Los análisis comparativos de OCU
Los análisis comparativos de productos son algo propio de OCU. Independientes, objetivos, rigurosos, completos... nuestros análisis se basan en pruebas realizadas en laboratorios expertos, tras un exhaustivo estudio de mercado. Es un proceso necesario para llegar a determinar cuáles son los productos más recomendables. Te explicamos paso a paso cómo hacemos nuestros análisis.
La razón principal por la que las organizaciones de consumidores realizan estudios comparativos de productos de consumo es ayudar a los consumidores a la hora de elegir, comprar o contratar servicios y bienes, ofreciendo resultados fiables, rigurosos e independientes para que puedan escoger lo que mejor se adecue a sus necesidades.
La segunda razón es mejorar el mercado, ser un estímulo para que la industria fabrique productos de más calidad: con nuestros tests "presionamos" a la industria para que fabrique productos cada vez de mayor calidad y no solo se ciñan a cumplir las normas.
Las 4 fases de nuestros análisis
1. Selección de los productos
Cada año analizamos del orden de 2.000 productos. Todo esto tiene un coste económico grande para OCU, que intentamos compensar participando en análisis internacionales. Por eso, formamos parte del ICRT (International Consumer Research & Testing), organización a la que pertenecen las principales organizaciones de consumidores de Europa y del mundo. Y es que si un producto se vende en varios países, ¿por qué no analizarlo una sola vez? Esto nos permite compartir costes y, además, tener una posición común.
De todas maneras, es fácil sumar y darse cuenta del enorme esfuerzo financiero que las organizaciones de consumidores hacen en los análisis comparativos de productos. E, incluso, con todos estos esfuerzos, todavía son muchos los productos que lanzan los fabricantes al mercado y que no podemos analizar, pero ¡ojo! estamos en ello. OCU no ceja en su empeño de buscar siempre caminos para ofrecer lo mejor al consumidor.
2. Compra de los productos
Uno de los principales pilares de OCU es la independencia (algo que no va a cambiar pasen los años que pasen) y, para preservarla, nuestros compradores van a las tiendas de forma anónima, como un consumidor más, para adquirir los productos seleccionados para analizar. Pagamos cada uno de ellos y tampoco admitimos muestras de los fabricantes.
También realizamos muchas de las compras por internet, lo mismo que hacen muchos de los consumidores.
3. Análisis en el laboratorio
Los productos se envían al laboratorio y nuestros técnicos definen las condiciones en las que hay que realizar las pruebas: plazos, costes, metodología de análisis, etc. Es lo que llamamos el programa de test. A veces, valoramos hasta 100 parámetros (por ejemplo, televisores). Este conjunto de pruebas nos sirve para valorar la calidad de los productos.
Periódicamente se actualiza el esquema de test. A veces, son solo pequeñas adaptaciones a las últimas novedades del mercado pero, cada cierto tiempo, se revisan en profundidad las pruebas que se realizan; y entonces se buscan los laboratorios que mejor puedan llevarlas a cabo, tanto dentro como fuera de España.
4. Publicación de resultados
Todo el equipo (técnicos, redactores, analistas, diseñadores...) trabaja juntos para mostrar en las distintas publicaciones los resultados de los test comparativos, respondiendo de la manera más clara posible a todas las cuestiones de los consumidores.
Nuestra web nos ayuda a gestionar mejor toda la información que tenemos sobre los productos analizados. Así, nuestros socios encontrarán en los comparadores todos los resultados de los análisis y precios siempre actualizados.
- Además, es posible consultar todas las características evaluadas, los resultados parciales de las funciones más importantes de los productos y comparar.
- Con los comparadores te ayudamos a elegir las tiendas con mejores precios. De hecho, recogemos a diario precios: para que te hagas una idea, el año pasado publicamos la friolera de más de 12 millones de precios online y más de 81 millones precios de tiendas físicas.
Mirando al futuro
No queremos quedarnos atrás, sino todo lo contrario: nuestro objetivo es avanzar en todos los nuevos retos que nos impone el mercado. Entonces, ¿cómo no íbamos a aprovechar las ventajas que nos puede ofrecer la Inteligencia Artificial? Así, hemos recurrido a ella para poder ofrecer una valoración de más productos a nuestros socios. A partir de los resultados de productos ya analizados y teniendo en cuenta las características técnicas, la IA nos permite evaluar el nivel de calidad de aquellos que no han pasado por el laboratorio.
Incorporamos la IA a cuatro de las categorías de productos más importantes: lavadoras, lavavajillas, secadoras y microondas.
Ahora bien, el hecho de que utilicemos la IA para dar una valoración de determinados productos no significa que vayamos a dejar de analizarlos; todo lo contrario.
Es necesario que sigamos analizando modelos en el laboratorio que sirvan de base para alimentar los algoritmos de IA que nos permitan llegar al resto de productos.
Análisis que mejoran el mercado
Si echamos la vista atrás, a la memoria de muchos de nuestros socios, esos que llevan con nosotros “toda una vida”, acudirán análisis de diferentes ámbitos que han marcado un antes y un después en el mundo del consumo.
Así, uno de los primeros hitos que jalonan nuestros comparativos es el análisis de hamburguesas, allá por 1991, al que le siguieron otros como el aceite o la leche, por ejemplo, que han destapado fraudes y han supuesto un elemento de presión en las administraciones para conseguir que haya un mayor control de los productos que salen al mercado y que se cumpla con la legislación.
Pero la cosa no queda aquí porque la presión de esos resultados también ha servido para que muchos fabricantes mejoren la calidad de sus productos (a nadie le gusta salir mal parado en la foto).
Un trabajo que da frutos
Repasemos algunos de los más importantes porque han supuesto un gran paso en nuestra labor:
- Hemos conseguido que se mejore la seguridad de las sillas de autoo.
- Gracias a nuestras pruebas de preservativos la norma europea EN y la norma internacional ISO incluyeron criterios de resistencia más exigentes.
- Con nuestros análisis de planchas conseguimos que la industria incorporara los termofusibles para evitar incendios por excesivo calentamiento.
- Nuestro análisis de hornos dio como resultado que se limitara la temperatura que puede alcanzar la puerta de cristal para evitar riesgos a los consumidores.
- Nuestros comparativos de servicios y tarifas han sido un foco de presión para que los proveedores aumenten la calidad y rebajen sus precios.
Todo esto es posible porque día a día trabajamos para mejorar nuestros esquemas de análisis comparativos y, por supuesto, colaboramos con organizaciones internacionales como ANEC (Representante Europeo de los Consumidores en la normalización), Consumers International o ENELEC e IEC (para temas de seguridad eléctrica y térmica de los electrodomésticos).