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Vacunarse es lo más eficaz contra el sarampión

02 agosto 2013

Sanidad ha confirmado más de 80 casos de sarampión. No son demasiados, pero nos llevan a alertar sobre la necesidad de vacunarse. Hacerlo es muy efectivo y nos evitará sufrir los síntomas de la enfermedad, que pueden llegar a causarnos un intenso malestar.

Si quieres saberlo todo sobre las vacunas, como sus efectos o el calendario de vacunación, consulta nuestro contenido

10 Mitos sobre las vacunas

 

El Ministerio de Sanidad ha confirmado el diagnóstico de al menos 81 casos de sarampión en ocho comunidades autónomas. Los últimos brotes identificados corresponden a una guardería en Baleares y a algunos asistentes a un festival de música en Barcelona.

El propio ministerio asegura que los datos no son alarmantes y están muy lejos de los que se dieron en 2011, cuando se confirmaron más de 3.500 casos. Fue el año que más casos de esta enfermedad se registraron desde que en 2001 se puso en marcha el Plan Nacional de Eliminación del Sarampión.

Es muy contagioso

El sarampión es una de las enfermedades infecciosas más contagiosas. Provocada por un virus, se transmite por contacto directo con las secreciones de la nariz, de la boca o de la garganta, que se diseminan fácilmente a través de pequeñas gotitas que flotan el aire o que contaminan los objetos. Se caracteriza por la aparición de fiebre y síntomas catarrales, seguidos por la aparición de un exantema típico, consistente en manchitas rojizas irregulares. Suelen aparecer inicialmente en la cara y el cuello, aunque se extienden rápidamente por todo el cuerpo. En su momento álgido, la fiebre puede ser elevada y el enfermo se siente realmente mal.

Vacunarse es efectivo

La vacunación del sarampión es muy eficaz y forma parte del calendario vacunal español, como parte de la vacuna triple vírica: sarampión-rubeola-parotiditis, de la cual se administran dos dosis, al cumplirse un año y a los 3-4 años de edad. Vacunarse hará muy difícil que podamos enfermar de sarampión. Sólo en casos poco frecuentes la enfermedad ha dado lugar a encefalitis, que pueden ser muy graves.

Corrientes no justificadas

Aunque en España se registran altas tasas de vacunación contra el sarampión, no debe bajarse la guardia. Vacunarse tiene un doble efecto: protege a los que se administran la vacuna, por una parte, y cuanta más población esté vacunada, más difícil es que se expanda la enfermedad y menos probable resulta infectarse aunque no se esté vacunado. Aunque este efecto 'protector' es casi inexistente cuando las tasas de vacunación caen por debajo de un cierto límite.

En la OCU consideramos que no debe cuestionarse el esquema de vacunación infantil, que tan buenos resultados ha dado en las últimas décadas, y que ha reducido al mínimo infecciones que en épocas pasadas causaban importantes secuelas e incluso fallecimientos.