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¿Qué comen nuestros hijos?

13 octubre 2010
Qué comen nuestros hijos

Si le preocupa la alimentación de los niños, le interesará saber en qué consiste el acuerdo al que han llegado el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas mejorar la alimentación en los centros escolares.

Los buenos hábitos alimenticios se implantan desde la infancia. Hace unos meses el Ministerio de Sanidad anunció el acuerdo que había alcanzado con las comunidades autónomas para mejorar la alimentación en los centros educativos.

Alimentación saludable en colegios

Objetivo, combatir la obesidad infantil

El principal objetivo de ese acuerdo era reducir la obesidad y el sobrepeso entre los más jóvenes: según los datos disponibles, uno de cada cuatro niños españoles padece sobrepeso u obesidad, una patología que se ha triplicado entre los niños en los últimos veinte años.

Con el acuerdo sobre la alimentación de los escolares se pretende establecer unos criterios comunes sobre las características nutricionales de los menús por grupos de edad, su contenido energético, la frecuencia de consumo de los diferentes grupos de alimentos y el tamaño de las raciones. Además, se busca mejorar el comedor escolar,  como un servicio educativo complementario en que se fomenten principios básicos de educación para la salud, higiene y buenos hábitos de alimentación desde la infancia.

Menús completos, variados y equilibrados

Los menús deberán suministrar aportes alimentarios en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades nutricionales de los escolares. Para conseguir estos aportes energéticos y proporcionar una alimentación variada y equilibrada, se establecen unas bases sobre las frecuencias de consumo recomendadas, por grupos de alimentos: pasta y arroz un día a la semana, legumbres de 1 a 2, igual que hortalizas y verduras (incluidas las patatas); como segundos platos, carnes y pescados (de 1 a 3 días por semana) o huevos (no más de dos veces)

A juicio de los expertos en nutrición de la OCU:

  • Las raciones semanales de hortalizas y verduras deberían ser más frecuentes, consumiéndose como primer plato de 2 a 3 veces por semana.
  • Las patatas no deberían estar entre las hortalizas, sino en el grupo de los alimentos ricos en hidratos de carbono: pastas, arroces…
  • Faltan indicaciones para evitar en los segundos platos el exceso de frituras y el abuso de las patatas fritas como acompañamiento.
  • La fruta debería ser el postre habitual. Los “otros postres” no deberían ser un sustituto de la fruta, sino un complemento. Y, si son lácteos, los mejores son la leche y el yogur natural (sin azúcar).
  • Además, las raciones deben ajustarse a la edad del niño
  • Una buena noticia es que se solicita que haya menús alternativos para los alumnos con intolerancias o alergias alimentarias o que se les permita llevar al colegio la comida preparada de casa.

Si quiere comprobar si lo que come su hijo en el cole se ajusta a lo que debería ser una dieta completa y equilibrada. Consulte la calculadora de menús escolares.

Menús completos, variados y equilibrados

Más control en los productos infantiles

En el documento elaborado por Sanidad y las comunidades autónomas también se aborda la oferta alimentaria existente en las máquinas expendedoras, cantinas, etc. Se establece que su oferta deberá ser coherente con las recomendaciones nutricionales para la población en edad escolar:

  • Deben tener un valor energético máximo no superior a 200 kilocalorías.
  • De ellas, un máximo del 35% procederá de la grasa, el 30% de los azúcares totales.
  • Se limita el contenido en sal. 
  • No podrán incluir edulcorantes artificiales.
  • No podrán contener cafeína u otras sustancias estimulantes (salvo las presentes de forma natural en el cacao).

Buenos propósitos, pero…

Desde la OCU nos alegramos de la iniciativa de las autoridades al establecer unos principios básicos sobre la alimentación de los escolares, aunque hay aspectos mejoables. Ahora bien, todo son recomendaciones: al final, cada comunidad autónoma será la que decida qué hacer con ellas. Estaremos atentos para ver cómo evoluciona este acuerdo.

Además, aprovechamos para recordar que, tan importante o más que la comida en los centros escolares, es la comida en casa: también allí se debe trabajar en el fomento de buenos hábitos.

Más control en los productos infantiles

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