Entiende el lenguaje de los objetivos
Saber manejar bien el objetivo de tu cámara te ayudará a sacarle el mejor partido y a obtener las fotos de calidad que deseas. Los objetivos están llenos de número y letras. ¿Quieres aprender a "traducir" lo que significan los más importantes? Te lo contamos.
El objetivo es la parte más importante de una cámara de fotos; y por muy bueno que sea el sensor de tu cámara, situado en el cuerpo, si el objetivo que canaliza y lleva la luz al sensor no es de buena calidad, obtendrás fotografías con efectos no deseados. Manejar y controlar bien el objetivo de la cámara es, por tanto, fundamental.
¿Qué te dicen los números?
Cuando vayas a comprar un objetivo verás que aparecen una serie de números, te explicamos qué significa esa nomenclatura para que sepas lo que compras. Aprende a entender qué significan esos códigos, uno a uno.
La distancia focal: el número más importante
La distancia se indica en milímetros desde el centro óptico del objetivo al plano focal y define la potencia o poder de desviación de una lente u objetivo. Cuanto más larga, más capacidad de aumentar el tamaño de los objetos distantes. Por el contrario, si es corta, tendremos un gran ángulo de visión.
Podemos encontrar objetivos con distancia focal fija (solo aparecerá un número) o variable en un determinado rango (como en el ejemplo de la fotografía).
La elección de una u otra distancia focal supone obtener una perspectiva diferente de la fotografía.
Al variar la distancia focal, varía también la profundidad de campo de nuestra fotografía.
Así, al fotografiar un objeto, si aumentamos la distancia focal nos acercaremos al sujeto y, a la vez reduciremos el número de elementos que aparecerán a su alrededor. Al contrario, si reducimos la distancia focal, nos alejaremos del sujeto, pero tendremos un mayor campo de visión de todo aquello que rodea al mismo.
Y por último, y no menos importante, debemos tener en cuenta siempre el factor de multiplicación. Esta clasificación está realizada en términos de fotografía analógica o para un sensor con tamaño de 35mm (full-frame), que es el tamaño que siempre han tenido las películas de carrete. Pero claro, en fotografía digital no todos los sensores tienen el mismo tamaño, y para saber a cuanto equivale nuestra distancia focal en términos de 35mm debemos llevar a cabo una simple operación. Si por ejemplo en nuestra cámara digital tenemos montado un objetivo 12-60mm y el factor de multiplicación para nuestro sensor es de 2, lo que hacemos en multiplicar la distancia focal por ese factor, por lo tanto en realidad estamos disparando con un 24-120mm en términos de 35mm. Esto nos ayudará a conocer el ángulo de visión real de nuestro objetivo.
La apertura del diafragma (f): determina la luminosidad
Es una medida de la luminosidad del objetivo. Señala lo abierto o cerrado que esta el diafragma y la cantidad de luz que deja pasar al sensor. A menor número, mayor apertura y luminosidad
En el caso de que el objetivo tenga una longitud focal variable, indica la luminosidad para la mayor y menor distancia. Se expresa con la letra f y un número, que es el cociente entre la distancia focal y el diámetro del cristal del objetivo. Cuanto más pequeño es el número, mayor es la apertura.
Un objetivo luminoso hará que la imagen proyectada en el visor de la cámara sea más luminosa y, por lo tanto, más fácil de enfocar, tanto manualmente como por medio del autofocus. Además, se podrán tomar fotografías con menos luz.
Diámetro: necesario para comprar filtros
Simplemente es una medida de la rosca del objetivo. Hay que tenerlo en cuenta cuando se quieren comprar filtros, pues han de ser del mismo diámetro.
Estabilizador de la imagen: para corregir pequeños movimientos
Cuando hacemos una foto la situación ideal sería aquella en la que tanto la escena como la cámara están completamente inmóviles durante el tiempo que está abierto el obturador.
El estabilizador de imagen pueden corregir los pequeños movimientos y vibraciones de la cámara. Puede estar integrado en el cuerpo o en el propio objetivo. Y encarece el soporte en el que va integrado.
Otros parámetros a los que también tienes que prestar atención
Aparte de los parámetros que acabamos de ver, existen otros que probablemente no aparezcan reflejados en el objetivo pero que también debes de tener en cuenta a la hora de elegir:
- Distancia mínima de enfoque. Es la distancia a partir de la cual no se puede enfocar. Si tratas de hacer una fotografía por debajo de esa distancia el objetivo no podrás enfocar y la imagen saldrá borrosa.
- Enfoque. El sistema de autoenfoque varía en velocidad y precisión según el objetivo. Los de alta gama tienen un autoenfoque mucho más rápido y permiten enfocar en condiciones peores de luz. Este aspecto es especialmente importante para fotografías en las que hay mucho movimiento, como deportes.
- Nitidez, distorsión y aberraciones. Los objetivos deforman la imagen, aunque en ocasiones sea imperceptible. Esto se da por la forma de las lentes y por la precisión en su proceso de fabricación y hacen que la imagen se distorsione. Las desviaciones (imperfecciones) de las imágenes reales respecto de una imagen ideal se denominan aberraciones. La suma es estos factores hace que un objetivo sea más o menos nítido y fiel a la realidad.
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