PARIDAD DEL PODER DE COMPRA

Si partimos de la hipótesis de que un bien dado cuesta tres dólares en Estados Unidos y tres euros en nuestro país, un dólar y un euro ofrecerán precisamente el mismo poder de compra. El tipo de cambio se aparta sin embargo de este modelo. Si un dólar vale por ejemplo 0,80 euros, esto significa que un europeo pagará por el mismo bien un 25% más en Estados Unidos que en su país. Es aquí donde interviene la teoría de la paridad del poder de compra absoluto, según la cual dicha situación no puede perdurar. Para reequilibrar el poder de compra en las dos zonas, el euro infravalorado deberá subir hasta que su cotización respecto al dólar sea igual a 1. Pero esta teoría desprecia el hecho de que los consumidores de los países ricos pagan más caro por un mismo producto.

La teoría, más matizada, de la paridad del poder de compra relativa, supone los tipos de cambio entre dos divisas evolución de tal manera que los habitantes de los dos países conservarán a largo plazo el mismo poder de compra relativo. Un producto idéntico no tiene necesariamente por qué costar lo mismo en todos los lugares del mundo y pueden existir diferencias en función del nivel de vida.