Nuevo etiquetado energético: útil pero confuso
El nuevo etiquetado energético para electrodomésticos entra en vigor el próximo julio. Los avances no consiguen ocultar los defectos: confusión debido a la diferencia de escalas según uno u otro producto.
La etiqueta energética es una herramienta informativa utilizada en la Unión Europea para ayudar a los consumidores. Su misión es mostrar de forma rápida y sencilla la eficiencia energética de un electrodoméstico (incluyendo aparatos de aire acondicionado). Todos los electrodomésticos en venta en la UE deben contar obligatoriamente con su correspondiente etiqueta energética.
Existen 7 clases de eficiencia, ordenadas según colores (del verde al rojo, de más a menos eficiente) y letras (de la A a la G).
El etiquetado energético se revisa cada 4 años, debido al desarrollo tecnológico y al aumento de la demanda. Esta revisión es una ventaja para los consumidores, pero tiene también sus defectos: gráficos difíciles de distinguir y con significados muy diferentes según el tipo de aparato.
Menos texto y más símbolos
La última revisión del etiquetado energético, aprobada hace un año por la Comisión Europea, entrará en vigor el próximo 20 de julio. Las modificaciones reducen la cantidad de texto en la etiqueta y apuestan más por gráficos y símbolos. La confusión llega cuando tenemos que lidiar con escalas de calificación diferentes según se trate de uno u otro electrodoméstico.
Ventajas del nuevo etiquetado
El nuevo etiquetado incorpora símbolos ampliamente conocidos por los consumidores, como el grifo de agua o los niveles de sonido. Es positivo que la imagen sustituya a la explicación. Otra ventaja es que las etiquetas podrán aparecer también en productos que, sin ser electrodomésticos, sí que tienen un impacto sobre el gasto energético, como por ejemplo ventanas y aislamientos. Estas medidas ayudarán en el diseño de los edificios y en la reducción del consumo de energía.
Nuevas categorías para la excelencia energética
Los avances tecnológicos han hecho que la mayoría de los productos superen ya las dos categorías más altas de eficiencia. Actualmente, gran parte de los hogares españoles pertenece a las clases A, A+ o A++. El nuevo etiquetado mantiene la tradicional clasificación entre A y G, pero añade nuevas clases para discriminar mejor los aparatos más eficientes (hasta la categoría A +++).
Defectos: escalas diferentes según productos
La confusión de las diferentes escalas para diferentes electrodomésticos se aprecia en el siguiente ejemplo:
- Lavadoras: La clase más eficiente es la A +, color verde oscuro. La clase más baja es la F.
- Aire acondicionado: La clase más eficiente es la A + + +, color verde oscuro. La clase más baja es la D.
- Frigoríficos: La clase más eficiente es la A + + +. La clase más baja es la D, que corresponde a modelos que ya no están a la venta.
En consecuencia, una herramienta en principio útil puede convertirse en algo un poco más complicado. Resulta confuso que la excelencia para un tipo de electrodoméstico corresponda a un nivel mucho más bajo en otro. Y además de comprender lo que cada clase significa, el consumidor tiene que molestarse en revisar la fecha del etiquetado: solo así podrá comprobar que las eficiencias entre diferentes modelos son comparables.
En esta página oficial se recogen los modelos de electrodomésticos más eficientes del mercado.
La etiqueta energética es una herramienta informativa utilizada en la Unión Europea para ayudar a los consumidores. Su misión es mostrar de forma rápida y sencilla la eficiencia energética de un electrodoméstico (incluyendo aparatos de aire acondicionado). Todos los electrodomésticos en venta en la UE deben contar obligatoriamente con su correspondiente etiqueta energética.
Existen 7 clases de eficiencia, ordenadas según colores (del verde al rojo, de más a menos eficiente) y letras (de la A a la G).
El etiquetado energético se revisa cada 4 años, debido al desarrollo tecnológico y al aumento de la demanda. Esta revisión es una ventaja para los consumidores, pero tiene también sus defectos: gráficos difíciles de distinguir y con significados muy diferentes según el tipo de aparato.
Menos texto y más símbolos
La última revisión del etiquetado energético, aprobada hace un año por la Comisión Europea, entrará en vigor el próximo 20 de julio. Las modificaciones reducen la cantidad de texto en la etiqueta y apuestan más por gráficos y símbolos. La confusión llega cuando tenemos que lidiar con escalas de calificación diferentes según se trate de uno u otro electrodoméstico.
Ventajas del nuevo etiquetado
El nuevo etiquetado incorpora símbolos ampliamente conocidos por los consumidores, como el grifo de agua o los niveles de sonido. Es positivo que la imagen sustituya a la explicación. Otra ventaja es que las etiquetas podrán aparecer también en productos que, sin ser electrodomésticos, sí que tienen un impacto sobre el gasto energético, como por ejemplo ventanas y aislamientos. Estas medidas ayudarán en el diseño de los edificios y en la reducción del consumo de energía.
Nuevas categorías para la excelencia energética
Los avances tecnológicos han hecho que la mayoría de los productos superen ya las dos categorías más altas de eficiencia. Actualmente, gran parte de los hogares españoles pertenece a las clases A, A+ o A++. El nuevo etiquetado mantiene la tradicional clasificación entre A y G, pero añade nuevas clases para discriminar mejor los aparatos más eficientes (hasta la categoría A +++).
Defectos: escalas diferentes según productos
La confusión de las diferentes escalas para diferentes electrodomésticos se aprecia en el siguiente ejemplo:
- Lavadoras: La clase más eficiente es la A +, color verde oscuro. La clase más baja es la F.
- Aire acondicionado: La clase más eficiente es la A + + +, color verde oscuro. La clase más baja es la D.
- Frigoríficos: La clase más eficiente es la A + + +. La clase más baja es la D, que corresponde a modelos que ya no están a la venta.
En consecuencia, una herramienta en principio útil puede convertirse en algo un poco más complicado. Resulta confuso que la excelencia para un tipo de electrodoméstico corresponda a un nivel mucho más bajo en otro. Y además de comprender lo que cada clase significa, el consumidor tiene que molestarse en revisar la fecha del etiquetado: solo así podrá comprobar que las eficiencias entre diferentes modelos son comparables.
En esta página oficial se recogen los modelos de electrodomésticos más eficientes del mercado.