Informe

No regales mascotas en vacaciones

12 junio 2017
Abandono mascotas

Las mascotas nos hacen compañía, nos divierten y entretienen a toda la familia, tanto a los más pequeños como a los mayores. Sin embargo, hay que ser responsables con su cuidado y entender que no puede ser un capricho estacional que descuidemos cuando nos cansemos.

Desde la OCU recomendamos a los consumidores que no regalen animales de compañía como consecuencia de un impulso. Antes de comprar una mascota conviene valorar las circunstancias del futuro propietario y si este dispone del tiempo que requiere el animal. Asimismo, es importante comprobar que el posible dueño está en condiciones de asumir las responsabilidades y los cuidados intrínsecos de la mascota. Por ejemplo, un perro necesita salir a la calle, por lo general, una media de 3 veces al día para pasear y hacer sus necesidades. 

Las mascotas que no necesitan salir a la calle también exigen cuidados específicos. Los gatos, si bien son más independientes y, aparentemente, requieren menos atenciones que un perro, son muy territoriales y suelen sufrir mucho con los desplazamientos y con los cambios de espacio. Del mismo modo, los animales tienen que seguir unos hábitos básicos de higiene por su propio bien y el de todos los que conviven con él (a los perros hay que bañarlos y cortarles el pelo, a los gatos hay que limpiarles el cajón a menudo, a las aves hay que adecentarles la jaula también con frecuencia, etc.). También conviene tener en cuenta la esperanza de vida que tiene el animal elegido, ya que puede variar mucho: desde los 2-3 años de un roedor hasta los más de 50 de algunas tortugas o loros.

Por otra parte, infórmate bien antes de adquirir un animal exótico (suelen requerir de espacios y atenciones especiales, que tienes que asegurarte de poder cubrir).

Si más allá del impulso o capricho inicial entiendes que puedes asumir las obligaciones y cuidados de la mascota que elijas, los beneficios que proporciona a toda la familia suelen ser considerables. Y si te planteabas regalar un animal de compañía a un familiar o a un amigo, es mejor que lo habléis primero y que te asegures de que puede y quiere hacerse cargo de él, con todas sus consecuencias.