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10 errores que cometemos al poner la lavadora

15 febrero 2021
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Poner la lavadora no es tan fácil como parece. Y hay errores que pueden hacer que se estropee la ropa o se averíe el aparato. Te descubrimos algunas cosas que hacemos mal al usar la lavadora para que evites caer en ellas. Mira cómo conseguir un lavado perfecto y mantener tu lavadora en buen estado. 

El consumo, el cuidado de las prendas y la vida de nuestra lavadora dependen en parte de ponerla bien o mal. Seguro que tienes claro algunos principios básicos, como revisar bien los bolsillos para que no queden olvidadas monedas, horquillas o papeles que pueden causar atascos y daños en el tambor o lavar las prendas del revés para cuidar los colores... pero hay otros errores comunes que a veces pasamos por alto y te pueden pasar factura.

Cómo evitar los fallos más frecuentes en la colada

Poner bien la lavadora no es complicado, pero hay cosas que a veces no hacemos bien: descubre 10 errores comunes al hacer la colada y cómo actuar para evitarlos.

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1. Lavar sin tratar antes las manchas

Si metemos en la lavadora una prenda con una mancha sin tratarla antes, es probable que cuando la saquemos la mancha siga ahí. Además, el calor al secar la prenda la podría fijar más.

Cómo evitarlo. Trata la mancha con un quitamanchas o detergente concentrado antes de introducirla en el tambor y después lava la prenda a la temperatura más alta que admita según su etiqueta. No la sobrepases porque podría encoger o desteñirse.

2. Sobrecargar la lavadora

Durante el lavado, la ropa debe poder moverse libremente en el tambor para que la lavadora pueda efectuar su acción mecánica. Si llenas demasiado el tambor, el lavado no será eficiente.

Cómo evitarlo. Procura que entre la ropa y la parte superior del tambor quede una mano de espacio libre.

3. No clasificar la ropa

Muchas veces cogemos toda la ropa sucia y la metemos en la lavadora mezclando prendas de colores y tejidos muy diferentes.

Cómo evitarlo. Como mínimo, separa la ropa de color de la ropa blanca para evitar desteñidos. Para un lavado todavía más eficaz, es aconsejable clasificar las prendas según la temperatura de lavado que recomienda su etiqueta: las de agua fría, las que requieren agua templada (30º) y en las que se recomienda usar agua caliente (60º).

4. Mezclar la lencería con el resto de la ropa

Si metes en el tambor las prendas menudas como los calcetines o la ropa interior mezcladas con las piezas grandes como las sábanas, manteles o camisas es muy probable que te desparezca algún calcetín que se quedará desparejado para siempre.

Cómo evitarlo. Introduce en una bolsa de malla la lencería y las prendas más pequeñas, como los calcetines, para asegurar que no se pierdan ni se enreden con el resto de la ropa.

5. No usar la cantidad adecuada de detergente y suavizante

El detergente debe usarse en la cantidad justa, en función de la suciedad de la ropa y la dureza del agua. Si es escaso, la ropa no se lavará bien. Si te pasas de detergente o de suavizante, el exceso de producto puede dejar manchas y restos en la colada, además de que estás tirando dinero por el desagüe.

Cómo evitarlo. Sigue con cuidado las indicaciones del fabricante en lo referente a las cantidades de detergente y suavizante a utilizar.

6. Abusar de la lejía

La lejía es un producto agresivo para los tejidos y para la propia lavadora. Si la usas de manera habitual, tu ropa se va a deteriorar más rápido.

Cómo evitarlo. Usa la lejía solo cuando sea imprescindible desinfectar la ropa, quitar una mancha concreta o blanquearla especialmente.

7. Lavar en agua totalmente fría

Lavar la ropa con agua fría es una buena idea para ahorrar, pero el agua totalmente fría tal y como viene del grifo suele dificultar la acción del detergente. Es posible que las manchas no salgan bien y que queden olores, haciendo que tengas que volver a lavar algunas prendas.

Cómo evitarlo. Consulta siempre la etiqueta de la ropa y  uses la temperatura aconsejada por el fabricante. Por lo general, todos los tejidos admiten una temperatura de 30 ºC, que es idónea para un buen lavado.

8. Pasarse con el centrifugado

Centrifugar a muchas revoluciones puede perjudicar los tejidos de algunas de tus prendas.

Cómo evitarlo. Usa los centrifugados a alta velocidad solo para las prendas de algodón. Para los tejidos de mezcla o sintéticos será suficiente un centrifugado más ligero (900 o 1.000 rpm, como mucho).

9. No vaciarla pronto tras el lavado

Si dejas la ropa durante mucho rato en el tambor tras el lavado, es muy probable que adquiera un olor húmedo poco agradable y que quede muy arrugada.

Cómo evitarlo. Si al poner la lavadora, calculas que no vas a estar en casa cuando acabe, retrasa el comienzo del lavado usando la función de comienzo diferido que ahora incorporan muchos modelos. Así podrás sacar la ropa al poco tiempo de que finalice el programa.

10. No limpiar nunca la lavadora

No importa si tu lavadora es de carga superior o frontal o si tienes una lavadora-secadora. Es probable que termine acumulando suciedad en las gomas, que tenga problemas para evacuar el agua o que el detergente no se distribuya bien.

Cómo evitarlo. Cada cierto tiempo debes efectuar una limpieza de los filtros de desagüe, las gomas y los cajetines de detergente. De esta manera, rendirá al máximo sin resentirse y evitarás atascos y malos olores.

Si tu ropa sigue sin quedar bien

Y si, a pesar de todos estos cuidados, tu lavadora no funciona bien, te recomendamos revisar la instalación: comprueba que las gomas de entrada y salida no están dobladas y que el aparato está bien equilibrado. Tras todas estas comprobaciones, puede que hayas llegado a la conclusión de que necesitas cambiar de lavadora.

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