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La bombona de butano sube tres años después

03 febrero 2016
Butano

La bombona de 12,5 litros de carga cuyo envase en vacío pesa más de 9 kilos, ha subido este enero un 3,3%, quedando fijado su precio en 13,1 euros. Las bombonas ligeras de compañías como Repsol, Cepsa o Disa tienen el precio liberalizado y este puede ser superior.

Por primera vez desde mediados de 2013, este mes de enero el precio de la bombona de butano ha experimentado una subida. Y no se trata de una variación marginal, ya que se ha incrementado un 3,3%.

Así, el precio de la bombona supera de nuevo el umbral de los 13 euros, situándose en 13,1 euros. No es una buena noticia para los consumidores, que además ven subir el precio del butano en invierno, cuando más se consume.
  

Dada la última evolución del precio del petróleo, el gas y el butano, es previsible que el precio del butano pueda bajar en la próxima revisión del mes de marzo.

Ojo con el tipo de bombona

El precio máximo regulado sólo afecta a las bombonas de butano de 12,5 kilos de carga y cuyo envase, en vacío, pesa más de 9 kilos.

Así, versiones ligeras de bombonas de butano de compañías como Repsol, Cepsa o Disa tienen el precio liberalizado y este puede ser superior a estos 13,1 euros.

Los distribuidores están obligados a dispensar como mínimo la bombona tradicional con precio regulado y, si no dispusieran de ella, deben vender la ligera al precio de la regulada.

Bombonas de butano de 12,5 kilos de carga y más de 9 kilos en vacío.

Evolución del precio

En marzo de 2015, la bombona de butano llevaba casi dos años costando 17,53 euros. Después sólo bajó de precio, hasta este enero. Su coste no se había alterado ante la fuertes bajadas del petróleo, que se estaban produciendo desde hacía meses. El motivo que esgrimió el Ministerio de Industria, Energia y Turismo para justificarlo fue que dichas bajadas ayudaban a enjugar el déficit de tarifa que se había ido acumulando en anteriores revisiones.

Según la fórmula que se utilizaba para calcular cada bimestre el coste de la bombona, el precio debería haber sido mayor, pero al estar limitadas las variaciones de precio a un ± 5% anual, el precio final acabó por no recoger el coste del producto.

Dada la precipitada caída de la cotización del petróleo y del butano desde mediados de 2014, no tardó en revertirse la situación y generarse un superávit de tarifa que con la fórmula anterior de fijación de precios y sus límites anuales a la variación, habría tardado muchos años en amortizarse. Por eso, en marzo de 2015 se rompió el sistema de fijación y se permitió un gran descenso del 9,7%, que se superó incluso en mayo de 2015 con una bajada del 10,6%, pocos días antes de las elecciones municipales y autonómicas.

Con estos fuertes descensos se eliminó el superávit de tarifa y se aprovechó para instaurar un nuevo modelo de fijación de precios del butano. De esta forma, cada dos meses el precio de la bombona debía reflejar la evolución de la cotización de la materia prima, los fletes y otros costes, fijando como único límite una variación máxima del 5% entre el nuevo precio y el anterior. Si después de una revisión se genera un supéravit o un déficit de tarifa se trasladaría a la siguiente revisión.     

Desde entonces se han producido varias revisiones. La primera, en julio, comportó una bajada del precio de la bombona de un 5%, la máxima permitida, y en septiembre otra adicional de un 4,9%. En noviembre, el precio permaneció casi sin variaciones, con una leve caída del 0,6%, llegando a un mínimo de 12,68 euros, un precio que no se veía desde el otoño de 2010.