Consejos
Seguridad antiincendios en el hogar
01 enero 2011
Más de la mitad de los incendios domésticos surgen en la cocina mientras se prepara la comida. El resto responden a causas muy variadas: un cortocircuito, un cigarillo mal apagado, etc. Sepa cómo prevenirlos.
La cocina: ojito con las sartenes
- Antes de ponerse a cocinar, vigile que las mangas no le cuelgan (es fácil meterlas en el fuego en un descuido). Sin son anchas, recójaselas.
- Mantenga alejados del fuego y de las fuentes de calor (horno, tostador) los materiales que ardan fácilmente: servilletas de papel, paños, envases... Un mantel arde a 400 ºC sin necesidad de que haya una llama.
- Al calentar los recipientes, gire las asas y mangos hacia dentro. Así evitará tirarlos.
- No deje los recipientes al fuego sin vigilancia.
- Limpie regularmente el filtro de la campana extractora. La grasa acumulada arde con mucha facilidad.
- Si prende el aceite de la sartén, cúbrala con una tapadera, nunca lo intente con agua, pues corre el riesgo de extender el fuego.
¿Olor a gas? Cierre la llave de paso
- La mejor manera de prevenir problemas es solicitar periódicamente a la empresa suministradora que revise la instalación.
- Si siente olor a gas, cierre la llave de paso, ventile la cocina y no encienda ni apague las luces ni otros aparatos eléctricos (la chispa de contacto es suficiente para provocar una explosión). A continuación avise a la compañía suministradora.
- Si se marcha de vacaciones, cierre todas las llaves de paso (de la canalización o de la bombona).
- Si el fuego de la cocina es de gas, esté atento al calentamiento de los recipientes con líquido. En el caso de que éste hierva puede desbordarse y apagar la llama (dejando salir el gas libremente).
- No tape las rejillas de ventilación de la cocina o del cuarto donde haya un aparato que funcione con gas.
Los aparatos generadores de calor (y fuego)
- Muy importante: no olvide apagarlos (o desenchufarlos) antes de retirarse a dormir.
- Las chimeneas y las estufas de leña deben estar protegidas con una mampara especial para el fuego, de manera que no salten chispas.
- Los radiadores, convectores y estufas catalíticas portátiles no deben utilizarse para secar la ropa; es más, deben permanecer al menos a un metro de distancia de cualquier material inflamable. Si sospecha que la estufa tiene algún defecto deje de utilizarla: podría intoxicarle con monóxido de carbono.
- Las mantas eléctricas no deben taparse con otras mantas, podrían terminar quemándose. A la hora de guardarlas dóblelas lo menos posible: su interior contiene resistencias eléctricas que pueden romperse y causar cortocircuitos.
Cuidado con los cigarrillos, las cerillas y las velas
- Un niño de dos años ya es capaz de encender mecheros y cerillas. Manténgalos siempre en un lugar inaccesible para un menor.
- Deben evitarse los ceniceros pequeños o inestables. Antes de vaciarlos compruebe que no queda alguna ceniza encendida. No fume mientras maneja líquidos inflamables; y tampoco lo haga mientras descansa en la cama o en el sofá, podría quedarse dormido y provocar un incendio.
- Nunca deje una vela encendida sin vigilancia. Elija candelabros estables y aléjelos de superficies combustibles.
Instalación eléctrica: revise los cables
- No sobrecargue los enchufes conectando varios aparatos de gran potencia en uno sólo.
- Desconecte y arregle cualquier aparato eléctrico que pueda estar defectuoso. ¿Cómo saberlo? Porque huela mal, porque produzca humo, porque haga saltar el diferencial...
- Revise los cables visibles por si tuviesen algún rasguño o algún otro daño. Siempre deben estar perfectamente aislados.
- Compruebe que tiene un completo cuadro de protección con interruptores que corten la corriente automáticamente en caso de cortocircuito, exceso de corriente o fuga de corriente a tierra.
- La luz es una fuente de calor: no instale bombillas de más potencia de la indicada en el casquillo. Y no cubra las lámparas con tejidos o papeles.
- Si tiene instaladas luces de navidad, desconéctelas antes de irse a dormir.
- No deje desatendidos aparatos eléctricos generadores de calor: planchas, freidoras, tostadores...
- Para extinguir el fuego de un aparato eléctrico, basta con desconectarlo. Nunca emplee agua, salvo si previamente lo desenchufó.
- Antes de ponerse a cocinar, vigile que las mangas no le cuelgan (es fácil meterlas en el fuego en un descuido). Sin son anchas, recójaselas.
- Mantenga alejados del fuego y de las fuentes de calor (horno, tostador) los materiales que ardan fácilmente: servilletas de papel, paños, envases... Un mantel arde a 400 ºC sin necesidad de que haya una llama.
- Al calentar los recipientes, gire las asas y mangos hacia dentro. Así evitará tirarlos.
- No deje los recipientes al fuego sin vigilancia.
- Limpie regularmente el filtro de la campana extractora. La grasa acumulada arde con mucha facilidad.
- Si prende el aceite de la sartén, cúbrala con una tapadera, nunca lo intente con agua, pues corre el riesgo de extender el fuego.
- La mejor manera de prevenir problemas es solicitar periódicamente a la empresa suministradora que revise la instalación.
- Si siente olor a gas, cierre la llave de paso, ventile la cocina y no encienda ni apague las luces ni otros aparatos eléctricos (la chispa de contacto es suficiente para provocar una explosión). A continuación avise a la compañía suministradora.
- Si se marcha de vacaciones, cierre todas las llaves de paso (de la canalización o de la bombona).
- Si el fuego de la cocina es de gas, esté atento al calentamiento de los recipientes con líquido. En el caso de que éste hierva puede desbordarse y apagar la llama (dejando salir el gas libremente).
- No tape las rejillas de ventilación de la cocina o del cuarto donde haya un aparato que funcione con gas.
- Muy importante: no olvide apagarlos (o desenchufarlos) antes de retirarse a dormir.
- Las chimeneas y las estufas de leña deben estar protegidas con una mampara especial para el fuego, de manera que no salten chispas.
- Los radiadores, convectores y estufas catalíticas portátiles no deben utilizarse para secar la ropa; es más, deben permanecer al menos a un metro de distancia de cualquier material inflamable. Si sospecha que la estufa tiene algún defecto deje de utilizarla: podría intoxicarle con monóxido de carbono.
- Las mantas eléctricas no deben taparse con otras mantas, podrían terminar quemándose. A la hora de guardarlas dóblelas lo menos posible: su interior contiene resistencias eléctricas que pueden romperse y causar cortocircuitos.
- Un niño de dos años ya es capaz de encender mecheros y cerillas. Manténgalos siempre en un lugar inaccesible para un menor.
- Deben evitarse los ceniceros pequeños o inestables. Antes de vaciarlos compruebe que no queda alguna ceniza encendida. No fume mientras maneja líquidos inflamables; y tampoco lo haga mientras descansa en la cama o en el sofá, podría quedarse dormido y provocar un incendio.
- Nunca deje una vela encendida sin vigilancia. Elija candelabros estables y aléjelos de superficies combustibles.
- No sobrecargue los enchufes conectando varios aparatos de gran potencia en uno sólo.
- Desconecte y arregle cualquier aparato eléctrico que pueda estar defectuoso. ¿Cómo saberlo? Porque huela mal, porque produzca humo, porque haga saltar el diferencial...
- Revise los cables visibles por si tuviesen algún rasguño o algún otro daño. Siempre deben estar perfectamente aislados.
- Compruebe que tiene un completo cuadro de protección con interruptores que corten la corriente automáticamente en caso de cortocircuito, exceso de corriente o fuga de corriente a tierra.
- La luz es una fuente de calor: no instale bombillas de más potencia de la indicada en el casquillo. Y no cubra las lámparas con tejidos o papeles.
- Si tiene instaladas luces de navidad, desconéctelas antes de irse a dormir.
- No deje desatendidos aparatos eléctricos generadores de calor: planchas, freidoras, tostadores...
- Para extinguir el fuego de un aparato eléctrico, basta con desconectarlo. Nunca emplee agua, salvo si previamente lo desenchufó.