Concurso de Fagor: ¿cómo me afecta?
Fagor electrodomésticos, fabricante de las marcas Fagor y Edesa, ha entrado en concurso de acreedores, una situación que podría tener consecuencias para los consumidores. Si tienes algún aparato de esas marcas, esta información te interesa.
Sus dificultades financieras han llevado a la cooperativa vasca Fagor Electrodomésticos, fabricante de los productos de las marcas Fagor y Edesa, a declarar un concurso de acreedores. A partir de ese momento, se abre un periodo de incertidumbre para la empresa, que podría recuperarse, ser absorbida por otra marca o llegar a liquidarse y desaparecer.
Hasta que se sepa qué sucede con Fagor, muchos consumidores que han comprado electrodomésticos de las marcas Fagor o Edesa no saben cómo podría afectarles esta situación. Lo cierto es que sí puede tener implicaciones, no en la calidad y eficacia de los aparatos, por supuesto, pero sí en otras cuestiones, como la garantía o el servicio postventa.
Hay que saber que, legalmente, el fabricante debería ofrecer un servicio técnico adecuado y repuestos durante los cinco años posteriores a la fecha en que el producto deje de fabricarse.
Si compraste tu producto Fagor o Edesa hace menos de dos años:
La Ley establece que estos bienes de consumo tienen una garantía de dos años. Durante ese tiempo, el fabricante debe mantener servicio técnico y disponer de repuestos.
En ese plzo de dos años, quien en primer lugar debe afrontar la garantía es el vendedor. Si un producto falla, es al vendedor a quien debe dirigirse el comprador para que se realice la reparación o la sustitución gratuitas (o si no es posible, se proceda a la rebaja del precio o la resolución del contrato). Sólo debes acudir al fabricante para obtener la reparación o cambio en los casos en los que resulte imposible o suponga una carga excesiva acudir al vendedor.
Si compraste tu producto Fagor o Edesa hace más de dos años:
Los problemas que en este caso se podrían manifestar se producirían solo si el concurso finalizara con la desaparición de la empresa y estarían eventualmente relacionados con:
-
La falta de piezas de repuesto.
-
La falta de un adecuado servicio técnico.
-
La imposibilidad de hacer efectivas las garantías comerciales (que amplían la garantía legal), si el fabricante deja de prestar el servicio.
Si el concurso se resuelve con la recuperación de Fagor o su absorción por otra empresa, no se plantearían mayores problemas.
Sus dificultades financieras han llevado a la cooperativa vasca Fagor Electrodomésticos, fabricante de los productos de las marcas Fagor y Edesa, a declarar un concurso de acreedores. A partir de ese momento, se abre un periodo de incertidumbre para la empresa, que podría recuperarse, ser absorbida por otra marca o llegar a liquidarse y desaparecer.
Hasta que se sepa qué sucede con Fagor, muchos consumidores que han comprado electrodomésticos de las marcas Fagor o Edesa no saben cómo podría afectarles esta situación. Lo cierto es que sí puede tener implicaciones, no en la calidad y eficacia de los aparatos, por supuesto, pero sí en otras cuestiones, como la garantía o el servicio postventa.
Hay que saber que, legalmente, el fabricante debería ofrecer un servicio técnico adecuado y repuestos durante los cinco años posteriores a la fecha en que el producto deje de fabricarse.
Si compraste tu producto Fagor o Edesa hace menos de dos años:
La Ley establece que estos bienes de consumo tienen una garantía de dos años. Durante ese tiempo, el fabricante debe mantener servicio técnico y disponer de repuestos.
En ese plzo de dos años, quien en primer lugar debe afrontar la garantía es el vendedor. Si un producto falla, es al vendedor a quien debe dirigirse el comprador para que se realice la reparación o la sustitución gratuitas (o si no es posible, se proceda a la rebaja del precio o la resolución del contrato). Sólo debes acudir al fabricante para obtener la reparación o cambio en los casos en los que resulte imposible o suponga una carga excesiva acudir al vendedor.
Si compraste tu producto Fagor o Edesa hace más de dos años:
Los problemas que en este caso se podrían manifestar se producirían solo si el concurso finalizara con la desaparición de la empresa y estarían eventualmente relacionados con:
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La falta de piezas de repuesto.
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La falta de un adecuado servicio técnico.
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La imposibilidad de hacer efectivas las garantías comerciales (que amplían la garantía legal), si el fabricante deja de prestar el servicio.
Si el concurso se resuelve con la recuperación de Fagor o su absorción por otra empresa, no se plantearían mayores problemas.