Informe

Así se manipulan los precios de los carburantes

12 febrero 2013
Manipular precios

Repostar los lunes es más barato. La CNE lo ha denunciado en varias ocasiones, pero las principales cadenas de venta de carburantes, que acaparan el 69% del mercado, manipulan los precios al unísono, hasta el punto de que en el sector apenas existe la competencia.

Si has oído que es más barato repostar los lunes, debes saber que es cierto. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha denunciado en varias ocasiones una práctica que consiste en rebajar sustancialmente el precio de los carburantes los lunes, para después volver a subirlo.

Esta práctica venimos observándola desde septiembre de 2012 y parece intensificarse con el tiempo, pues los descuentos eran inicialmente menores al 1%, pero a finales de año esa cuantía ya se superaba algunos lunes.

La OCU ha investigado esta cuestión, encontrándonos con resultados sorprendentes y, sobre todo, muy preocupantes. Hemos analizado el comportamiento diario del precio de los carburantes en más de 7.500 gasolineras de toda España, desde mediados de septiembre hasta finales de 2012.

Lo hemos hecho siguiendo la evolución de precios según la enseña de la estación de servicio, sin considerar las gasolineras independientes que en muchos casos tienen vínculos contractuales con alguna de las principales compañías.

Precios actualizados de carburante: ¿pacto para no competir?

El dato más llamativo es que las tres enseñas con mayor número de gasolineras en España (Repsol, Cepsa y Campsa) registran el denominado efecto lunes, como podemos ver en el gráfico.

Precios actualizados de carburante

Salvo en algún caso, coincidiendo con puentes y fiestas, el lunes es el día en que los carburantes son más baratos.

La importancia de este efecto varía según la semana, pero, en general, las variaciones intrasemanales del precio superan el 1% y en algunos casos han llegado incluso al 2%.

Resulta preocupante comprobar que la evolución de precios entre estas tres enseñas es completamente paralela. Es decir, si una compañía sube sus precios, las otras dos siguen dicho movimiento con la misma intensidad. Por lo tanto, ninguna compañía ha variado su posición con respecto a las otras durante el periodo analizado y ni siquiera se advierte un intento de ello.

Esto supone un indicio claro de la falta de competencia que se presupone debe existir en nuestro país, puesto que en un mercado que ha visto variaciones del precio del diesel de más del 10% en poco más de un mes (mediados octubre-mediados noviembre), es muy sospechoso que las tres compañías principales (que copan cerca de la mitad de las gasolineras en España) mantengan sus distancias intactas.

¿Es más barato el combustible los lunes? 

El motivo por el que es el lunes es el día en que los carburantes son más baratos en España no responde a cuestiones de demanda o de evolución internacional del precio del crudo, sino a que ese día de la semana los precios de las gasolineras se comunican a Europa para su seguimiento y comparación a nivel continental.

Se produce, por tanto, una distorsión y un engaño a dicho mecanismo europeo, mostrando un perfil de precios más bajos que los que tenemos en realidad.

Es evidente que este engaño se puede llevar a cabo gracias a la gran concertación de precios que hay entre las principales compañías distribuidoras de carburante. Si existiera un mayor grado de competencia sería mucho más difícil que todas las gasolineras, o al menos la mayoría, se pusieran de acuerdo para vender el carburante más barato un día determinado de la semana.

En cambio, con un número muy limitado de operadores que controlan directa o indirectamente la mayor parte de los surtidores del país, es fácil llegar a este tipo de compromisos.

Otros prefieren los martes

Este efecto lunes también se manifiesta en otras marcas importantes de estaciones de servicio, como BP y Petronor, y así lo podemos comprobar en el siguiente gráfico.

 
¿Es más barato el combustible los lunes?
 

 

Sin embargo, Galp, Shell y Saras apuestan por otro día de la semana para que sus carburantes sean más baratos: el martes. La justificación de esta discrepancia podría estar en un intento de diferenciación o en un retraso frente a otras compañías en la comunicación de sus precios al Ministerio de Industria, fuente de la que provienen los datos de este análisis.

Las evoluciones de precios entre estas compañías medianas es también muy similar, únicamente desplazando la línea un día en aquellas que tienen como 'jornada de descuentos' los martes. No se llega al punto de paralelismo de las tres principales compañías, pero sus rectas sólo se cortan los lunes y martes, cuando unas empresas ofrecen el efecto descuento y otras no.

Precio gasolineras de los grandes hipermercados

Tras observar el comportamiento de las principales empresas del sector, cabe preguntarse si no habrá alguna que no realice dicho efecto lunes (o efecto martes). La respuesta la encontramos examinando estaciones de servicio más pequeñas e independientes y las de las cadenas de los grandes de la distribución (supermercados e hipermercados), como podemos observar en el gráfico.

 

 
 

 

Sí existe el efecto en los mayores distribuidores (Carrefour, Eroski y Simply, asociada a Alcampo). Lo que llama la atención es que si bien a comienzos del periodo analizado cada cadena realizaba su 'día especial' un día diferente de la semana (Simply los lunes, Carrefour los martes y Eroski los miércoles), al comenzar noviembre Simply pasó a ser también de efecto martes y Eroski siguió su ejemplo al iniciarse diciembre.

En Carrefour y Eroski, algunas semanas se han podido apreciar diferencias en el precio del carburante de hasta 4 céntimos.

 

Al margen

 

Otras cadenas asociadas a supermercados, como Bon Àrea o Esclat, no tienen ningún efecto día en sus precios. Siguen las tendencias generales de evolución de precios del carburante, pero nunca han propiciado bandazos y son una muestra de que el efecto lunes proviene únicamente de una decisión de las compañías que lo practican.

Este dato se confirma con el ejemplo de AN Energéticos, una cadena regional con alrededor de 30 gasolineras que carece también de efectos evidentes, lo que invalidaría el argumento de Esclat o Bon Àrea, cuyo volumen de negocio de carburantes forma una parte accesoria del negocio principal de estas empresas: la distribución de alimentos y todo tipo de productos.

Al ser una cadena independiente, AN Energéticos refuerza la idea de que una mayor liberalización del sector ayudaría a que el mercado fuera más competitivo y, por lo tanto, confirma que se podrían ofrecer precios más bajos a los consumidores. De hecho, AN Energéticos es una de las cadenas más baratas en España.

El Gobierno se lava las manos

El Gobierno no parece tener demasiado interés en mediar en el tema del efecto lunes de los carburantes, fundamentalmente por dos razones:

  • Le permite salir mejor parado en la comparación de precios de carburantes entre países.
  • Puede servirle incluso de herramienta para camuflar subidas de precios con malos efectos en la inflación.

De hecho, el efecto lunes se intensificó el pasado noviembre, hasta el punto de que los descuentos se hicieron significativamente mayores al 1% habitual de los lunes de otros meses. El ahorro al llenar el depósito podía superar entonces fácilmente el euro por depósito.

Pedimos más competencia

La CNC y la CNE han reclamado al Gobierno que introduzca medidas que aumenten la competitividad del sector.

Entre dichas medidas se encuentran la prohibición de recomendar precios, que las grandes operadoras realizan sobre sus distribuidores; la reducción de la duración de los contratos de exclusividad o facilitar la apertura de estaciones de servicio en hipermercados, centros comerciales y autopistas.

La OCU cree que estas medidas son adecuadas, pero incide en la gran concentración existente en manos de los tres principales operadores (Repsol, Cepsa y Campsa, las tres con efecto lunes), que alcanzan el 63% del volumen de ventas, mientras que en países como Francia es de un 21%.

Por ello, la OCU considera que es necesario aumentar el nivel de competencia en el sector, fomentando y facilitando la apertura de estaciones de servicio de cadenas independientes, locales y regionales, y no sólo de aquellas adscritas a cadenas de supermercados e hipermercados.

Numerosos estudios muestran que estas cadenas suelen tener precios más bajos y que promueven una mayor competencia de precios en el área donde se ubican.

Además, sería aconsejable que los servicios de defensa de la competencia estudiaran casos de excesiva concentración del mercado en manos de los principales operadores, especialmente en capitales de provincia y grandes poblaciones.

Deberían establecerse también límites a la cuota de mercado que éstos puedan ocupar, y ejercer una labor de vigilancia para que no se incurra en prácticas que conlleven la desaparición de los competidores con menos poder de mercado.

Un as en la manga

Los socios de la OCU tienen un as en la manga, pues disponen de una aplicación que les permite conocer el precio diario del carburante en las gasolineras que hayan seleccionado. Además, hemos alcanzado un acuerdo para que nuestros socios puedan ahorrarse 4 centímos por litro de carburante.

Liberalización del carburante: un paso insuficiente

Escuchando la voz de diversos actores, entre ellas las de la OCU, el Gobierno ha aprobado medidas para aumentar la competencia en el sector de los hidrocarburos.

El objetivo es que haya más competidores en el mercado, con la lógica competencia de precios, para romper una dinámica insana en la que la evolución de precios de las principales cadenas resulta simétrica y se dan distorsiones aberrantes como el efecto lunes.

El problema es que estas medidas no solo no van a aumentar la competencia, sino que pueden acentuar la concentración del negocio en unas pocas manos.

En qué consisten las medidas aprobadas

  • Prohibir cualquier tipo de recomendación de precios a los minoristas por parte de los distribuidores.
  • Facilitar la apertura de estaciones de servicio en centros comerciales, establecimientos de ITV y zonas industriales.
  • Facilitar el acceso de todos los distribuidores a las instalaciones fijas de almacenamiento y transporte de productos petrolíferos.
  • Aumentar la transparencia en el funcionamiento y utilización de dichas instalaciones.

Estas medidas sí que pueden aumentar la competencia, aunque sus efectos pueden tardar en notarse.

Por qué son insuficientes

El problema es que estas medidas no conseguirán que el peso de las grandes compañías disminuya significativamente. 

La normativa establece en una disposición transitoria que los operadores con cuota de mercado superior al 30% no podrán incrementar el número de gasolineras en que distribuyen. Esta sí que sería una manera de limitar el poder de las grandes compañías, si no fuese por esta matización:

"No obstante lo anterior, podrán renovarse a su expiración los contratos preexistentes aunque con ello se supere la cuota de mercado anteriormente expresada".

Esta cláusula permite que todo se quede tal como está. Si tomamos como referencia el gasóleo A, Repsol (que incluye a Campsa) supera el 30% de cuota en todas las provincias (excepto Almería, Santa Cruz de Tenerife, Ceuta y Melilla). En 22 de ellas supera incluso el 50%, según datos recabados por la Comisión Nacional de la Competencia.

Repsol, Cepsa y BP copan el mercado y alcanzan una cuota conjunta del 69% a nivel nacional, un grado de concentración muy superior al de otros países de nuestro entorno. Estas tres grandes compañías, especialmente Repsol, no tendrán problemas en mantener su posición.

El resto de compañías tiene una presencia muy inferior y además no cuentan con refinerías propias, por lo que están en una posición de debilidad que no cambia con las medidas aprobadas por el Gobierno.