Preparar un expreso o un capuchino perfectos

El café, el agua y la cafetera, todo influye

La calidad de la materia prima es obvia, si quieres preparar un auténtico café italiano; así que, además de elegir el mejor café, el que más se ajuste a tus gustos, tenemos que hablar también de la importancia del agua y, cómo no, de la cafetera.

El agua

La calidad del agua que utilizas para preparar el café afecta a su sabor. Además, el resultado varía en función de su temperatura y de cuánto tiempo permanece en contacto con los granos de café. Lo mejor es que el agua alcance los 91-92 °C.

• Si está más caliente, tardará demasiado en pasar por el café, lo que puede dar lugar a un sabor amargo.
• Por el contrario, si el agua demasiado fría pasará demasiado rápido. Esto provocará una infraextracción, dejando ese café terriblemente débil, con aspecto de agua de fregar.

La cafetera

Por muy buena que sea tu técnica preparando café, si tienes una máquina de mala calidad, el expreso no será bueno. Como sabes en el mercado hay distintos tipos de cafeteras:

• Cafeteras manuales: son las mejores si te gusta prepararlo todo tú mismo.
• Cafeteras de cápsulas: la opción ideal si quieres una elaboración rápida con el mínimo esfuerzo, ya que el proceso es automático.
• Cafeteras con molinillo incorporado: resultan perfectas si te gusta el grano recién molido y quieres una máquina que haga todo el trabajo por ti.

Cuando sepas qué tipo de máquina que quieres, asegúrate de invertir en una cafetera que sea buena y que se adapte a tus necesidades. En nuestra guía de compra de cafeteras seguro que la encuentras.

Guía de compra de cafeteras

¿Quieres disfrutar de un expreso perfecto? ¿Prefieres un capuchino? Son dos de las preparaciones de café más populares, ambas de origen italiano: toma nota de nuestra receta y disfrútalos a tu gusto.

Cómo preparar un auténtico expreso italiano

Sigue la receta para hacer un espresso auténtico en 5 pasos.

1. Prepara la cafetera

No te saltes este primer paso. Es importante, independientemente del tipo de máquina que tengas. De este modo, se eliminarán los granos sobrantes del último café.

• Llena el depósito con agua limpia y fría.
• Coloca una taza vacía en la bandeja de goteo, debajo de la boquilla.
• Enciende la cafetera y pulsa el botón de inicio, como si estuvieras preparando un solo.
• El agua bombeará a través de la cafetera y de la boquilla. También se calentará, lo que resulta esencial para preparar un buen café.
• Repite el proceso tantas veces como sea necesario hasta que el agua salga clara.

2. Elige el café adecuado y muélelo

Con el café, se obtiene lo que se pone. Sin embargo, el resultado también depende del tamaño al que lo mueles. Tanto si el grano queda demasiado fino como demasiado grueso, el expreso no se extraerá correctamente y el resultado será decepcionante. 

• Con una máquina de café manual: para hacer un buen expreso, necesitas un café fuerte y bien tostado, con un molido fino, para que el agua pueda pasar a través de él a la velocidad adecuada para obtener el mejor sabor. Busca café molido con la etiqueta "espresso" o "expreso" o diseñado específicamente para su uso en máquinas de café. También puedes comprar granos enteros y triturarlos en casa con un molinillo.
• Con una máquina de café automática: deberías poder ajustar el nivel de molido de tu cafetera dependiendo de lo fino que lo quieras, pero no te pases. Ten en cuenta que si queda demasiado fino puede atascar la máquina. Algunos modelos también advierten de que los granos de café de tueste oscuro más aceitosos pueden dañar el mecanismo. Consulta las instrucciones del manual de usuario para obtener más detalles.
• Con una máquina de café de cápsulas: las cápsulas de café premedidas eliminan todas las dudas sobre el tamaño de la molienda. Lo único que tienes que hacer es comprar una cápsula que ofrezca la intensidad de tueste que buscas y que sea compatible con tu máquina.

3. Mide la cantidad de café

• Si tienes una cafetera manual:
  • Comprueba que la cesta de filtro está limpia.
  • Añade el café con la cuchara medidora que debería venir con la cafetera y que ayuda a saber la cantidad de café que debes utilizar. Por lo general, serán unos 7 g de café molido para un expreso simple (prueba con 8-9 g para un sabor más fuerte), 14 g para un expreso grande o dos expresos simples. Para un expreso doble, utiliza la cesta metálica más grande del filtro (si se suministra).
  • Coloca la cesta de filtro en el portafiltro.
  • Aprieta el café con el tamper, el prensador que normalmente se suministra con la máquina, aunque a veces está en el otro extremo de la cuchara medidora. Es importante presionar el café, de modo que quede relativamente compacto y con la parte superior nivelada. Esto permite que el agua se distribuya de manera uniforme por los posos. ¡Pero tampoco exageres! Si queda demasiado compactado impedirá una extracción adecuada.
  • Por último, coloca el portafiltro en la máquina.

• Si tienes una cafetera automática. El aparato hará todo el trabajo por ti. Solo tienes que verter los granos de café en la máquina y ésta molerá la cantidad correcta y la apisonará.

• Si tienes una cafetera de cápsulas. Lo único que tienes que hacer es elegir la cápsula que desees y meterla en la máquina.

4. Calienta la taza

Merece la pena utilizar el calentador de tazas integrado en la máquina, si lo tiene, o llenar la taza con agua caliente para templarla antes de usarla. Esto ayuda a que el expreso mantenga su temperatura en lugar de enfriarse al caer en un recipiente frío.

El expreso es más frío que otros tipos de café, como el de filtro o el instantáneo. Precalentar la taza ayuda a mantenerlo caliente.

5. Prepara el expreso

Ya no queda nada para disfrutar de un café. Por lo general, basta con pulsar el botón correspondiente de la cafetera.

El tiempo que se tarda en preparar varía según la cafetera, ya que cada tipo funciona de forma diferente. La velocidad de flujo también depende de cómo se hayan molido los granos y de la firmeza con la que se apisonen. Por lo general, deberías tardar entre 17 y 24 segundos.

El expreso perfecto, un buen espresso a la italiana, debe tener un aspecto cremoso y dorado, conocido como crema.

Cómo hacer el mejor café capuchino

A cada café, su taza. Así que, para convertir tu café expreso en un delicioso capuchino o capuccino, deberás servirlo en una más alta, de unos 200 ml. Además, tendrás que utilizar el tubo de vapor de la cafetera para espumar un poco de leche y transformar la textura de tu café, de plana y suave, a ligera, burbujeante y aireada. Esto requiere tres pasos más:

1. Prepara la cafetera

• Pon la cafetera en la posición de capuchino para subir la temperatura del agua y crear vapor.
• Expulsa el agua de la salida de vapor en una taza vacía, abriendo un poco la válvula de control del tubo de vapor.

2. Espuma la leche

• Con una máquina de café manual. Para hacer una buena espuma de leche para el capuchino es mejor utilizar una jarra de metal, ya que se calienta antes que las de cerámica. Llena la jarra con un centímetro de leche entera fría. Enciende el tubo de vapor y mételo en la jarra. Sujétala por debajo. Mueve la jarra suavemente hacia arriba y hacia abajo para que entre aire en la leche. Verás que su volumen empieza a aumentar y aparecen burbujas. ¡Escucha! Deberías oír un ruido agudo y quejumbroso mientras el proceso continúa. Si oyes una especie gruñido, detente. Esto indica que la leche se está acercando al punto de ebullición y que pronto se desinflará. Deja también de hacer espuma si el volumen se ha duplicado. No te desanimes si no obtienes un buen resultado a la primera. Como todo, para que salga perfecto hace falta práctica.

• Con una cafetera automática. Si viene con tubo de vapor, tendrás que seguir los pasos anteriores. Si el modelo espuma la leche automáticamente, solo tendrás que añadir leche a la unidad de espumado y seleccionar la opción de capuchino.

• Con una cafetera de cápsulas. Algunos modelos disponen de una unidad de leche integrada, otros vienen con un tubo de vapor para espumar manualmente y otros no tienen ninguna de estas opciones, en cuyo caso hay que considerar la opción de comprar un batidor eléctrico. También puedes usar cápsulas de leche (hay marcas como Dolce Gusto y Tassimo que las tienen).

3. Combina la leche espumada y el expreso

La última etapa de la creación del capuchino consiste en añadir la leche espumada al expreso que ya tienes preparado.

• Empieza por verter la leche espesa y caliente.
• A continuación, utiliza una cuchara para pasar la espuma a la parte superior de la mezcla.
• Lo ideal es que el capuchino tenga proporciones iguales de café, leche y espuma.

¿Necesitas cambiar de cafetera?

Seguro que después de leer estas recetas para preparar un expreso y un capuchino perfectos, te han entrado ganas de tomarte alguno de ellos.

Si también crees que es el momento de comprar una cafetera nueva, en nuestro comparador hemos analizado más de 80 modelos para que elijas la que quieras.

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