Noticia

Carsharing: mi coche es tu coche

15 marzo 2016 Archivado
compartir_coche

Archivado

Las redes sociales revitalizan las iniciativas de toda la vida, como la de compartir coche cuando vamos al mismo sitio. Ahorro y conciencia ecológica se mezclan en nuevas fórmulas que ya están funcionando en nuestro país.

Lo llaman revolución 2.0 y está afectando a todos los ámbitos de nuestra rutina. La "culpa" la tienen las redes sociales: el creciente interés por expresarnos en comunidades que nacen en internet para después dar el salto al mundo offline.

Hablar con los amigos, comentar una noticia, criticar un hotel... Lo último es la versión online de una práctica tan antigua como lo son los coches: compartir vehículo con otras personas que van al mismo sitio.

Ahorro + ecología

Lo llaman carsharing: compartir coche con un desconocido para ahorrar gasolina y contaminar menos. Si antes de Internet podíamos acercar al vecino al trabajo (hoy por ti, mañana por mí), con el auge de las redes sociales conocemos a personas con las que jamás nos habríamos cruzado por la calle.

Gente que vive y trabaja cerca de donde vivimos y trabajamos. Nuevas fórmulas que nacen en la red pero terminan en las carreteras de nuestras ciudades.

La conciencia ecológica se mezcla con las ganas de ahorrar. La web de referencia en España es Compartir, una genuina red social en la que ciudadanos de todo el país se encuentran para compartir coche. 

Esta página hace hincapié en la responsabilidad ecológica, ofreciendo cálculos sobre el dinero que costaría tu viaje si lo hicieses solo y sobre cuántos kg. de CO2 se emitirían a la atmósfera. A continuación, muestra cuánto ahorrarías en caso de compartir el viaje con una, dos, tres personas... y sobre todo el CO2 que dejaría de emitirse.

Ir a donde quieras, con quien quieras

Páginas como BlablaCar o Amovens dan especial relevancia a las "críticas" que cada uno escribe después del viaje. Publicadas en un muro común, valoran quién ha sido buen o mal compañero y por qué. De esta manera, si alguien tiene dudas a la hora de compartir viaje con un desconocido, podrá fiarse o desechar la idea dependiendo de las críticas que haya acumulado esa persona.

En estas web también existen ofertas de último minuto o last minute: una foto del conductor, una descripción del viaje y un importe en euros. Una escapada de fin de semana de Madrid a Benidorm puede salirte por tan solo 20 euros.

Otra página interesante a nivel internacional es Roadsharing. Una de las interesantes opciones que ofrece es la pestaña "Eventos", donde se ofrecen opciones de carsharing para juntarse con otros participantes y acudir a festivales de música, maratones, grandes premios de motociclismo...

Prestar nuestro propio coche

Las opciones son prácticamente inagotables: encontrar compañeros estables para ir juntos al trabajo, rotándose para que cada día coja el coche uno (así los vehículos sufren menos desgaste); buscar una manera barata de hacer un viaje por Europa; o incluso alquilar un coche que está cogiendo polvo. 

Con Social Car y y Amovens es posible sacarle partido a un coche que no uses mucho pero esté en buen estado, alquilándolo a otra persona previo pago de un seguro. 

Las nuevas compañías de alquiler

En el extremo más corporativo de la cadena, hay empresas que disponen de grandes flotas de automóviles. Podrían parecer compañías de alquiler de coches de las de toda la vida, pero no lo son.

Pagando una cuota de abonado, coges un coche en un lugar y lo dejas en otro en que la empresa tenga sede, sin necesidad de reservarlo antes. Este modelo de negocio cuenta con gigantes como la americana Zipcar. En España ya existen buenos ejemplos:

  • Respiro: Sin cuota de abonado, pone a disposición de sus clientes coches en aparcamientos del centro de Madrid. Cuesta 3,5 euros la hora de alquiler (39 por día completo) y 0,29 euros por kilómetro recorrido a partir del km. 20. Gasolina, seguro y asistencia están incluidos. 
  • Bluemove: tiene una App para encontrar un coche de la red cerca de ti. Su precio son 2€ la hora o 25€ al día, más 0.25€ el kilómetro. Hay que darse de alta pero no hace falta pagar cuota.