Así analizamos el jamón cocido
¿Quieres saber cuál es el mejor jamón cocido loncheado, de categoría extra? OCU te lo pone fácil:
Los criterios que valoramos
Descubre qué hemos analizado en esta ocasión, para ayudarte a elegir por calidad, precio o por ambos.
Etiquetado
Comprobamos los envases incluyen las indicaciones obligatorias que marca la ley. Buscamos también la presencia de otras informaciones que pueden ayudar a los consumidores a escoger mejor sus productos, como el número de lonchas presentes, el tamaño de la ración, la información nutricional por ración, o la presencia del Nutriscore en la cara frontal de cada barqueta.
Composición nutricional
Revisamos la información nutricional que aparece en los envases: contenido energético, las grasas, el azúcar, las proteínas y la sal. Esos datos nos indican cuáles son las características de estos productos:
- Presentan una buena cantidad de proteínas de alta calidad.
- En cuanto a la grasa, hay mucha disparidad, hay muchos productos con contenidos por debajo del 2%, que se pueden considerar bajos, pero otros se aproximan al 10%.
- El mayor problema es el elevado contenido de sal, presente en la mayoría de los productos analizados.
Sin duda son productos que debemos considerar como de consumo ocasional, y siempre debemos de escoger a aquellos que sean bajos en sal y grasas.
Calidad de la carne
En este apartado no solo se tiene en cuenta el contenido de carne, además hemos revisado su calidad en diferentes parámetros:
- La proporción humedad/proteína. Importante para conocer el agua añadida y su relación con la cantidad de proteína.
- La relación colágeno/proteína. Para conocer si se han añadido partes menos nobles como tendones o cartílagos.
- El contenido en almidón. Un ingrediente no permitido en la categoría extra del jamón cocido, pero sí en la categoría fiambres.
- Los niveles de azúcares solubles, para ver si cumplen con lo que marca la normativa.
- Fosfatos añadidos. Se incorporan para fomentar la retención de agua procedente de la salmuera en la que se sumerge el jamón durante su elaboración.
Los resultados muestran que no hay productos con valoraciones negativas, todos cumplen la normativa, aunque algunos parámetros se encuentran en el límite como el de humedad/proteína.
Aditivos
Los aditivos son empleados en todos los productos de nuestro estudio, hemos detectado una amplia gama de hasta 20 diferentes, entre los cuales hay conservantes, antioxidantes, agentes de textura, edulcorantes o potenciadores del sabor.
Entre ellos destacamos la presencia de nitritos, un aditivo casi esencial en la elaboración de este tipo de productos, pero que no está exento de riesgo, sobre todo en niños de corta edad. Este aditivo lo añaden todos los fabricantes.
Higiene o seguridad microbiológica
Los jamones han sido sometidos a un completo estudio de microbiología para comprobar su estado sanitario. Se han buscado, entre otros:
- Grupos de baterias muy ubicuas, como Aerobios mesófilos o Enterobacterias. Su presencia en un número elevado es un indicador de que ha habido unas deficientes condiciones de manipulación o una rotura de la cadena de frío.
- Bacterias patógenas, que pueden causar intoxicaciones alimentarias, como Staphylococcus aureus, Clostridium perfringens, salmonela y listeria.
Degustación
Es fundamental para caracterizar este tipo de productos. En ella han participado 4 jueces expertos en análisis sensorial de jamones cocidos. Su cometido ha sido revisar y valorar diferentes parámetros como son el aspecto, el olor, el color, el sabor y la textura.
Precios de los supermercados
Para completar el estudio se ha realizado un análisis de los precios de estos productos en los supermercados. A partir de los rangos de precios por envase o por pack (en las marcas que venden dos unidades juntas), se han calculado los precios medios por kilo.
Para que te hagas una idea de cuánto puedes ahorrar eligiendo bien: la diferencia entre nuestras Compras Maestras y los productos de primeras marcas, es de un 25%.