Consejos

Hábitos saludables en el trabajo

18 mayo 2007
dolor espalda

Todos pasamos muchas horas tanto en el trabajo como yendo y viniendo de él a casa. Pero, ¿qué influencia pueden tener los hábitos que adoptemos en esos momentos del día en nuestra salud y en nuestro peso? Dos estudios publicados este año en la revista Internacional Journal of Obesity nos revelan datos interesantes.

Todos pasamos muchas horas tanto en el trabajo como yendo y viniendo de él a casa. Pero, ¿qué influencia pueden tener los hábitos que adoptemos en esos momentos del día en nuestra salud y en nuestro peso? Dos estudios publicados este año en la revista Internacional Journal of Obesity aportan datos interesantes al respecto:

  • El primero evaluaba el efecto en el peso corporal del medio de transporte utilizado para ir a trabajar. La conclusión era clara: la proporción de gente obesa o con sobrepeso era mayor entre los que iban en coche que entre los que usaban otros medios de transporte (a pie, bicicleta o transporte público). En concreto, las cifras de sobrepeso u obesidad eran del 56% en los que conducían y del 44% en los que se movían con medios alternativos. Además, con mayor frecuencia, esas personas que iban en coche a trabajar realizaban una actividad física insuficiente. No hay que olvidar que es muy común utilizar el coche también para llevar a los niños al colegio, hacer compras...

    Asimismo se analizó en ese estudio el efecto de otras circunstancias personales en la báscula y se comprobó, por ejemplo, que la gente con un nivel socioeconómico peor presentaba mayor índice de sobrepeso y obesidad. Las personas con un alto nivel de educación, las mujeres o los solteros eran los menos afectados por estos problemas.

  • En el segundo estudio se quería averiguar la influencia de la visibilidad y la ubicación de una máquina expendedora de chocolatinas en su consumo. Se puso a prueba a un grupo de 40 secretarias. Los resultados indican que cuanto más cerca está la máquina y más visibles son los productos, mayor es el consumo. Además, se comprobó que la percepción personal de las cantidades consumidas era subjetiva, pues se tendía a creer que se comía más cuando la máquina estaba lejos que cuando estaba cerca.

    En vista de estos resultados podemos inferir que conviene vigilar el contenido y la colocación de las máquinas expendedoras, pues su mera presencia en zonas de trabajo, colegios, metro, hospitales, etc., puede favorecer el consumo de determinados productos que, en exceso, no son muy saludables: bollería industrial, aperitivos salados...

    Ambos trabajos de investigación vienen a decirnos que hay que tener en cuenta los hábitos en el trabajo a la hora de evaluar nuestra ingesta calórica y nuestra actividad física:

    • Con frecuencia, cuando pensamos en un ejercicio físico tendemos a asociarlo al deporte en el tiempo de ocio, a paseos fuera del trabajo, etc., y no a aquellos recorridos que hacemos a diario y que pueden tener una influencia mayor en el total de nuestra actividad física que una hora de footing los domingos.

    • Otro tanto pasa con las comidas, pues en el momento de sumar todo lo que ingerimos no solemos acordarnos de lo que picamos entre horas en el trabajo porque cuando lo consumimos solemos hacerlo sin ser muy conscientes, de forma distraída mientras realizamos otras tareas, como hablar por teléfono o teclear en el ordenador.

    • Por otra parte, no hay que olvidar que usar el transporte público, caminar o montar en bici para ir hasta el trabajo puede ser útil para ahorrar energía y contaminar menos.