La Banca siempre gana
Los bancos ganan mucho dinero a costa de las comisiones que cobran a sus clientes, unas comisiones que no paran de subir.
En 2015, según la autoridad bancaria europea, los bancos españoles ingresaron más de 22.000 millones de euros en comisiones, un 6% más que el año anterior.
El gráfico muestra las entidades que, comparativamente, tienen mayores comisiones.
Esta subida de comisiones no se produce de forma generalizada, y no siempre es evidente.
La estrategia de las entidades suele basarse en:
- Ofrecer buenas condiciones a cambio de exigir el cumplimiento de varios requisitos: domiciliación de nómina, domiciliación de recibos, uso de tarjetas (a veces incluso exigen un número mínimo de compras o que éstas alcancen un importe determinado).
- Penalizar a quienes no cumplen esos requisitos, aplicando nuevas comisiones y subiendo aquellas que ya existían: de esa manera, se “liberan” de los clientes que consideran menos rentables.
El resultado son millones de euros en comisiones, que suponen en algunos casos más de un tercio de los ingresos de la entidad.
¿Muchas comisiones? Cambia de cuenta
El banco puede cambiar las condiciones de la cuenta corriente, subiéndote las comisiones o cobrando otras nuevas. Es perfectamente legal: solo tiene que comunicártelo, por carta, con al menos dos meses de antelación.
Por otro lado, los procesos de fusión y de reestructuración de entidades financieras, han provocado que muchos consumidores hayan acabado siendo clientes de otros bancos, donde les acaban aplicando unas condiciones que no tienen nada que ver con las que contrataron inicialmente.
Si tu banco te cobra por todo, o si te han subido las comisiones, no te conformes: lo mejor es buscar una nueva entidad que ofrezca mejores condiciones.
En tu elección debes considerar distintos aspectos: tus ingresos, los gastos, el nivel de vinculación con la entidad... Te ayudamos a acertar comparando las cuentas corrientes por ti
Una norma que ahorra trámites
El Parlamento Europeo aprobó en 2014 una Directiva que, entre otras cosas, establece un procedimiento claro, rápido y seguro de traslado de cuentas: basta con firmar una autorización al nuevo banco y éste se ocupa de realizar todos los trámites necesarios para el traslado (por ejemplo trasladar todos los recibos domiciliados). Esta Directiva debería haberse incorporado a la normativa española en septiembre de 2016, pero se ha incumplido el plazo, dificultando a los consumidores poder beneficiarse de las ofertas más convenientes en el mercado y cambiar fácilmente. Desde OCU instamos a que esa norma se apruebe lo antes posible.