Guía de compra

Cómo elegir GPS

20 abril 2016

¿Qué opciones hay?

Las constantes rebajas de los precios de los navegadores GPS los han convertido definitivamente en productos de gran consumo. Puedes elegir entre:

  • Navegadores GPS,  integrados en el coche, más grandes y encastrados en el salpicadero
  • Navegadores portátiles
  • Aplicaciones que se instalan en el Smartphone, (deberás comprar un soporte y un cargador para el coche). El consumidor que quiera una aplicación GPS para el móvil tiene a su disposición aplicaciones de pago y gratuitas.

Aplicaciones

Las aplicaciones de pago son del tipo "mapas a bordo". Esto permite usar el navegador dependiendo únicamente de la señal del satélite.

Las aplicaciones gratuitas no descargan las cartografías completas, tan solo la ruta que se diseñe en cada momento. Por tanto, si es necesario recalcular la ruta, consultar puntos de interés o cualquier operación que requiera información nueva, el navegador precisa conectarse a Internet móvil... con lo que eso supone (coste, limitaciones de cobertura, etc.).

En general, las apps GPS para móvil son bastante intuitivas y rápidas. Tienen limitaciones, pero ofrecen interesantes prestaciones a sus usuarios.

Pero a diferencia de los navegadores, se puede encontrar aplicaciones gratuitas para instalar en el móvil que, si bien no alcanzan todas las prestaciones de las de pago, sí cumplen perfectamente con su cometido.

Compra Maestra: ALK (WEU 28,99 euros), tanto para iOS como en Android. Si únicamente se re quiere cobertura Iberia, nuestra elección es Ndrive11 (Iberia 14,99€).

Compra Ventajosa: Waze, tanto para iOS como para Android. Es una aplicación gratuita.

Navegadores GPS

Además de cumplir con su función de guiarte hasta tu destino por el mejor trayecto posible, un navegador GPS portátil  te ofrece diversas opciones.

El navegador es un completo callejero. Normalmente cuenta con una base de datos de "puntos de interés", que permite que aparezcan en la pantalla sitios como bancos, estaciones, museos, gasolineras, restaurantes, oficinas de turismo... con su ubicación exacta.

El conductor no sólo puede elegir el itinerario más corto o el más rápido, también puede bloquear determinados trayectos, o pedir al GPS que evite algunos lugares: vías de peaje, carreteras que sabe que están en obras o que tienen continuos atascos, etc. El navegador localiza y marca la presencia de radares fijos.

Algunos navegadores GPS incorporan además la función TMC, que ofrece la posibilidad de recibir información por radio del estado de las carreteras y del tráfico.

Los hay que integran Bluetooth. Si su móvil también incorpora está función tendrá un sistema manos libres. También, pueden disponer de un reproductor MP3 e incluso pueden incorporar un receptor de televisión.

Conviene actualizar la cartografía

La amplitud de los mapas encarece el precio del navegador GPS: un modelo con la cartografía de Europa cuesta, de media, 50 euros más que si está circunscrito a la península ibérica.

Lo que más encarece el precio son las actualizaciones de la cartografía, que cuestan unos 50 euros cuando se trata de la península ibérica y unos 80 euros cuando son de Europa. A decir verdad, es un gasto recomendable. Por cierto, las descargas pueden hacerse directamente a través de un ordenador.

Dónde colocar el navegador GPS

Instala el aparato de forma que no impida la visibilidad y le distraiga lo menos posible. La zona más indicada es sobre el salpicadero, a un lado del volante.

Hay que mirar al navegador GPS como si de otro retrovisor se tratara. Lo ideal es que sea tan claro que un sólo vistazo baste para hacerse una idea. Las indicaciones de voz harán el resto. Evitarás riesgos si te familiarizas con el aparato, y si antes de ponerte en marcha revisas el trayecto.

Manipular el navegador GPS mientras conduces se traduce en una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del carné de conducir.

Para evitar robos, llévatelo contigo cuando salgas del coche. Si lo dejas escondido, quita el soporte y desactiva la función Bluetooth. Anota el número de serie por si lo roban.

Cuando se deja de usar el navegador durante un tiempo, o cuando se enciende en un lugar no habitual, tardará más tiempo en conectarse a los satélites.