Coronavirus: ¿hay que evitar el dinero en efectivo?
Evitar pagar con dinero en efectivo es una medida más que algunos establecimientos y administraciones están adoptando para luchar contra el contagio del coronavirus. Aunque no hay evidencia científica sobre la eficacia de esta medida, lo cierto es que se reduce mucho el contacto físico entre cliente y empleado… y eso es positivo.
La mayoría de los grandes supermercados ha tomado medidas para proteger del contagio tanto a los clientes como a sus empleados en las líneas de cajas. Ahorramás, BM, Carrefour y Eroski, entre otros, han instalado pantallas protectoras para el personal de caja, al igual que sucede en muchos taxis, en las ventanillas de las farmacias o en las gasolineras, entre otros establecimientos que continúan prestando sus servicios durante el estado de alarma por el coronavirus.
Pero la medida más extendida es procurar no pagar en efectivo. Si hasta ahora pagar con tarjeta era una posibilidad que nos ofrecían a los consumidores, ahora empieza a ser una petición por parte de los establecimientos e incluso administraciones públicas. El pasado 20 de marzo la Comunidad de Madrid ha prohibido el pago en efectivo en sus líneas de autobuses, solo puede pagarse con la tarjeta abono transporte o con tarjeta de débito o crédito en las líneas que la admitan.
Por si acaso, mejor usar tarjeta
Sin embargo, no hay pruebas sobre la eficacia de este tipo de medidas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud no ha emitido ninguna advertencia o declaración al respecto. En teoría, el virus puede sobrevivir en superficies inertes durante un tiempo muy variable, desde pocas horas a varios días, dependiendo de muy diversas circunstancias como la temperatura o la humedad de la superficie. Pero no hay pruebas de que el uso de dinero en efectivo haya sido hasta la fecha una vía real de transmisión.
En OCU siempre hemos recomendado el uso de las tarjetas de pago frente al efectivo por las ventajas que supone, sobre todo por la comodidad. En estos momentos seguimos recomendando el pago con tarjeta, ya que entendemos que es una manera más de minimizar el contacto entre personas.
Ahora bien, no estamos a favor de imponer limitaciones absolutas al pago en efectivo. La prohibición de pagar en efectivo puede suponer un riesgo de exclusión para las personas más desfavorecidas y ancianos, muchos de los cuales no usan tarjetas de pago y dependen del dinero en efectivo para acceder a bienes y servicios.
Contra el coronavirus, todas las precauciones son pocas
La gravedad de la actual situación aconseja adoptar todas las precauciones posibles.
- Recuerda que, si manejas dinero en efectivo, debes seguir las recomendaciones de higiene establecidas, evitando tocarte la cara con las manos y lavarte las manos con agua y jabón en cuanto sea posible. Una alternativa, si no hay agua y jabón, es utilizar una solución hidroalcohólica (mejor si es una concentración de alcohol superior al 60%).
- Si crees que la tarjeta ha podido estar en manos de alguien sospechoso de estar infectado, o tú mismo has estado enfermo, límpiala con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica y sécala con suavidad para no dañarla.
- Para pagar cantidades inferiores a 20 euros no es necesario introducir el código PIN, por lo que no hay ningún contacto físico. Este importe va a elevarse a 50 euros, ya que es el límite que marca el reglamento europeo actual y la Autoridad Bancaria Europea recomienda utilizar para que no sea obligatorio exigir autenticación reforzada en pagos contactless. En Mastercard ya lo han puesto en práctica y desde el 25 de marzo aplican el límite de 50 euros para pagar sin necesidad de PIN.
- Para importes superiores, si tienes que firmar, es mejor que utilices tu propio boli. Cuando tengas que poner el PIN en la pantalla del establecimiento, puedes extremar las precauciones utilizando un guante desechable. O simplemente ser precavido y evitar tocarte la cara (boca, ojos, nariz) hasta no lavarte las manos con agua y jabón o, en su defecto, una solución hidroalcohólica. Un truco que no es infalible, pero puede ayudar, es utilizar la mano no dominante: cuando de forma inconsciente nos tocamos la cara solemos hacerlo con la mano dominante.
- Otra opción es incorporar la tarjeta de pago, o las tarjetas de compra de establecimientos, en el móvil para pagar con el propio teléfono. Muchas aplicaciones permiten pagar con el móvil sin tener que teclear nada en el terminal de la tienda, basta con aproximar el móvil y autenticar la compra con la huella o con lo que la app pida.
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