Moldes de silicona para hornear: tienen su riesgo

La migración, un problema real

En la naturaleza no existe ningún material químicamente inerte y los materiales en contacto con los alimentos no iban a ser una excepción. Se asume que el plástico, papel, cartón, silicona y todos los materiales de uso alimentario son seguros, aunque se sabe que no son totalmente estables y, por ello, podrían dejar pasar una mínima parte de sus componentes a los alimentos. La norma general para los materiales de uso alimentario regula que no existan compuestos tóxicos ni que los compuestos migren en cantidades que puedan suponer un riesgo para los consumidores. 

En los últimos años, en OCU hemos analizado diferentes tipos de materiales que se utilizan en contacto con los alimentos con el objetivo de valorar si son inocuos o no. Hemos llevado al laboratorio envases y utensilios de un solo uso de papel y cartón y los resultados nos dicen que las tintas de impresión utilizadas en su decoración contienen sustancias tóxicas o sospechosas de serlo. También hemos analizado menaje elaborado con fibras vegetales y hemos comprobado que contienen compuestos nocivos que podrían migrar al alimento.

Algunos moldes presentan riesgo para la salud

Ahora toca el turno a los moldes de silicona. Con sus variadas formas y colores, los moldes de silicona se utilizan mucho para cocinar en el horno. Presentan la ventaja de que se desmoldan fácilmente y, además, ocupan poco espacio en el armario. Pero también en estos productos estos se evidencia riesgo de que pasen sustancias químicas nocivas al alimento: de hecho, un análisis en el laboratorio revela que la mayoría de los moldes de silicona pueden trasladar a los alimentos pequeñas concentraciones de sustancias químicas sobre las que se desconocen sus efectos. Aunque a día de hoy no existe normativa para la silicona que limite la cantidad máxima que puede transferirse, en nuestro estudio encontramos dos productos que superan el límite de migración global establecido para cualquier tipo de material en contacto con alimentos, no son seguros y por eso pedimos su retirada.

Analizamos 23 moldes de silicona

Hemos llevado al laboratorio 23 moldes de silicona para repostería comprados en tiendas físicas y en varias plataformas online (Amazon, AliExpress, etc.). A la hora de elegir los modelos, hemos preferido los moldes pequeños para varias magdalenas o donuts en lugar de uno grande para un bizcocho porque los pequeños ofrecen más riesgo de migración (tienen más superficie de contacto por volumen del alimento).

Test de migración en el laboratorio

Para hacer el test de migración, en cada molde se ha aplicado un simulante (un producto que reproduce las características de un alimento graso de repostería), se ha dejado a 100 grados durante 8 horas y, a continuación, se han analizado las sustancias que han migrado del molde al simulante. El test se ha repetido 3 veces. Para evaluar los resultados se han tenido en cuenta:

• la presencia de sustancias preocupantes (bisfenol A, aminas aromáticas, etc.),
• la presencia de sustancias por encima del límite establecido por la normativa de plásticos (normativa que tomamos como referencia, ya que no existe una específica para siliconas),
• la suma de todos los compuestos que migran en el tercer ensayo,
• la diferencia de migración entre el tercer y primer ensayo (si en el tercero es mayor, significa que el material es inestable).

Aparecen sustancias químicas en el alimento

Las siliconas son moléculas de siloxanos que se polimerizan, dando lugar a cadenas más largas. Luego se añaden aditivos para funciones específicas (antioxidantes, colorantes...). La fabricación no es perfecta y pueden quedar fragmentos sueltos (de estos no se sabe mucho, deben estudiarse sus efectos toxicológicos por ingesta a largo plazo). Durante la fabricación de los moldes también se forman compuestos nuevos.

En el test de migración se han encontrado:

• Fragmentos y compuestos de siloxano procedentes de una fabricación imperfecta de los moldes.
• Aditivos (plastificantes, antioxidantes...) y algunos compuestos clasificados como cancerígenos, mutagénicos o tóxicos a nivel reproductivo que se forman durante el proceso de fabricación del molde. Han aparecido en concentraciones muy bajas y solo en algunos modelos.
• Otras sustancias químicas. Ingeridas en pequeñas cantidades, lo más probable es que no representen peligro para la salud, pero si se hace un uso intensivo de los moldes, podrían tener efecto tóxico a largo plazo.
• No se han detectado otras sustancias tóxicas como bisfenol A o aminas aromáticas.

Dos moldes de silicona no cumplen las normas

De los 23 moldes analizados, solo 4 son estables y seguros. Los demás presentan problemas:

• En 9 moldes se observa alguna sustancia peligrosa a baja concentración o la concentración de sustancias volátiles es media (no elevada). Un aspecto positivo es que la migración disminuye con el uso.
• 8 moldes se revelan poco seguros o inestables: algunas sustancias superan nuestros límites, la concentración de sustancias volátiles es elevada o la migración aumenta con el uso.
• 2 moldes están fuera de normas, ya que superan el límite de migración global establecido para cualquier tipo de material en contacto con alimentos. Son los moldes Amazon Basic (Pack de 12 magdalenas individuales; 5,55 euros) e Ionegg (comprado en Amazon, Pack de 2 bandejas para 4 magdalenas; 10,99 euros).

OCU ha trasladado estos resultados a la Agencia Española de Seguridad y Alimentación (AESAN) y a las empresas afectadas para solicitar la retirada de la venta de estos dos productos.

Además, los resultados de este estudio sirven para reforzar la petición de OCU y de otras organizaciones europeas (BEUC) de establecer medidas que aseguren que los materiales en contacto con los alimentos no comporten riesgos para los consumidores. Para ello, se deben realizar más investigaciones sobre la toxicidad de las sustancias químicas en el organismo y desarrollar normativas específicas para cada tipo de material (silicona de uso alimentario en este caso) que establezcan qué tipo de sustancias pueden utilizarse en su fabricación y limite las cantidades en las que puedan encontrarse.

Cómo usar los moldes de silicona con garantías

Vistos los resultados, podemos concluir que se pueden utilizar los moldes de silicona, pero no de forma intensiva, es mejor no usarlos a diario.

• Comprueba que el molde puede utilizarse en el horno y sigue las recomendaciones de uso del fabricante para que el molde no se deteriore: no utilizar el grill, colocarlo lejos de las paredes del horno, no utilizar cuchillos ni otros utensilios punzantes, lavarlo con un detergente suave, etc. 
• En el primer uso es cuando previsiblemente se desprenden más sustancias del molde, hay un remedio para hacer una “cura” antes de estrenarlo.Consiste en llenar el molde con una mezcla de agua, harina y aceite, meterlo en el horno a 220 grados durante una hora y desechar después esa mezcla: así evitaremos ingerir la mayoría de las sustancias residuales del proceso de fabricación.
• En internet hay tutoriales que te enseñan a hacer moldes caseros con tus propias formas, réplicas de objetos que tengas en casa y a ti te gusten. En algunos dicen que si utilizas caucho de silicona y un catalizador de platino para que la masa endurezca, no hay problemas de que pasen sustancias tóxicas al alimento. Nosotros desaconsejamos vivamente utilizar moldes hechos en casa para hornear o congelar.