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Actualizar a Windows 8: ¿conviene?

31 enero 2013

La nueva versión de Windows empieza a extenderse por ordenadores y tablets. ¿Qué tienes que hacer? ¿Actualizar o quedarte como estás? Resolvemos tus dudas y te guíamos en el no siempre sencillo proceso de instalar un nuevo sistema operativo.

El nuevo sistema operativo de Microsoft ya está aquí y toca decidir qué vas a hacer al respecto. Todo depende del sistema con el que funciones. En muchos casos no aconsejamos dar el salto:

  • Windows 7: si tu ordenador no tiene pantalla táctil y no te da problemas con los periféricos (ratón, teclado, impresora...), mejor quédate como estás. La versión de 64 bit es la que lo tiene más fácil para cambiar sin perder programas ni archivos por el camino. En cambio, la de 32 bit obliga a un proceso que se parece más a un formateo que a una actualización: tendrás que hacer backup de los archivos.
  • Windows XP SP3: puede que te convenga actualizar a Windows 7, pero si todos tus periféricos funcionan correctamente no te conviene pasar a Windows 8 (es probable que tus equipos no sean compatibles con Windows 8). Si lo haces, cúbrete las espaldas con un backup de tus archivos. 
  • Windows Vista: tienes que actualizarte (como mínimo a Windows 7). Si te decides por Windows 8 haz antes copias de seguridad de tus archivos.  

Si eres de los que quieren subirse al último tren de Microsoft, te explicamos cómo hacerlo.

Aterrizar en Windows 8 sin hacerse daño

1. Comprobar que tu ordenador es compatible

Si estás usando Windows 7 seguro que es compatible. Si usas otro sistema debes comprobar que tu ordenador cumple estos requisitos:

  • Procesador de 1 GHz o superior que soporte PAE (Phisical Address Extension), NX (procesador de bit) y SSE2 (Streaming SIMD Extension).
  • Memoria RAM de 2 GB o superior.
  • Disco duro con espacio libre de al menos 20 GB.
  • Procesador gráfico DirectX 9 con controlador WDDM.

Para simplificar la tarea, Microsoft tiene un asistente que escaneará tu equipo en busca de problemas de compatibilidad. Descárgalo aquí.

Tras instalar el asistente y antes de ejecutarlo, asegúrate de que tienes conectados los periféricos (impresora, teclado, ratón, discos duros, cámaras...). Si el asistente encuentra incompatibilidades te recomendará desinstalar o actualizar algún programa.

2. Instalar Windows 8

Existen varias versiones de Windows 8:

  • Windows RT: para tabletas y algunos ordenadores, pero solo disponible para fabricantes (de momento no podrás actualizar el sistema operativo de tu tableta). 
  • Windows 8: el más recomendable y el que suele venir preinstalado en los nuevos ordenadores y tablets. 
  • Windows 8 Pro: como el Windows 8 normal pero con cifrado de datos y conexión remota al escritorio como extras. 

Una vez que el asistente de Microsoft haya comprobado la compatibilidad de tu equipo, te preguntará por los contenidos que desees mantener tras la migración:

  • todos los ajustes de Windows, todos tus ficheros personales y todos los programas.
  • solo los programas.
  • nada (instalar partiendo de cero).

Lo más sencillo es migrarlo todo, aunque la instalación de un nuevo sistema es buen momento para limpiar tu ordenador.

Después de instalar Windows 8, te recomendamos ejectuar la herramienta de actualización de Windows que encontrarás en el Panel de Control: te aclarará que periféricos son compatibles en la nueva situación y cuáles no. 

Muchos fabricantes han creado sus propias herramientas de actualización a Windows 8 y nunca está de más visitar la web del fabricante de tu ordenador para echar un vistazo a las descargas recomendadas.

Más barato que ediciones anteriores

Antes de pagar un solo euro, comprueba que tu ordenador es compatible con Windows 8.

Para comprarlo lo más sencillo es descargarlo de la web del fabricante.

Su precio es de 120 euros (que en el caso del Windows 8 Pro suben hasta 280 euros). 

Tres consejos a seguir

  • No conviene tener prisa: cuanto más tardes en instalar Windows 8 más se perfeccionará la herramienta de asistente de compatibilidad y más detalles se conocerán sobre el sistema.
  • Es mejor esperar a que el fabricante de tu ordenador tenga claro qué controladores necesitas para funcionar sin problemas con Windows 8.
  • No te hundas en los problemas: todos los cambios de sistema operativo son difíciles. Solo Apple garantiza un correcto funcionamiento y sincronización gracias a que controla completamente el hardware de sus equipos. A cambio, la variedad de modelos es limitada.