Informe

Termostatos digitales

01 enero 2011
Termostatos

Un buen termostato permite regular la temperatura del hogar, grado a grado, y casi, minuto a minuto; no sólo proporciona confort, también contribuye a ahorrar en la factura energética. Lamentablemente, la programación de muchos de ellos no es lo suficiente flexible, y a veces, tampoco demasiado exacta.

Los termostatos pueden funcionar conectados a la red eléctrica o con pilas. Los primeros precisan necesariamente de un instalador profesional.

Entre los termostatos con pilas, se distinguen a su vez dos tipos de modelos que se diferencian entre sí por el tipo de conexión a la caldera: los que lo hacen por medio de cables hasta el mismo quemador; y los que utilizan un receptor de radio que se instala directamente en la caldera. Los segundos permiten cambiar fácilmente la unidad de programación de una a otra habitación cuantas veces se desee y, además, son también más fáciles de instalar. ¿Inconvenientes? El precio. Los modelos móviles son, de media, 120 euros más caros que los fijos, que pueden llegar a costar más de 200 euros.