El consumidor y los servicios financieros
Queramos o no, bancos y entidades financieras forman parte de nuestra vida: a ellos confiamos nuestro dinero... y resulta evidente que, en sus frecuentes relaciones con bancos y entidades financieras, el consumidor es siempre la parte más débil. Buena prueba de ello son los miles de reclamaciones que cada año recibimos en la asesoría de la OCU.
Decálogo del usuario de los servicios financieros.
- Elige bien tu entidad y tus productos financieros. Los clientes más satisfechos son los que se guían por razones objetivas, por lo que más vale poner en un segundo plano cuestiones como la cercanía a su domicilio, y no dejarse llevar por mensajes publicitarios, regalos o consejos “bienintencionados”…
- Ve sobre seguro. Para operar con tu dinero eliga siempre entidades supervisadas por la Administración y registradas en el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores o la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones. Y si quieres estar plenamente tranquilo, no deposites en cada entidad más de los 20.000 euros que por titular garantiza el Fondo de Garantía de Depósitos.
- Vigila siempre los gastos y comisiones. Merman considerablemente el rendimiento de una inversión, e incrementan sobremanera la TAE de un préstamo.
- Negocia. Siempre es posible negociar con tu entidad, así que no te conformes con lo primero que te ofrezcan. Trata de mejorar algunas condiciones, por ejemplo, las comisiones y tipo de interés que te apliquen en préstamos hipotecarios y tarjetas.
- Explora nuevas vías. Dentro de una misma entidad, los diversos canales de comercialización ofrecen distintos productos. Los productos comercializados por la banca telefónica o por Internet suelen ofrecer condiciones más ventajosas para el consumidor que las que puedes encontrar en su oficina. Merece la pena informarse.
- Piénsalo antes de pedir un crédito. Si necesitas dinero para afrontar un gasto, hay varias alternativas más económicas (préstamo de familiares, adelanto de nómina, financiación del establecimiento…). También puedes acudir al banco y pedir un préstamo al consumo, pero si el importe que necesitas es pequeño, habitualmente solicitar un préstamo será una alternativa cara debido a las comisiones de apertura.
- Busca una buena hipoteca.Si vas a pedir un préstamo hipotecario, valora bien tu capacidad de endeudamiento, elige un plazo cuya cuota puedas pagar cómodamente (no más del 40% de tus ingresos líquidos una vez pasada la primera revisión del mismo). Lo ideal es que no supere los 25 años, para así tener margen de negociación en una eventual ampliación temporal. Si puedes, trata de realizar amortizaciones anticipadas del préstamo, por tanto, opta por un préstamo que no cobre comisiones por este concepto.
- No uses las cuentas para ahorrar. Cuentas y libretas son los instrumentos adecuados para gestionar los pagos y cobros de tu economía doméstica, pero no son una alternativa de ahorro. No dejes el dinero en una cuenta corriente: aun a corto plazo, hay productos igual de seguros, pero mucho más rentables (como las cuentas de alta remuneración, los fondos monetarios o los depósitos a plazo).
- Invierte diversificando… y siguiendo los consejos de los expertos de la OCU. Obtendrás un mayor rendimiento del dinero que vayas ahorrando si lo inviertes de forma diversificada, sin tener porqué asumir un gran riesgo. Incluso un pequeño inversor debería invertir sin miedo en acciones o en divisas distintas al euro. La OCU, a través de sus publicaciones especializadas, en especial sus boletines financieros y su página www.dinero15.com, te ayuda, diciéndote qué invertir, cómo hacerlo, dónde y cuándo. El mejor ejemplo de la preparación de nuestros expertos es el rendimiento de la cartera de acciones recomendada por Dinero Quince, que ha obtenido un 20% anual medio desde su creación hace ya más de 17 años. La cartera global, que combina acciones y obligaciones, ha logrado un 10,7% desde su creación en 1993.
- Reclama. Si te cobran una comisión que no está recogida en las tarifas, que no se corresponde con un servicio efectivamente prestado o se trata de un servicio que no habías aceptado, reclama: la entidad financiera no está autorizada a su cobro y debe devolvértela. De igual manera, quéjate si las condiciones finales de un producto no se corresponden con lo anunciado en la publicidad o con lo pactado, o si no recibes un buen trato en la oficina... Ante cualquier conflicto, procura solucionarlo de forma amistosa, ante el Defensor del Cliente de la entidad. Si no tienes éxito, deberá acudir al Comisionado para la Defensa del Cliente de Servicios Bancarios.
- Elige bien tu entidad y tus productos financieros. Los clientes más satisfechos son los que se guían por razones objetivas, por lo que más vale poner en un segundo plano cuestiones como la cercanía a su domicilio, y no dejarse llevar por mensajes publicitarios, regalos o consejos “bienintencionados”…
- Ve sobre seguro. Para operar con tu dinero eliga siempre entidades supervisadas por la Administración y registradas en el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores o la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones. Y si quieres estar plenamente tranquilo, no deposites en cada entidad más de los 20.000 euros que por titular garantiza el Fondo de Garantía de Depósitos.
- Vigila siempre los gastos y comisiones. Merman considerablemente el rendimiento de una inversión, e incrementan sobremanera la TAE de un préstamo.
- Negocia. Siempre es posible negociar con tu entidad, así que no te conformes con lo primero que te ofrezcan. Trata de mejorar algunas condiciones, por ejemplo, las comisiones y tipo de interés que te apliquen en préstamos hipotecarios y tarjetas.
- Explora nuevas vías. Dentro de una misma entidad, los diversos canales de comercialización ofrecen distintos productos. Los productos comercializados por la banca telefónica o por Internet suelen ofrecer condiciones más ventajosas para el consumidor que las que puedes encontrar en su oficina. Merece la pena informarse.
- Piénsalo antes de pedir un crédito. Si necesitas dinero para afrontar un gasto, hay varias alternativas más económicas (préstamo de familiares, adelanto de nómina, financiación del establecimiento…). También puedes acudir al banco y pedir un préstamo al consumo, pero si el importe que necesitas es pequeño, habitualmente solicitar un préstamo será una alternativa cara debido a las comisiones de apertura.
- Busca una buena hipoteca.Si vas a pedir un préstamo hipotecario, valora bien tu capacidad de endeudamiento, elige un plazo cuya cuota puedas pagar cómodamente (no más del 40% de tus ingresos líquidos una vez pasada la primera revisión del mismo). Lo ideal es que no supere los 25 años, para así tener margen de negociación en una eventual ampliación temporal. Si puedes, trata de realizar amortizaciones anticipadas del préstamo, por tanto, opta por un préstamo que no cobre comisiones por este concepto.
- No uses las cuentas para ahorrar. Cuentas y libretas son los instrumentos adecuados para gestionar los pagos y cobros de tu economía doméstica, pero no son una alternativa de ahorro. No dejes el dinero en una cuenta corriente: aun a corto plazo, hay productos igual de seguros, pero mucho más rentables (como las cuentas de alta remuneración, los fondos monetarios o los depósitos a plazo).
- Invierte diversificando… y siguiendo los consejos de los expertos de la OCU. Obtendrás un mayor rendimiento del dinero que vayas ahorrando si lo inviertes de forma diversificada, sin tener porqué asumir un gran riesgo. Incluso un pequeño inversor debería invertir sin miedo en acciones o en divisas distintas al euro. La OCU, a través de sus publicaciones especializadas, en especial sus boletines financieros y su página www.dinero15.com, te ayuda, diciéndote qué invertir, cómo hacerlo, dónde y cuándo. El mejor ejemplo de la preparación de nuestros expertos es el rendimiento de la cartera de acciones recomendada por Dinero Quince, que ha obtenido un 20% anual medio desde su creación hace ya más de 17 años. La cartera global, que combina acciones y obligaciones, ha logrado un 10,7% desde su creación en 1993.
- Reclama. Si te cobran una comisión que no está recogida en las tarifas, que no se corresponde con un servicio efectivamente prestado o se trata de un servicio que no habías aceptado, reclama: la entidad financiera no está autorizada a su cobro y debe devolvértela. De igual manera, quéjate si las condiciones finales de un producto no se corresponden con lo anunciado en la publicidad o con lo pactado, o si no recibes un buen trato en la oficina... Ante cualquier conflicto, procura solucionarlo de forma amistosa, ante el Defensor del Cliente de la entidad. Si no tienes éxito, deberá acudir al Comisionado para la Defensa del Cliente de Servicios Bancarios.
¿Es un banco un compañero para toda la vida? No tiene por qué. ¿Estás satisfecho con tu banco?, ¿contento con el servicio que te prestan?, ¿te parece bien tu cuenta corriente…? Aunque no son instrumentos de ahorro, tampoco deberían costarte dinero, sin embargo, los elevados gastos y comisiones de algunas cuentas hacen que a la larga, tener el dinero en el banco te salga caro. Compara las condiciones de las mejores cuentas y tarjetas del mercado, en las tablas siempre actualizadas de análisis comparativos, y elige.
- No deseches las cartas del banco sin haberlas leído detenidamente y, en especial, los extractos de operaciones, ya que, además de ser usadas para avisarte de aumentos de comisiones, por ejemplo, si aparece en el extracto un apunte incorrecto y usted no reclama ante la entidad, ésta podría escudarse en tu silencio para considerarlo como aceptado.
- Que una cuenta sea buena no significa que los demás productos de la entidad sean igualmente interesantes.
Comprar un coche, una reparación importante, obras en casa, la celebración de un acontecimiento… son muchos los motivos que pueden llevarnos a necesitar en un momento dado más dinero, más liquidez.
Lo ideal es no endeudarse, pero si no tienes más remedio que hacerlo, más vale optar por la alternativa en que ese dinero te vaya a salir más barato.
Si te decides por pedir un préstamo al consumo, no dejes de consultar antes nuestros análisis comparativos, siempre actualizados, con los mejores préstamos personales del mercado.
Recuerda:
- Ten cuidado con no sobrepasar tu capacidad de endeudamiento, algo que te puede pasar si te dejas llevar por las posibilidades de financiación sencilla, productos pensados para proporcionar dinero rápido, créditos preconcedidos…
- Para valorar lo que te cobrarán por el dinero, no te fijes sólo en el interés que te ofrecen, sino también en las comisiones.
- Si ves un préstamo que te interesa, pide al banco una oferta vinculante: deben mantener esa oferta durante 10 días, tiempo suficiente para valorar si es la mejor opción para ti.
- Solicitar una ampliación de la hipoteca es también una opción a considerar, en especial si necesitas bastante dinero, y a bastante plazo. Plantéatelo.
La compra de una casa es quizá el mayor gasto que hace un consumidor. De la marcha de la hipoteca depende en buena medida toda la economía familiar. En épocas de incertidumbre, como las actuales, quizá se esté planteando la conveniencia de un interés fijo... La pregunta que debe plantearse el consumidor es si tiene una buena hipoteca. Si no es el caso, probablemente te convendrá negociar las condiciones o cambiar de préstamo.
Compara las condiciones que tienes en tu entidad con las que ofrecen otros préstamos del mercado. Nuestras calculadoras de cambio de préstamo te permitirán ver si te interesa.
Recuerda:
- Aprovecha al máximo la deducción fiscal a la que tienes derecho por compra de vivienda. Amortiza anticipadamente una parte cada año, sin superar el límite de deducción.
- No te demores en el pago de las cuotas, los intereses de demora pueden llegar a ser superiores al 25% y en el peor de los casos podrías incluso perder la vivienda: si no puedes hacer frente a las cuotas, trata de negociar un cambio de condiciones.
¿Cómo? Eligiendo las más adecuadas a tu perfil de inversión, en función del dinero de que dispongas, el plazo de inversión y el riesgo que estés dispuesto a asumir. Los depósitos son una buena alternativa de ahorro a corto plazo para quien sepa que va a necesitar su dinero en un momento concreto. Comparamos para ti los mejores depósitos, no dejes de consultar los resultados.
Además, la OCU dispone de un completo equipo de expertos financieros. Fruto de su trabajo son los boletines financieros de la organización (Dinero Quince, Dinero y Fondos y OCU Fincas y Casas), así como nuestra página web especializada, www.ocu.org/inversores siempre al día con las noticias que interesan a los inversores y los mejores consejos
Recuerda:
- Desconfía de cualquier inversión, incluso de la que provenga de tu entidad financiera, que no tenga riesgo y ofrezca un rendimiento sustancialmente mayor al del Euribor (en el caso de tratarse de un producto a un año o menos) o al índice de las obligaciones del Tesoro, en el caso de productos con vencimiento a más de un año.
- Antes de contratar por primera vez un producto de inversión, asegúrate de que conoces todas las condiciones del mismo y pregunta cualquier duda que tengas, en particular las relativas al rendimiento garantizado por el producto (si lo hay), las posibilidades de perder dinero, las opciones de recuperar la inversión antes del vencimiento y los gastos que esta cancelación conllevaría.