapor hacia los bordes de las encimeras o zonas donde el revestimiento no esté intacto. Con el parqué, haz primero una prueba en una zona poco visible.

Si el agua de tu zona es dura, elige un modelo con cartucho antical o agrega productos antical en el agua. Los cartuchos se suelen comprar en la web del fabricante. En las que no lo llevan, tendrías que enjuagar el depósito con un producto antical varias veces al año.

Comparamos 18 limpiadores a vapor

En esta ocasión, hemos comparado 5 modelos trineo y 13 aparatos tipo escoba, con pruebas sobre diferentes superficies, así como calculando su consumo de energía o la facilidad de uso o la durabilidad.

Trineos más eficaces que escoba

En líneas generales, los limpiadores trineo han conseguido notas más altas que los de escoba. Por ejemplo, son mejores en la limpieza de ventanas, tarea que se les suele resistir a los de tipo escoba, entre los que solo un par de aparatos lo hacen bien.

Ninguno destaca en la limpieza de alfombras. Como mucho, sus resultados son aceptables. Para dejar las alfombras realmente limpias, habría que pasar primero un aspirador que retire bien el polvo y, después, la vaporeta para quitar manchas, levantar el pelo y avivar los colores.

Autonomía ilimitada, buen punto

Todos los modelos excepto dos cuentan con “autonomía ilimitada”, lo que te permite añadir más agua sin tener que apagar y esperar a que el aparato se enfríe, una ventaja para limpiezas largas. Si tu limpiador no indica que se puede rellenar en marcha, no lo abras durante el funcionamiento, pues hay riesgo de quemaduras.

Otra característica útil en los modelos escoba es que se sostengan de pie por sí solos, sin necesidad de sujetarlos, lo que los hace más cómodos de usar.

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