Vidas y planes en suspenso por el coronavirus

Encuesta OCU: hábitos durante el desconfinamiento

¿Hasta qué punto han cambiado las cosas? Pensamos que mucho… y es que es así, y tenemos datos que avalan esta afirmación. OCU y otras asociaciones de consumidores europeas han realizado entre el 16 y 20 de julio una encuesta a personas entre 18 y 74 años, una muestra representativa de la población, para saber cuáles sus costumbres, sus hábitos, sus temores durante el desconfinamiento.

Los resultados son claros: hemos dejado de hacer cosas que solíamos hacer hasta la irrupción de la pandemia, sobre todo porque no tenemos sensación de seguridad al hacerlas y hemos aplazado cuestiones importantes: desde compras e inversiones, a las vacaciones pasando por aspectos relacionados con la salud.

Ocio y salidas

Comparando con la situación previa al coronavirus, en la actualidad los españoles han reducido la frecuencia con la que utilizan ciertos servicios o realizan alguna actividades.

Dejamos de hacer cosas que nos gustan

• Casi un tercio de los españoles que salían a restaurantes habitualmente ha dejado de hacerlo, y un 55% ha reducido la frecuencia con la que salen a comer fuera
• El 53% de los que lo hacían ha dejado de ir a actos culturales.
• El 51% de los que iban a gimnasios, pabellones o centros deportivos cerrados ha dejado de hacerlo.
• Y lo mismo sucede con las compras: un 33% de los que iban habitualmente a centros comerciales ya no lo está haciendo. También un 27% de los que lo hacían  ha dejado de ir a tiendas de ropa, un 29% a tiendas de electrónica y electrodomésticos...  Y en torno a la mitad de los encuestados dicen hacerlo menos ahora que antes de la pandemia,

Además, el 36% ha dejado de usar taxis o plataformas de VTC, y un 31% no usa el transporte público (otro 44% ha reducido la frecuencia de uso). Precisamente, entre las pocas cosas que hacemos más ahora que antes de la pandemia está el uso de nuestro vehículo particular. 

Nos da miedo

¿Y por qué dejamos de hacerlo? Pues porque la percepción del riesgo de contagio en este tipo de servicios o actividades es bastante elevada: ese sentimiento se traduce de manera automática en los cambios en los comportamientos.

El transporte público es el espacio percibido como más peligroso (31% lo considera muy inseguro), seguido de las actividades deportivas en espacios cubiertos (28%) y los eventos culturales (25%) . Mira en el gráfico las actividades en las que nos sentimos más inseguros.

 

Vacaciones: 3 de cada 4 españoles ha cambiado de planes

Las vacaciones también se han resentido, y mucho, por el coronavirus. La incertidumbre económica, el temor a los rebrotes, a nuevos confinamientos, las restricciones y limitaciones en algunos destinos... han hecho que muchas personas decidan cambiar sus planes. Según los datos de la encuesta:

• El 76% de los españoles ha cambiado sus planes de vacaciones.
• El 40% planeaba viajar al extranjero, pero ahora únicamente lo hará el 22%.
• El 16% se quedará en casa.
• Un 64% de los encuestados va a gastar durante las vacaciones menos de lo que pensaba en un principio, y el 30% no gastará nada durante las vacaciones.

El gasto medio en vacaciones será de 606 euros.

Las estaciones de autobús y los autobuses, y los aeropuertos y aviones son los espacios relacionados con viajes que los encuestados consideran más peligrosos en términos de un posible contagio.

Compras, inversiones... planes aplazados

El 13% de los españoles ha cancelado algún plan importante de compra o inversión (adquisición de un vehículo o bienes inmobiliarios, hacer reformas en casa, etc.) debido a la crisis del coronavirus, mientras que el 40% lo ha pospuesto hasta más allá de 2020.

Por ejemplo, entre los que se planteaban comprar una vivienda para uso propio, el 11% ha descartado por completo esa idea, mientras que el 55% ha retrasado sus planes hasta ver cómo evoluciona la situación.

Salud en suspenso

Esta crisis sanitaria nos ha pasado una gran factura en términos de salud: no solo directamente, con miles de enfermos y fallecidos, sino también indirectamente, pues se han tenido que aplazar o suspender definitivamente otras consultas y terapias.

Desde el principio de la crisis del coronavirus, el 33% de los españoles ha sufrido la cancelación de alguna cita sanitaria, o bien esa cita se ha retrasado (así sucede en el 66% de los casos). Esto es algo generalizado, como puedes ver en el gráfico.

 

• Solo se mantuvieron 3 de cada 10 consultas con el especialista.
• Únicamente se realizó un tercio de las pruebas diagnósticas previstas.
• En el caso de las cirugías programadas, el 18% de los que tenían que someterse a una cirugía se encontró con su intervención cancelada, el 44% sufrió retrasos.
• Son similares los porcentajes en atención primaria, fisioterapia, psicoterapia, etc.

El 12% de los españoles considera que estos aplazamientos y cancelaciones han tenido un impacto muy importante en su salud. 

Pero también hay que tener en cuenta que, según los datos de nuestra encuesta, los usuarios no se encuentran muy seguros en los establecimientos sanitarios.

 

En lo que respecta a los espacios sanitarios y el riesgo de contagio, las urgencias son percibidas como los entornos menos seguros: el 32% de los encuestados considera muy inseguro estar en las urgencias de un hospital y  26% las urgencias de un centro de atención primaria

Gobiernos superados por la situación 

Por último, hemos pedido a los encuestados de los distintos países participantes en la encuesta que evaluaran la actuación del gobierno durante los diferentes periodos de la crisis del coronavirus, que van desde los momentos anteriores a la irrupción de la pandemia, cuando se hablaba del coronavirus como algo lejano (enero o febrero), hasta los últimos episodios de la desescalada y la nueva normalidad (junio y julio).

En general, los encuestados consideran que en la gestión de la crisis hay mucho espacio para la mejora: el porcentaje de aquellos que la consideran mala o muy mala nunca baja del 45% para ninguna de las etapas. La valoración es mejor durante el confinamiento estricto y los primeros momentos de desescalada.

 

Los portugueses son los más satisfechos con la forma en que sus autoridades han gestionado la situación (si bien parecen menos contentos a medida que va evolucionando la situación), mientras que españoles y belgas dan las valoraciones más bajas.