Pasta rellena: cómoda... pero no tan nutritiva
La pasta fresca rellena se ha popularizado en poco tiempo. No es para menos: gusta a niños y mayores, se cuece en pocos minutos, y ni siquiera necesita más complemento que un chorrito de aceite. Pero ¿es una buena alternativa desde un punto de vista nutricional? Revisamos la composición de más de 100 productos y te contamos nuestro veredicto.
Pasta fresca, ¿mejor que la seca?
La pasta, elaborada con sémola de trigo, es algo habitual en nuestra dieta, en cualquiera de sus formas: Spaghetti, macarrones, tallarines, fideos...
La diferencia entre la pasta tradicional, la pasta “seca” y la pasta fresca radica en el proceso de secado del producto: en las modalidades frescas apenas se dedica tiempo a esta parte del proceso, o directamente se pasa por alto. Esto da como resultado un producto que tiene mucha más humedad, en torno al 30%.
Pasta fresca rellena
La pasta fresca suele ser al huevo, que da color y refuerza la textura de la pasta. Y efectivamente la pasta al huevo cuenta con este ingrediente: la norma establece que lleva 3 huevos enteros por kilo de sémola.
A menudo, la pasta fresca se usa para variedades de pasta rellena. Hay muchas modalidades: desde los clásicos ravioli (cuadrados), tortellini (circulares) o tortellini (más grandes que los tortellini), a mezzelune (media luna), capellacci (muy similares a los tortellini), soles, girasoles, lunette (discos), diamanti (triangulares), etc.
- Estos productos, con más humedad, deben conservarse refrigerados.
- Además, tienen una fecha de caducidad relativamente corta.
- Entre sus ventajas está que esta pasta fresca, blanda, apenas necesita dos minutos de cocción para estar lista para el consumo.
Hemos revisado el etiquetado y el valor nutricional de 110 pastas frescas rellenas.
Relleno de... féculas, sobre todo
En la pasta rellena, el relleno debe suponer al menos el 25% del peso total del producto. Este relleno puede ser muy variado desde rellenos clásicos como carne picada, queso o espinacas con bechamel, hasta mezclas sofisticadas a base de setas, cebollas caramelizadas, salmón, etc. En nuestro estudio hemos agrupado la pasta en 7 grupos, en función del ingrediente más destacado en el frontal del envase.
- Carne: la pasta está rellena de una masa con carne, normalmente carne roja, aunque hay rellenos a base de ave. Puede haber pastas rellenas de carne y verdura.
- Embutido: el relleno se compone principalmente de jamón. En algunos casos hay combinación de jamón y queso.
- Pescado: no es un relleno muy frecuente. Se trata sobre todo de marisco con verduras.
- Pesto: esta típica salsa italiana a base de albahaca, piñones y queso parmesano forma el relleno de la pasta fresca.
- Queso: la combinación de diferentes quesos puede formar el relleno, aunque también puede venir acompañado de trufa, cebolla, fruta e incluso miel.
- Setas: todo tipo de champiñones y setas forman la receta de este tipo de pasta rellena. En algunas recetas, se puede encontrar queso.
- Verduras: la más común es la espinaca, pero también es posible encontrar pasta rellena con calabaza o berenjena.
Pero no creas que por tomar una pasta rellena de pescado estás tomándolo, ni que por elegir una pasta rellena de vegetales completas tu ración diaria de verduras:
En las pastas rellenas de carne o pescado, el relleno supone de media el 49% del producto. Y en el mejor de los casos, la carne o el pescado supone el 50% del relleno (el resto es pan rallado, o patata deshidratada), esto se traduce en menos de 50 g de estos alimentos en el plato listo para su consumo.
En las pasta rellenas de verduras el relleno suele ser, de media, un 52% del producto... pero el porcentaje en verduras apenas supera el 15%. Esto significa que una ración de pasta fresca rellena de verduras aporta, en el mejor de los casos, 50 g de vegetales.
Comparamos 110 productos
Hemos analizado la composición nutricional de las pastas rellenas. Comprobamos que entre ellas apenas hay diferencias nutricionales: el relleno es una pasta a base de un almidón (pan o fécula de patata) con un poco de carne, verduras, setas, etc.
Composición nutricional por 100 g de pasta fresca rellena (sin cocer) | |||||||
Relleno de... | Energía (kcal) | Grasas (g) | Saturadas (g) | Hidratos de carbono (g) | Fibra (g) | Proteínas (g) | Sal (g) |
Carne | 270 | 8,1 | 2,6 | 36,6 | 2,6 | 11,2 | 1,3 |
Embutido | 278 | 8,5 | 3,8 | 37,2 | 2,4 | 11,5 | 1,2 |
Pescado | 252 | 8,8 | 2,4 | 31 | 4,2 | 10,2 | 1,2 |
Pesto | 292 | 10,7 | 3,4 | 36,8 | 2 | 10,8 | 1 |
Queso | 272 | 9,3 | 4,1 | 35,6 | 2,4 | 10,5 | 1,1 |
Setas | 261 | 9,5 | 3,3 | 33,5 | 2,5 | 8,9 | 1,2 |
Verduras | 261 | 8,4 | 3,3 | 35,6 | 2,1 | 9,1 | 1 |
En resumen: estas pastas están lejos de ser un plato completo.
Y aunque en general la valoración de estos productos es aceptable, entre ellos hay muchas diferencias: consulta el comparador y descubre cuáles son las mejores.