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Bici en el transporte público: suspenso general

09 diciembre 2015
Bici en el transporte público

Para que la bici sea una alternativa real al automóvil es preciso facilitar el acceso de los ciclistas y sus bicis al metro, al tranvía, al autobús o al tren. Hay mejoras, pero lamentablemente, aún queda mucho camino por recorrer en lo que respecta a intermodalidad urbana.

Imagínate un pinchazo, una cadena que se rompe o, simplemente, tus piernas agotadas tras un rato de pedaleo… porque no todos somos Indurain. Son muchas las situaciones en las que podemos quedarnos tirados con la bici lejos de casa. Y, salvo que se trate de un modelo plegable, parar un taxi no es una opción. ¿Dejarla candada y volver a por ella luego? Arriesgado; cada año se sustraen más bicicletas. Sin duda la opción más cómoda y barata es la intermodalidad, porque es muy probable que muy cerquita de donde estemos haya una estación de metro, de tranvía o una parada de autobús donde cargar la bici. 

Intermodalidad bici

Además, en trayectos largos, poder combinar la bici con otros medios de transporte puede resultar interesante y animar a más usuarios a dar pedales. Pero, ¿es la intermodalidad una opción real?  

Más fácil en San Sebastián, Sevilla, Bilbao y Barcelona

¿Hasta que punto apuestan los ayuntamientos por la intermodalidad? Más de 4.000 ciclistas de 16 grandes ciudades responden a esta cuestión en una encuesta de OCU. Y la verdad es que la insatisfacción es el sentir mayoritario, aunque en San Sebastián, Sevilla, Bilbao y Barcelona, las críticas son menores. En estas localidades existe al menos un medio de transporte que admite la intermodalidad, aunque suele estar restringida a un número de bicis por vagón (o autobús) y a un determinado horario.

intermodalidad

Las ciudades peor valoradas carecen de metro o tranvía

Las ciudades peor valoradas carecen de metro o tranvía, que son sin duda los medios de transporte más fácilmente adaptables a la intermodalidad con la bici. Aunque, su ausencia no puede servir de excusa: San Sebastián carece de esta opción y sin embargo obtiene la mejor valoración; probablemente porque 18 de sus líneas de autobuses, las que conectan con las zonas altas, contemplan la posibilidad de cargar la bici en ellos, entre otras facilidades. Una circunstancia que desde luego no contemplan Las Palmas o Pamplona.

Intermodalidad en la ciudad

Por otro lado, allí donde sí existe intermodalidad, los horarios de acceso a ciclistas y sus bicis marcan la diferencia. Es probable que Madrid obtenga próximamente mejores valoraciones en este ámbito gracias a una reciente ampliación de horarios; aunque mantiene la prohibición en las horas punta entre semana (de 7h30 a 9h30, de 14h a 16h y de 18h a 20h), lo que sigue dificultando su uso entre quienes la usan para ir a trabajar. Una pena, porque en trayectos largos, la intermodalidad bici transporte público es casi imprescindible.