#content#
OCU solicita al Ministro de Economía que rechace el acuerdo CETA en el próximo Consejo de Comercio
12 sep. 2016OCU ha acudido al Ministerio de Economía y Competitividad para trasmitirle su preocupación ante los riesgos y los cambios que incorpora el texto actual del Acuerdo Económico y Comercial Global entre UE y Canadá, conocido como CETA. Para la organización este acuerdo no cumple con los requisitos necesarios para garantizar los derechos de los consumidores y podría ser perjudicial para los actuales niveles de protección. OCU demanda por lo tanto que se escuchen las preocupaciones de los consumidores y que estas se pongan sobre la mesa el próximo 22 de Septiembre en el Consejo de Comercio para corregir los puntos potencialmente dañinos para sus intereses.
Según señalan fuentes de OCU se ha perdido la oportunidad de conseguir beneficios tangibles para los consumidores, por ejemplo en el caso de compras transatlánticas en las que sea necesario devolver un producto o solicitar compensaciones.
El texto actual del acuerdo CETA ha mejorado algunos puntos actuales con la introducción de elementos del Sistema Judicial de Inversiones propuesto por muchas organizaciones de defensa de los consumidores como la Organización Europea de Consumidores (BEUC). Sin embargo las modificaciones introducidas no han eliminado los puntos más críticos ya que los inversores extranjeros aún pueden reclamar una indemnización si entienden que su inversión se ve afectada o puede verse afectada por una decisión política de un estado. Para OCU esto supone un riesgo muy elevado para los consumidores pues podría disuadir a la UE y sus Estados miembros de adoptar medidas necesarias en el futuro que permitan defender los intereses de aquellos, con el fin de evitar una reclamación por parte de un inversor extranjero.
Para la organización de consumidores y usurios, OCU, existen dudas sobre la compatibilidad de este sistema con el ordenamiento jurídico de la UE y en cualquier caso entiende que no es necesario crear un sistema judicial paralelo, ya que tanto Canadá como la UE cuentan con sistemas legales fuertes y maduros a la altura de futuros retos comerciales.