Guía de compra

Cuajadas: guía de compra

cuajada

Postre tradicional por excelencia, la cuajada ya no se hace como antaño, pero sigue deleitando el paladar de muchos consumidores. Sea con leche de vaca o de cabra, con o sin azúcar, en envase de barro, cristal o plástico, la cuajada actual tiene una elaboración más industrial, con sus ventajas e inconvenientes. Y es que hoy por hoy incorpora algo más que leche y cuajo.

¿Qué es y cómo se hace la cuajada?

La cuajada es un postre tradicional que se consigue al provocar la coagulación de la leche gracias a una enzima conocida como “cuajo”.

Cuando el cuajo rompe el equilibrio natural de la leche, hace que coagulen la grasa, las caseínas y los minerales, por un lado, y separa por otro el suero, la lactosa y otros minerales solubles. El conglomerado resultante, la cuajada, se rompe a su vez para producir requesón, con la parte líquida, y otros quesos, con la parte sólida.

Cuajada  y lacteos

¿Qué aporta la cuajada?

Como cualquier producto lácteo, desde un punto de vista nutricional la cuajada aporta sobre todo proteínas, vitaminas y calcio.

¿De oveja?

Las cuajadas que encontramos en el mercado pueden estar elaboradas con leche de vaca o de oveja.

  • La leche de oveja tiene más grasa, calcio y proteínas.
  • También la leche de oveja le proporciona un sabor característico a la cuajada.

Leche pasterizada, una garantía

Es un alimento tradicional, que se elaboraba siguiendo una técnica ancestral con la leche de los animales. Sin embargo, la leche que se usa hoy en día es más estandarizada, es decir, que mantiene su composición igual a lo largo del año al añadirle grasas y calcio, entre otros, para que estén siempre en la misma proporción.

Además, esta leche se pasteuriza o esteriliza para que no contenga microorganismos peligrosos para la salud.

 

Poco azúcar

Algunas cuajadas llevan azúcar añadido, aunque es de agradecer que no lleven tanto como otros postres lácteos. En una cuajada encontramos casi la mitad de azúcar que en un flan, por ejemplo. Y si es sin azúcares añadidos, el contenido en azúcares se reduce a 5%, quedando solo el que procede de forma natural de la leche, es decir la lactosa. Eso sí, al endulzar la cuajada con azúcar de mesa o miel, se superan significativamente los valores industriales.

... Pero sí aditivos

Sin embargo, los fabricantes de cuajadas añaden sustancias a la leche para conseguir una textura parecida a la de la cuajada tradicional. Los aditivos utilizados son espesantes en forma de gelatina o agar-agar (gelificante procedente de algas) y fosfatos que actúan como estabilizantes para mantener la estructura de la cuajada.

Un lácteo que puede ser una buena elección

Si relacionamos los datos de la composición nutricional de las cuajadas con los (pocos) ingredientes que tienen y lo supeditamos al tamaño del envase unitario, obtenemos una valoración en la Escala Saludable.

De esta forma podemos ver si las cuajadas pueden ser una opción saludable, un postre lácteo de elección para los consumidores:

  • Comprobamos que la gran mayoría suponen una elección aceptable.
  • Además, hay algunas cuajadas envasadas que son de mejor calidad nutricional, lo que las convierte en una buena elección como postre.

En nuestro comparador podrás comprobar la Escala Saludable de la cuajada que compras:

Consulta el comparador de cuajadas