Cervezas: derribando mitos

Comparamos 17 cervezas Lager

España es el segundo país de la UE en producir cerveza, detrás de Alemania con un volumen de 41.1 millones de hectolitros. El consumo medio en España es de 50 litros por persona y año equiparado entre hogar y hostelería. Este patrón cambió a raíz de la pandemia ya en el 2019 el consumo fuera del hogar representaba casi el 70%. En función del formato, el consumidor español bebe principalmente cerveza en lata con un 44%, frente a un 39% en botella y el 20% en barril.

La Lager es una cerveza de baja fermentación que toma distintos nombres (Pils, Munich, Dortmunder, Bock o Dunkel) según el método de elaboración o la región donde se desarrolló originalmente. También las hay de alta fermentación (Ale, Stout, Porter, Blanca, Trapense, de Abadía…) y de fermentación espontánea, como la Lambic, la Geuze y la Kriek. 

Las cervezas Lager pueden ser clásicas, especiales y extras según la cantidad de extracto seco que lleven. Normalmente, cuanto más extracto, más sabor y más color (más dorado). Y su precio también suele ser mayor, igual que su cantidad de alcohol.

¿Cuáles son las mejores cervezas del análisis?

Comparamos 17 cervezas Lager clásicas. Las mejores son Xibeca Suave y Mahou clásica.

ENTRA EN EL COMPARADOR DE CERVEZAS CLÁSICAS

Las cervezas Lager analizadas (clásicas en lata de 33 cl) tienen un contenido de alcohol cercano al 5%, mucho menos que un vino (12%) o un vermouth (16%), pero suficiente para dar positivo en un control de alcoholemia: bastan dos cañas.

• Xibeca, una cerveza con limitado amargor, un cuerpo medio bajo y una alta sensación de gas. Incorpora maíz y arroz en su receta, y ha sido la cerveza mejor valorada en la prueba de degustación.
• La Mahou clásica, por su parte, se caracteriza por un amargor medio, poco cuerpo y sensación media de gas, bien valorada en la degustación, añade maíz a la receta.

Unas ganadoras que derriban mitos.

¿100% malta es lo mejor?

Los más puristas defienden que las mejores cervezas se hacen al 100% con malta de cebada, que produce una bebida con más cuerpo, más amarga y con mayor persistencia de sabor. Sin embargo, lo más habitual es añadir otros cereales, como cebada sin maltear, maíz o arroz, precisamente para suavizar el sabor amargo y obtener finales más neutros, herbáceos o dulces.

Caso distinto es el del lúpulo. La adición de la flor de esta planta, por lo común seca, molida y prensada, es fundamental para dar a la cerveza su gusto amargo distintivo y otras características de aroma y sabor que dependen de la variedad empleada. Pero sustituir la flor por el extracto, como muchos productos hacen, merma el carácter artesanal que para nosotros debe preservar la elaboración de cerveza, y por ello lo penalizamos.

¿Con cuerpo y amarga?

Aunque las cuestiones de gusto estén abiertas a discusión, el mayoritario en nuestro país diverge del más extendido entre los expertos.

En España gustan las cervezas “fáciles”, contrariamente a la preferencia de los expertos por cervezas con bastante cuerpo, lúpulos intensos y aromáticos que dan un marcado amargor a la bebida y porcentajes elevados de extracto seco primitivo. Por eso, al diseñar nuestra prueba de degustación queríamos que los productos rindieran cuentas por lo que se supone que han de ofrecer las lagers ligeras y refrescantes que el consumidor mayoritario busca en los estantes.

Aun así, hemos encontrado diferencias notables de calificación entre las mejores y peores de la cata. Y también en sus características fundamentales. Por ejemplo, unas marcas se distinguen por su muy ligero amargor mientras que otras podrían calificarse de bastante amargas; un hecho a tener en cuenta según prefiramos un rasgo u otro. 

¿La cerveza buena es cara?

El mundo de la cerveza está dominado por grandes marcas que no reparan en gastos para dar visibilidad a sus enseñas y convencer a los consumidores de su superioridad. Y, como es previsible, esa marca... se paga. El precio medio de las cervezas de este tipo analizadas es de 1,97 euros/litro.

Si, en cambio, nos atenemos solo a las cervezas de marca blanca, llamadas también de distribuidor, la media es de 0,98 euros/litro y ninguna de ellas supera los 1,36 euros/litro. Menos de la mitad de precio que las de gran marca sin que, por regla general, las diferencias de calidad en ingredientes o cata las justifiquen.

 

Cuando hayas elegido tu cerveza, prepárate a disfrutarla. Pero ¿sabes cómo hacer que tu caña sea insuperable?

Consejos para la caña perfecta

• Al tirar la cerveza, gira la copa 45 º hasta que se haya medio llenado. Cuanto más alta la tires, más espuma. Aunque si te gusta la espuma compacta deberías repetir la operación varias veces.
• Fría sabe mejor, pero no helada, ya que entonces se pierden aromas y no hace espuma. ¿La temperatura ideal? 8 ºC.
• Antes de servirla, moja la copa (o el vaso) en agua: si la película que se forma es continua, significa que está limpia. Si quedase algún resto de grasa, la espuma no se formaría correctamente.
• Los alimentos que mejor combinan con una cerveza son los ácidos: escabeches, platos con tomate… y los aliñados con vinagres o mostaza.

Ya sabes que hay muchos mitos en torno a las cervezas y a cómo debemos tomarlas. Lo que no es mito es cómo nos gusta, así que la próxima vez que vayas a comprar cervezas, recuerda este artículo y refréscate con OCU.

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