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Prótesis de mama: riesgos que debes conocer

Colocarse unas prótesis de mama no es algo que deba tomarse a la ligera: implica entrar en un quirófano y como toda operación tiene sus riesgos. A eso hay que sumarle que, tras su implantación, pueden aparecer complicaciones y efectos adversos. Además, estos dispositivos médicos no son eternos ni inmutables. No des el paso sin informarte bien antes.

20 julio 2021
Consejos para antes y después de una mamoplastia

Muchas personas son intervenidas quirúrgicamente para hacerse una reconstrucción de senos por motivos de salud, ya sea para paliar defectos congénitos, anormalidades de desarrollo, lesiones o enfermedades (por ejemplo, tras una mastectomía). Esas intervenciones están incluidas en la cartera de prestaciones del Sistema Nacional de Salud.

Pero son muchas más las que cada año se plantean ponerse en manos de un cirujano plástico para conseguir un aumento de pecho o una mejoría en la forma o textura de sus mamas. Esas intervenciones con fines estéticos se realizan en centros privados y el paciente debe asumir todos los gastos.

¿Te planteas un aumento o reconstrucción de pecho con prótesis?

En cualquier caso, la mayoría, tras su paso por el quirófano, acabarán llevando prótesis de mama.

Es importante conocer las complicaciones del procedimiento quirúrgico o de llevar esos implantes mamarios, que, aunque son poco frecuentes, existen. 

 Hable con el cirujano plástico que le vaya a poner la prótesis mamaria

10 consejos antes de pasar por el quirófano

1. Visita a varios cirujanos antes de decidirte 

Así también podrás comparar precios. Si no tienes referencias de gente conocida que se haya sometido a este tipo de operación, puedes empezar comentando tus planes con tu médico o especialista de confianza: quizá puedan orientarte. Si buscas referencias en Internet o en las redes sociales, ten cuidado: circulan muchas recomendaciones patrocinadas o falsas. 

2. Pregunta por su titulación y experiencia 

Conocer la tasa de éxito en la realización de cirugías de implantes de mama también te pueden ayudar.

En caso de dudas sobre su formación, puedes dirigirte al colegio de médicos, donde te dirán si realmente está titulado y colegiado como cirujano plástico. Otra opción es que entres en el buscador de cirujanos plásticos, de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

3. Busca un centro autorizado y con quirófano

Si no sabes si un centro está o no autorizado para realizar este tipo de intervenciones, anota el nombre y la dirección y pregunta en la consejería de sanidad de tu comunidad autónoma. Allí llevan el registro de centros sanitarios y te pueden decir si está inscrito.

En cuanto a las características del centro, es necesario que disponga de un quirófano con todos los medios para llevar a cabo la intervención en unas condiciones óptimas. Y si se trata de una clínica u hospital dotado con una unidad de vigilancia intensiva (UVI), mejor que mejor, por si la operación se complica.

En caso de que no dispongan de UVI, es importante que te expliquen qué protocolo siguen ante situaciones de emergencia: ¿te trasladarán a un hospital o clínica con UVI? ¿Está cerca o lejos? ¿Cómo sería el traslado? Piensa que en esas situaciones críticas es esencial que te atiendan con la mayor prontitud posible.

4. Entérate de las distintas técnicas quirúrgicas, prótesis y de otras alternativas 

El especialista debería informarte sobre las ventajas y los riesgos de todas las alternativas posibles, considerando también la posibilidad de técnicas quirúrgicas que no incluyen prótesis de mama. Si deseas saberlo, debería explicarte los pormenores de la intervención. 

En cuanto a los implantes, hay bastante variedad: diferentes tamaños y formas (redonda, anatómica); distintos tipos de superficie de su cubierta (lisa o rugosa "texturizada"), clases de relleno (suele ser de suero salino o de gel de silicona), etc.

La colocación de las prótesis se puede hacer por delante o por detrás del músculo y la incisión para introducirlas puede ser por la zona axilar, en los alrededores del pezón o en el surco mamario.

La elección del tipo de prótesis o técnica quirúrgica se hará tras evaluar a la paciente, sus características cutáneas, sus mamas, escuchando sus preferencias...

La marca y el modelo de prótesis quedarán registrado tras la intervención en una tarjeta identificativa del implante. Es un documento que se debe guardar. Te mostramos un ejemplo ficticio para que te hagas una idea de su aspecto:

Tarjeta de implante que deben entregarte

5. Ten presentes los riesgos

La mayoría de los pacientes que se someten a este tipo de operaciones no sufren apenas complicaciones, pero a veces suceden. Otras pueden surgir con el paso del tiempo.

Algunas de las complicaciones graves más comunes que pueden requerir extraer y sustituir la prótesis son:

  • Contractura capsular. Es el endurecimiento del tejido cicatricial que se forma rodeando el implante a modo de cápsula. Puede afectar a uno o ambos implantes. Este endurecimiento causa deformación de la prótesis y de la mama, dolores y molestias. Para corregirla, hace falta intervenir quirúrgicamente de nuevo a la paciente. 
  • Infección.
  • Cambios en la posición de los implantes.
  • Ruptura o deflación de los mismos. Se suele apreciar cuando cambia la forma de la mama, se desinfla, aparecen bultos, etc.

Las mujeres portadoras de una prótesis mamaria deberán acudir regularmente a revisiones periódicas durante toda la vida. Y cuando noten alguna anomalía, también deben ponerse rápidamente en contacto con su médico.

6. Atenta a las informaciones sobre prótesis defectuosas

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es el organismo, perteneciente al Ministerio de Sanidad, responsable de garantizar la calidad, seguridad, eficacia y correcta información a los pacientes y profesionales de los medicamentos y productos sanitarios que se comercializan en España. Si surge algún problema con un implante mamario, entra en su página web para saber qué está ocurriendo.

No obstante, pese a los controles de las autoridades sanitarias, en algunos momentos se han comercializado prótesis defectuosas que han causado daños a quienes las llevaban, como sucedió hace unos años con las prótesis PIP, que habían sido rellenadas con un gel industrial?

El caso más reciente tiene que ver con algunos modelos fabricados por Allergan. Las prótesis Biocell® texturizadas fueron retiradas del mercado en 2019. Aún se sigue investigando para saber si existe relación entre esos productos y un tipo de cáncer linfático muy poco frecuente conocido como linfoma anaplásico de células grandes (LACG). Sin embargo, OCU considera que las mujeres afectadas pueden reclamar al fabricante una indemnización por los daños físicos y/o morales ocasionados y/o, en su caso, los gastos de retirada del implante. Por eso ha puesto en marcha una acción judicial a la que puedes inscribirte. Prescribe el 19 de diciembre, así que apúntate rápido:

¿Afectada por Allergan? OCU puede ayudarte

7. Ajusta tus expectativas 

No pienses que tus nuevas mamas serán siempre perfectas: tu pecho va a evolucionar con el paso del tiempo, cuando cambies de peso, con los embarazos o la lactancia. Además, las prótesis mamarias no son eternas: el material del que están hechas se acaba deteriorando y puede llegar a ser necesario intervenir de nuevo para sustituirlas.

Por otro lado, la operación no es nada desdeñable: antes de entrar al quirófano deberás prepararte (por ejemplo suelen recomendar que se deje de fumar los días previos y dar indicaciones sobre alimentos, fármacos o suplementos alimenticios). 

No creas que saldrás del quirófano como una rosa: recién operada es normal que notes dolores o hinchazón, que la herida tarde un tiempo en cicatrizar, que tengas limitaciones para hacer ciertos movimientos, etc. Es mejor que preguntes por todo esto, y también por otras cuestiones, como el tiempo de baja o cuándo podrás apreciar los resultados. Tenlo en cuenta y planifícalo.

¿Te sentirás a gusto con los cambios en tu aspecto físico? Generalmente la gente se ve mejor tras la operación y eso eleva su autoestima. Pero no todo el mundo se siente satisfecho con su nueva apariencia, o acaba descontento por el tamaño o la forma. Y no pienses que cuanto más aumentes la talla, mejor: unos pechos muy grandes implican más riesgo de sufrir dolores o molestias de espalda, limitaciones para elegir algunas prendas, etc. 

Otra cuestión que no conviene pasar por alto es que la operación puede afectar a la sensibilidad de tus pezones o senos, no siempre pasa, y a veces solo es temporal. 

8. Ten claro cuál es el precio y qué incluye

Este tipo de intervenciones cuestan en torno a 4.500 o 5.000 euros (es una cifra orientativa).  Es importante que te den un presupuesto y especifiquen de forma detallada qué incluye:

  • ¿Cuántas citas con el especialista?
  • ¿Incluye las pruebas para el estudio preoperatorio
  • ¿Las primeras revisiones postoperatorias? ¿Y las siguientes?
  • ¿La anestesia y todo lo que implique la intervención quirúrgica? ¿Y si surgen complicaciones?
  • ¿Está incluido el coste de los implantes?
  • ¿La estancia hospitalaria?
  • ¿Algún producto o servicio para ayudar a que te recuperes tras la operación? Por ejemplo, un sujetador especial postquirúrgico, fisioterapia, etc. 

Es importante también saber si dan un plazo de reflexión, por si queremos echarnos para atrás después de haber firmado que aceptamos el presupuesto y la operación. Y preguntar si el especialista o el centro tienen contratado algún seguro que cubra una indemnización en caso de complicaciones o error médico, y con qué cobertura.

9. Consulta fuentes de información fiables

¿Quieres ampliar la información? Estas son algunas páginas donde puedes encontrar información fiable sobre prótesis de mama:

10. Piénsalo dos veces (o más)

No todas las personas son buenas candidatas a someterse a este tipo de cirugía. Quizá no sea el momento de hacerlo si no gozas de buena salud física o psicológica. Tampoco es recomendable que se aborde este proyecto si no se tiene una cierta madurez tanto física (a las chicas más jóvenes se les suele recomendar retrasar la intervención, ya que se obtienen mejores resultados cuando las mamas se han desarrollado por completo ), como intelectual (para sopesar los pros y contras, comprender lo que implica este tipo de cirugía...).

Tomar este tipo de decisiones por un impulso repentino no es lo más adecuado: es mejor darse un tiempo de reflexión antes de meterte en el quirófano.