Adiós, mascarillas, adiós

No son obligatorias en farmacias o centros de salud

Ya es oficial: hoy se ha publicado en el BOE la disposición que pone fin a la obligatoriedad del uso de las mascarillas en determinados recintos sanitarios. Con esto, tres años y medio después de la declaración del primer estado de alarma en nuestro país, justo dos meses después de que la OMS decretara el fin de la emergencia sanitaria internacional, en España se da por finalizada “oficialmente” la situación de crisis sanitaria ocasionada por la covid-19.

Más allá de su valor simbólico, esta declaración supone en la práctica el final de la obligatoriedad del uso de mascarillas en farmacias y centros sanitarios, el último reducto de excepcionalidad que aún estaba en vigor.

Mascarillas para prevenir, sí gracias 

No obstante, se considera que es conveniente recurrir a las mascarillas en caso de síntomas de infección respiratoria: más allá del covid, hay que recordar que hay otros virus, como el virus respiratorio sincitial, los virus responsables de la gripe o los diferentes virus causantes de resfriados, que siguen entre nosotros

Es recomendable que sigan usando la mascarilla:

• Las personas que tengan síntomas de infección respiratoria cuando estén en espacios compartidos.
• El personal sanitario y otros profesionales que atiendan a casos sintomáticos.
• Las personas que trabajan en Unidades de Cuidados Intensivos y en Unidades con pacientes vulnerables, en función de las recomendaciones de control de infección aconsejadas por los Servicios de Medicina Preventiva y Prevención de Riesgos Laborales de cada centro sanitario.
• Quienes estén en urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluida la sala de espera.
• En las residencias de personas mayores y personas con discapacidad, entornos en los que viven las personas más vulnerables. En esos casos es necesario tomar precauciones adicionales en caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes, cuidando siempre el bienestar físico y emocional de los residentes.

Más protegidos frente a los microorganismos

En resumen, aunque ya no sea obligatorio usarlas, ni resulte necesario en la mayoría de los casos, el uso de las mascarillas para prevenir contagios sigue siendo muy útil, especialmente en las situaciones como las que hemos mencionado. En este sentido, recurrir a este protector es un hábito que probablemente haya venido para quedarse.

En cualquier caso, para evitar los contagios, frenar la propagación de infecciones respiratorias o, por ejemplo, prevenir intoxicaciones alimentarias, sigue siendo fundamental mantener otras medidas higiénicas como el lavado de manos frecuente y concienzudo.