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Nuevas variantes del coronavirus

La pandemia sigue siendo nuestra principal preocupación: cómo combatir los contagios y frenar la transmisión, qué hacer para atajar nuevas oleadas, las vacunas… La llegada de nuevas variantes genera también mucha inquietud. Arrojamos luz sobre este asunto.

16 diciembre 2021
variantes covid

Al igual que el resto de virus, el SARS-CoV-2 sufre mutaciones aleatorias de su material genético conforme genera nuevas copias durante el proceso de replicación.

La mayor parte de estas mutaciones dan lugar a copias que no son viables, pero unas pocas veces sí lo son. Y si la mutación aporta además alguna ventaja biológica al virus (por ejemplo, que se transmita más fácilmente o que sea más resistente al sistema inmunitario del huésped), es posible que esa copia prolifere y dé lugar a una nueva variante del virus, que puede acabar incluso desplazando a la predominante hasta ese momento.

Este es un proceso natural, habitual en los virus, y el responsable de la covid-19 no es ajeno al mismo. De hecho, aunque no sea un virus que evolucione tanto como por ejemplo el virus de la gripe, el SARS-CoV-2 ha mutado ya en diversas ocasiones

¿Cuándo hay que preocuparse por una variante?

De todas las posibles mutaciones del genoma del virus, solo resultan preocupantes las que pueden dar lugar a alguna de las siguientes características:

  • Un aumento en la transmisibilidad (lo que deriva en un incremento del número de casos).
  • Un aumento en la gravedad de la enfermedad.
  • Un posible "escape" a la respuesta inmunitaria adquirida (ya sea tras una infección natural o la generada por las vacunas).
  • Una disminución en la sensibilidad de los test diagnósticos, que haga que estos dejen de ser válidos para detectar casos positivos.

Variantes de preocupación y de interés

A las variantes de las que inicialmente se sospecha que pueden dar lugar a alguna de estas consecuencias se las denomina variantes de alto impacto o variantes de preocupación (o VOC, del inglés "variants of concern"). Una denominación que asigna la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otra etiqueta que también se usa es la de variante de interés (o VOI, del inglés "variants of interest"), que también decide la OMS y que incluye aquellas variantes que, con una probabilidad menor a las de las VOC, pueden tener algún impacto en la situación epidemiológica o para las que existen indicios de un incremento en la transmisibilidad, la gravedad o el escape a la respuesta inmune, pero con un grado menor de certeza.

Desde el punto de vista estructural, las mutaciones que más interés despiertan, por su potencial capacidad de generar VOC, son las que afectan al gen que codifica la proteína S del virus o proteína "de la espícula", una pieza clave del virus a la hora de unirse a las células del huesped y abrirse camino hacia su interior.

Principales variantes del SARS-CoV-2

Desde la aparición de la pandemia de covid-19, son diversas las variantes que han ido surgiendo y desplazando a las anteriores. Cada una de estas nuevas variantes acumulaba una combinación de mutaciones que le conferían alguna ventaja. De hecho, cuando todavía no se habia popularizado esta cuestión, la variante que desencadenó el inicio de la pandemia fue sustituida en pocas semanas por otras variantes caracterizadas por presentar una primera mutación, la D614G, asociada ya entonces a una mayor capacidad de transmisión.

Tanto las mutaciones puntuales como las variantes se designan mediante un sistema complejo que combina letras y números, por lo que los medios de comunicación comenzaron a referirse a ellas, de forma simplificada, por el lugar geográfico donde fueron descritas por primera vez.  Esto genera confusión y puede contribuir a despertar prejuicios, y por ello la OMS decidió adoptar una nomenclatura paralela que utiliza letras del alfabeto griego.

Las VOC existentes hasta la fecha han sido:

  • Variante alfa (B.1.1.7, que durante meses fue conocida como “variante británica” porque surgió en Reino Unido en septiembre de 2020).
  • Variante beta (B.1.351, conocida en su momento como “variante sudafricana” por haber sido detectada por primera vez en Sudáfrica en diciembre de 2020).
  • Variante gamma (P.1, que también fue conocida comovariante brasileña”, detectada a finales de 2020 en la zona de la Amazonia brasileña y en viajeros procedentes de aquel país).
  • Variante delta (B.1.617.2),  conocida en sus inicios como "variante india", dominante hoy en día en buena parte del mundo, incluyendo España (alfa había sido la variante predominante durante la primavera de 2021, pero fue sustituida por  delta ya en la primera mitad del verano). Una subvariante de delta, bautizada por los medios como delta plus, saltó a las páginas de los periódicos hace pocas semanas, sin que la preocupación que despertó se haya visto por ahora justificada. 

Hay otras variantes ya "bautizadas" con este sistema, como la mu, la lambda, la épsilon, la iota, la kappa, la eta, la zeta o la theta, pero ninguna de ellas ha sido considerada VOC o variante de preocupación... algo que sí ha logrado una recién llegada, la variante ómicron.

Variante ómicron: ¿qué sabemos?

El pasado 26 de noviembre la OMS declaraba a la variante ómicron, detectada en Sudáfrica, nueva variante de preocupación (VOC). Las razones principales fueron:

  • Su rápida expansión en ese país, particularmente en la provincia de Gauteng.
  • Sus más de 30 mutaciones en la proteína S, algunas de ellas ya bien conocidas y que en otras variantes se han asociado a mayor transmisibilidad o escape a la respuesta inmunitaria.

Pero hay muchos elementos sobre ómicron que aún se desconocen. La expansión en Sudáfrica y el rápido desplazamiento de la variante delta que allí se ha observado, por ejemplo, debe valorarse en el contexto de la situación epidemiológica de ese país, donde el nivel de contagios previos por delta era relativamente bajo, el porcentaje de población vacunada es muy inferior al de los países europeos y la proporción de poblaicón joven que vive con VIH (una infección que puede afectar al sistema inmunitario) es especialmente alta.

Los datos que se van acumulando apuntan a que:

  • Ómicron tiene mayor transmisibilidad que delta. 
  • Por el momento no hay datos que permitan afirmar que ómicron escapa a la protección que las vacunas confieren frente a delta. No obstante, sí hay indicios indirectos (derivados de la exposición in vitro del virus a sueros con anticuerpos neutralizantes generados por las vacunas) de que su eficacia podría verse afectada, aunque es pronto para confirmar si es así y en qué medida. Hallazgos similares ya se vieron en su momento frente a delta, por ejemplo, sin que ello se tradujera en una disminución significativa de la eficacia vacunal in vivo.
  • parece que ómicron presenta cierto grado de escape inmunitario en personas no vacunadas que han pasado la covid-19. Datos preliminares muestran que este grupo, con inmunidad adquirida de forma natural (no a través de las vacunas) tendría más posibilidades de reinfectarse con ómicron que con delta.
  • No hay datos que hagan temer una mayor gravedad clínica o una mayor letalidad en personas infectadas por ómicron que por delta. De hecho, casi todos los casos confirmados de ómicron a los que se les ha hecho seguimiento han sido casos leves o asintomáticos. 
  • Tampoco hay datos de que la variante ómicron no sea detectada mediante los test de laboratorio habituales para diagnósticar infección por SARS-CoV-2

No obstante, la información sobre ómicron se actualiza día a día: cuando haya más evidencia acumulada pueden cambiar o matizarse estas afirmaciones.

¿Cuál es la situación de las variantes del virus en España?

La variante dominante en estos momentos en España es delta, asociada a una mayor transmisibilidad y posiblemente a una ligera disminución de la efectividad vacunal respecto a alfa, la anterior variante dominante. Aún así, el riesgo de delta para la población vacunada se considera muy bajo. La presencia en nuestro país de las variantes previamente existentes ha descendido hasta niveles por debajo del 1%, por lo que no constituyen motivo de preocupación para las autoridades sanitarias españolas.

El 29 de noviembre ómicron se confirmó el primer caso en España en una persona procedente de Sudáfrica. Desde entonces han sido confirmados varias decenas de casos más, tanto en viajeros procedentes del continente africano como en personas que habrían adquirido el virus en España sin relación con viajeros procedentes de otros países.

De hecho, según han declarado publicamente algunos responsables sanitarios, la transmisión comunitaria de ómicron en nuestro país sería ya significativa a fecha 16 de diciembre.

Elevado riesgo de transmisión

El Ministerio de Sanidad considera que el riesgo de diseminación de ómicron en España es elevado, pese a las medidas restrictivas impuestas a viajeros procedentes del sur de África.

Según un informe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) del 16 de diciembre:

  • La presencia de ómicron había sido ya detectada en 85 países, 27 de ellos europeos.
  • En muchos de ellos, incluido España, ya se ha confirmado la existencia de transmisión comunitaria.
  • Por el momento, todos los casos de ómicron detectados en Europa (3.158 casos a fecha 16 de diciembre) son leves o han cursado sin síntomas.
  • Hasta la fecha no se ha comunicado ningún fallecimiento relacionado con esta nueva variante en la Unión Europea. Sí se ha comunicado un fallecimiento en Reino Unido, notificado el 13 de diciembre. 

El impacto que este elevado riesgo de transmisión pueda acabar teniendo en la población española dependerá tanto de su mayor transmisibilidad como, sobre todo, de las características que presente esta nueva variante respecto al escape inmunitario o sobre su potencial gravedad, algo sobre lo que aún falta información. 

Información del Ministerio de Sanidad sobre las variantes

En cualquier caso, lo que está claro es que las vías de transmisión de las nuevas variantes no son distintas a la de la variante originaria, por lo que las medidas elementales de prevención son exactamente las mismas. Si se cumplen de forma adecuada nada indica que el riesgo de contagio sea mayor.