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Las ciudades más caras (y menos) para aparcar

01 marzo 2016
Las ciudades más caras (y menos) para aparcar

Hemos hecho un estudio sobre aparcamientos regulado en 52 ciudades, y las diferencias de precio son abismales. Dos horas salen por 6 euros en Barcelona, pero por sólo 60 céntimos en Zamora. Hay localidades donde estacionar en la calle es tan caro como dejar el coche en un aparcamiento vigilado.

Barcelona, San Sebastián y Madrid, por ese orden, son las ciudades más caras de España en lo que a aparcamiento regulado se refiere. Por el contrario, Palencia, Ávila, Ciudad Real, Jaén, Ceuta y Zamora son las más baratas. Lo cierto es que son pocas las ciudades españolas que se libran de este pago.

OCU ha realizado un estudio sobre aparcamientos regulado en 52 ciudades de toda España, todas las capitales de provincia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, además de Cartagena, Gijón  y Vigo. Salvo en Badajoz, Lugo, Melilla, Pontevedra y Santa Cruz de Tenerife, en todas las ciudades de nuestro estudio se limita el estacionamiento.

Los ayuntamientos justifican la regulación del estacionamiento con tres argumentos, que regular el establecimiento  fomenta el uso trasporte público, limitar la contaminación y, obviamente, recaudar dinero para las arcas municipales. Lo cierto es que en todas las ciudades se busca limitar el aparcamiento en determinadas zonas urbanas, imponiendo a los conductores restricciones y un precio por aparcar.

Tan caro como un aparcamiento vigilado

Los criterios que se aplican en las ciudades para fijar las tarifas son muy diferentes. Las localidades más baratas para aparcar son Palencia (1,15 euros), Ávila y Ciudad Real (1,10), Jaén (1,05), Ceuta (0,95)  y Zamora (0,60). Por el contrario, el coste por estacionar durante dos horas en muchas ciudades ronda los 1,5 euros, mientras que ese mismo tiempo cuesta hasta 6 euros en Barcelona, 5,35 euros en San Sebastián y 4,70 euros en Madrid.

Estas tarifas tan elevadas son muy similares al precio que tiene estacionar durante dos horas en un aparcamiento vigilado, donde además no es necesario mover el coche transcurrido ese tiempo. Por ello, OCU se plantea si están justificadas unas tarifas tan caras en ciudades como Barcelona, San Sebastián, Madrid, Bilbao o Valencia.

Perjuicio para los residentes

Son los residentes en las zonas de aparcamiento regulado quienes sufren mayores desigualdades, ya que deben abonar, en muchos casos anualmente, una tasa que les permite estacionar en el área más próxima a su domicilio.

Castellón es la única ciudad donde los residentes pueden aparcar sin coste en su barrio. En el otro extremo está Córdoba, donde sólo se permite a los residentes aparcar más barato en su zona, pero no más tiempo que un visitante. Peor aún es el caso de Oviedo, donde la figura de residente ni siquiera está reconocida.

El método más habitual que utilizan los ayuntamientos para gestionar el aparcamiento de los residentes es a través de una tarjeta anual. Pero en algunas ciudades, como Valencia Zaragoza, Teruel o Lérida, la tarjeta de residente debe ser acompañada, además, de un tique que debe renovarse cada 1, 3 o 5 días.

Otros municipios, como Sevilla, Las Palmas o Tarragona, funcionan con un método mixto. Y es posible elegir entre una tarjeta anual o tiques por días.

Lo que está claro es que la regulación del aparcamiento, en ningún caso garantiza disponer de una plaza fija o encontrar un hueco.

Estamos en contra de recaudar

OCU pide que en las ciudades donde se regula el aparcamiento se reconozca la condición de residente sin límite de tiempo. De lo contrario se genera una situación de desigualdad con aquellos que viven en zonas de aparcamiento libre.

En OCU pensamos que los ayuntamientos están obligados a velar por una gestión del tráfico ordenada y a luchar contra la polución, pero no por ello es necesario usar la regulación del aparcamiento con una intención recaudatoria, que únicamente castiga el bolsillo de los ciudadanos.