Las energías del futuro
La escalada en los precios del petróleo, el agotamiento de los recursos y los daños en el medio ambiente obligan a buscar nuevos recursos. Necesitamos fuentes de energía eficientes, limpias, inagotables a medio plazo y aceptadas por la sociedad. Pero todas tienen pros y contras.
A favor: la tecnología para su explotación está muy desarrollada, las plantas de producción eléctrica pueden generar bastante electricidad en superficies no muy extensas.
En contra: problemas medioambientales como la emisión a la atmósfera de gran cantidad de CO2 (favorece el efecto invernadero), óxido de azufre (provoca lluvias ácidas) y metales pesados (sobre todo cadmio y plomo). En el caso del petróleo, hay que sumar la escasez de combustible, su elevado precio y la dependencia de otros países para el abastecimiento.
Tendencia: disminución paulatina de la producción eléctrica basada en el carbón y en el petróleo. En las centrales se instalará tecnología nueva que permita combustiones más limpias a costa de inversiones costosas.
A favor: la tecnología para su explotación está muy desarrollada, las plantas de producción eléctrica pueden generar bastante electricidad en superficies no muy extensas.
En contra: problemas medioambientales como la emisión a la atmósfera de gran cantidad de CO2 (favorece el efecto invernadero), óxido de azufre (provoca lluvias ácidas) y metales pesados (sobre todo cadmio y plomo). En el caso del petróleo, hay que sumar la escasez de combustible, su elevado precio y la dependencia de otros países para el abastecimiento.
Tendencia: disminución paulatina de la producción eléctrica basada en el carbón y en el petróleo. En las centrales se instalará tecnología nueva que permita combustiones más limpias a costa de inversiones costosas.
A favor: se producen de forma continua sin llegar a agotarse, apenas emiten gases a la atmósfera ni generan residuos, pueden existir en cualquier parte del mundo, si bien en algunas zonas pueden utilizarse con más facilidad.
En contra: las instalaciones tienen poca potencia y el coste de producción es elevado, la tecnología está poco desarrollada, no siempre se puede controlar de forma exacta la producción.
Tendencia: en el futuro deben constituir uno de los pilares básicos tanto en la producción de energía primaria como eléctrica; en la actualidad la generación eléctrica a partir de energía renovable va en aumento, aunque por debajo de los objetivos marcados.
A favor: los costes de producción son muy bajos y la densidad de producción muy alta, con lo cual, resulta una de las formas más baratas de producir electricidad; no hay emisión de gases contaminantes.
En contra: la percepción de riesgo de contaminación radiactiva causa alarma y rechazo social; el coste económico de la construcción de una central nuclear es muy elevado. También es problemática la gestión de los residuos radiactivos.
Tendencia: en España, desde los años 80 en que se decretó el parón nuclear, no se han construido centrales nucleares y ni siquiera han llegado a utilizarse algunas que estaban prácticamente finalizadas. En Portugal e Italia no existen centrales nucleares, mientras que en Francia y Bélgica constituyen la base de la producción eléctrica.
A favor: las pilas de combustible de hidrógeno convierten la energía química en energía eléctrica en el momento y lugar que se desee de forma eficiente y limpia, y sirven para demandas de potencia muy variables.
En contra: la tecnología está poco desarrollada, la producción resulta cara y, por el momento, no es competitiva.
Tendencia: a corto plazo se prevé que pueda utilizarse para el transporte y la electrónica portátil. A largo plazo, sería interesante que la producción de hidrógeno se realizase a partir de fuentes renovables para utilizar en momentos de mayor demanda energética.