No regales mascotas en vacaciones
Las mascotas nos hacen compañía, nos divierten y entretienen a toda la familia, tanto a los más pequeños como a los mayores. Sin embargo, hay que ser responsables con su cuidado y entender que no puede ser un capricho estacional que descuidemos cuando nos cansemos.
Desde la OCU recomendamos a los consumidores que no regalen animales de compañía como consecuencia de un impulso. Antes de comprar una mascota conviene valorar las circunstancias del futuro propietario y si este dispone del tiempo que requiere el animal. Asimismo, es importante comprobar que el posible dueño está en condiciones de asumir las responsabilidades y los cuidados intrínsecos de la mascota. Por ejemplo, un perro necesita salir a la calle, por lo general, una media de 3 veces al día para pasear y hacer sus necesidades.
Las mascotas que no necesitan salir a la calle también exigen cuidados específicos. Los gatos, si bien son más independientes y, aparentemente, requieren menos atenciones que un perro, son muy territoriales y suelen sufrir mucho con los desplazamientos y con los cambios de espacio. Del mismo modo, los animales tienen que seguir unos hábitos básicos de higiene por su propio bien y el de todos los que conviven con él (a los perros hay que bañarlos y cortarles el pelo, a los gatos hay que limpiarles el cajón a menudo, a las aves hay que adecentarles la jaula también con frecuencia, etc.). También conviene tener en cuenta la esperanza de vida que tiene el animal elegido, ya que puede variar mucho: desde los 2-3 años de un roedor hasta los más de 50 de algunas tortugas o loros.
Por otra parte, infórmate bien antes de adquirir un animal exótico (suelen requerir de espacios y atenciones especiales, que tienes que asegurarte de poder cubrir).
Si más allá del impulso o capricho inicial entiendes que puedes asumir las obligaciones y cuidados de la mascota que elijas, los beneficios que proporciona a toda la familia suelen ser considerables. Y si te planteabas regalar un animal de compañía a un familiar o a un amigo, es mejor que lo habléis primero y que te asegures de que puede y quiere hacerse cargo de él, con todas sus consecuencias.
Desde la OCU recomendamos a los consumidores que no regalen animales de compañía como consecuencia de un impulso. Antes de comprar una mascota conviene valorar las circunstancias del futuro propietario y si este dispone del tiempo que requiere el animal. Asimismo, es importante comprobar que el posible dueño está en condiciones de asumir las responsabilidades y los cuidados intrínsecos de la mascota. Por ejemplo, un perro necesita salir a la calle, por lo general, una media de 3 veces al día para pasear y hacer sus necesidades.
Las mascotas que no necesitan salir a la calle también exigen cuidados específicos. Los gatos, si bien son más independientes y, aparentemente, requieren menos atenciones que un perro, son muy territoriales y suelen sufrir mucho con los desplazamientos y con los cambios de espacio. Del mismo modo, los animales tienen que seguir unos hábitos básicos de higiene por su propio bien y el de todos los que conviven con él (a los perros hay que bañarlos y cortarles el pelo, a los gatos hay que limpiarles el cajón a menudo, a las aves hay que adecentarles la jaula también con frecuencia, etc.). También conviene tener en cuenta la esperanza de vida que tiene el animal elegido, ya que puede variar mucho: desde los 2-3 años de un roedor hasta los más de 50 de algunas tortugas o loros.
Por otra parte, infórmate bien antes de adquirir un animal exótico (suelen requerir de espacios y atenciones especiales, que tienes que asegurarte de poder cubrir).
Si más allá del impulso o capricho inicial entiendes que puedes asumir las obligaciones y cuidados de la mascota que elijas, los beneficios que proporciona a toda la familia suelen ser considerables. Y si te planteabas regalar un animal de compañía a un familiar o a un amigo, es mejor que lo habléis primero y que te asegures de que puede y quiere hacerse cargo de él, con todas sus consecuencias.
Las mascotas precisan acudir al veterinario regularmente. En el caso de los perros, las vacunas más frecuentes son:
- La antirrábica, de aplicación obligatoria anual (dependiendo de la comunidad autónoma).
- La pentavalente o la heptavalente (anual).
- Tratamientos para la desparasitación (varias veces al año)
- La pipeta o collar para la prevención de parásitos externos (1 vez al mes)
Además, los perros, los gatos y, en algunas comunidades, incluso los hurones, debén llevar un microchip para poder identificar al propietario en caso de extravío del animal. Igualmente, tiene que contar con la cartilla de la comunidad autónoma en la que se resida; en ella tienen que figurar las etiquetas de las vacunas, así como los datos del dueño y de la mascota (y si piensa salir de España, es precisio que el veterinario expida un pasaporte).
Por supuesto, todo esto son indicaciones generales. Si el animal sufre algún problema o enfermedad especial, habrá que proporcionarle la asistencia y los cuidados que prescriba el veterinario.
Abandonar animales es una práctica cruel y censurable. La mayoría de comunidades autónomas cuentan con leyes de protección animal y muchos ayuntamientos también tienen ordenanzas municipales específicas. El maltrato o la muerte injustificada de un animal de compañía puede comportar, incluso, penas de prisión de entre 3 meses y 1 año (artículo 337 del Código Penal).
Atendiendo a los datos del último estudio de la Fundación Affinity de 2010, en España se recogieron 109.074 perros y 35.983 gatos abandonados.
Según este mismo estudio, los principales motivos de abandono de los animales son, en primer lugar, las camadas indeseadas (14 %), seguidas del cambio de domicilio ya sea a un piso más pequeño o bien a uno de alquiler (13,7 %), factores económicos (13,2 %) y la pérdida del interés por el animal (11,2 %).
Asimismo, un 10,4 % de los abandonos (sobre todo perros) está relacionado con la práctica de la caza, principalmente en Extremadura (30,4 %) y Castilla-La Mancha (21 %).
Como recomendación general, si eres testigo de algún tipo de maltrato o abandono animal, ponte en contacto con el SEPRONA de la Guardia Civil (teléfono gratuito: 062), para que levanten acta del suceso. Si tienes la posibilidad de grabar un vídeo o tomar fotografías, puede considerarse una prueba importante para sustentar la denuncia.